7 de julio de 2013

El ciberespionaje, el Big Brother del Big Data (Primera Parte) | Homozapping

Un manifestante en Alemania protesta contra el sistema PRISM burlándose del lema de campaña de Barack Obama, "Yes We Can" y adeptándolo a "Yes We Scan" ("Sí, nosotros espiamos"). Foto: AP.El ciberespionaje, el Big Brother del Big Data (Primera Parte) | Homozapping:
Escrito por Jenaro Villamil el 07 julio 2013 a las 5:00 pm en Destacadas, Internet y redes sociales, Sociedad


Un manifestante en Alemania protesta contra el sistema PRISM burlándose del lema de campaña de Barack Obama, “Yes We Can” y adeptándolo a “Yes We Scan” (“Sí, nosotros espiamos”). Foto: AP.
Desde el pasado 6 de junio la realidad comenzó a superar cualquier novela o thriller sobre espionaje. Sólo comparable a la ficción-denuncia de George Orwell, autor de 1984, o a las pesadillas de hackeo que esbozó el sueco Stiegg Larson en su trilogía Millenium, el escándalo detonado por el “topo” Edward Snowden es tan sólo la punta del iceberg.

En junio, los periódicos The Guardian y The Washington Post reprodujeron documentos y declaraciones de Edward Snowden, un joven contratista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) estadounidense, quien también le declaró a la prensa china que Washington lleva una década espiándolos  a través de sus mensajes en internet.

Snowden reveló la existencia de un programa informático denominado PRISM (Prisma), nombre en código del sistema US-984XN que le permite a la NSA espiar a usuarios de compañías como Facebook, Google, Microsoft, Apple, Skype, Yahoo, Youtube, Pal Talk y AOL, los gigantes de Silicon Valley que dominan el mundo de las tecnologías de información y comunicación.

A partir del acceso a los servidores de estas compañías, el gobierno de Estados Unidos pudo conseguir material como “historial de búsquedas, contenido de correos electrónicos, transferencias de archivos y chat en vivo” de acuerdo con The Guardian. El mismo periódico británico y The Wall Street Journal revelaron que las agencias de espionaje de Estados Unidos tienen acceso a los datos de la compañía telefónica Verizon (la misma que busca ingresar al mercado mexicano) y las gigantes AT&T y Spring.

PRISM es una herencia directa del Acta Patriótica que impuso el gobierno de George W. Bush desde los atentados de 2001, pero fue adoptado y defendido por el presidente Barak Obama. En varias conferencias de prensa, Obama y sus voceros del cuerpo de organismos de inteligencia han reiterado que estos sistemas de espionaje han logrado evitar atentados y justifican su existencia diciendo que no se puede tener un 100 por ciento de privacidad.

Las pistas y los archivos aportados por Snowden condujeron al poderoso sistema de espionaje británcio (el GCHO) que intercepta comunicaciones a través de la fibra óptica. Un total de 300 especialistas ingleses, junto con un equipo de 250 estadounidenses se dedican a analizar la información generada por estas intercepciones.

Según The Guardian, “una innovación clave es la capacidad del GCHO de interceptar y almacenar enormes volúmenes de datos obtenidos de los cables de fibra óptica, hasta 30 días, de manera que pueden ser cribados y analizados. Esta operación, conocida con el nombre clave de Tempora, ha estado funcionando desde hace unos 18 meses”.

Los británicos destinaron en 2012 600 millones de “eventos telefónicos” al día y pincharon más de 200 cables. Cada cable tiene capacidad de transportar 10 gigabites por segundo. En teoría, pueden proporcionar 21 petabites al día, equivalente a enviar toda la información que contiene la gigantesca Biblioteca Británica 192 veces al día, según el cálculo de The Guardian.

El gran negocio

Apenas unas semanas antes de la irrupción de Snowden en la prensa internacional, la agencia informativa AP reveló que el gobierno de Barack Obama había espiado a algunos de sus periodistas. La Casa Blanca justificó esa evidente violación a la secrecía de las fuentes con razonamientos muy similares a los que realizó George W. Bush desde los atentados de septiembre de 2011.

En los mismos días del escándalo PRISM inició el juicio contra el militar Bradley Manning, joven que filtró a Wikileaks miles de documentos clasificados del Pentágono y del Despartamento de Estado norteamericanos que dieron lugar a la mayor cacería de Washington contra un ciberactivista como Julian Assange. La hipocresía  de las agencias norteamericanas llevó a enjuiciar a Manning como “traidor”.

El sistema PRISM revelado por Snowden va mucho más allá de una mera anécdota y no constituye una filtración cualquiera. Abrió las compuertas a un sistema de intrusión y persecución a los ciudadanos de todo el mundo, especialmente a mandatarios o dirigentes políticos, así como integrantes de presuntos grupos “terroristas” (según la clasificación norteamericana).

PRISM también corrió la cortina sobre las dimensiones de un enorme negocio que ha crecido exponencialmente durante el gobierno de Barack Obama, el mandatario que, paradójicamente, utilizó a las redes sociales como un mecanismo de cambio político y ahora se convertirá en el principal responsable de la peor crisis de confianza y legalidad  entre los gigantes como Facebook, Google, Microsoft o Apple.

El negocio que está detrás de lo revelado por Snowden es multimillonario y sustituirá en los próximos 50 años, con mucha probabilidad, a la venta de armamento pesado. Se trata del mercado del Big Data, es decir, el tráfico de documentos y datos de terceros, bajo el argumento de la seguridad nacional. El mundo digital ha generado una verdadera eclosión de datos, sobre todo, a través de los dispositivos móviles o smartphones.

Tan sólo en Estados Unidos este negocio ascienda  a 1 mil millones de dólares anuales,  y la enorme trasnacional IBM, en su división Security Sistems aspira a vender 2 mil millones de dólares hacia 2015 en el mercado mundial de la seguridad, cuyo valor absoluto asciende a 90 mil millones de dólares, según la misma compañía. Se calcula que más del 10 por ciento de este gran negocio corresponderá al tráfico de datos de millones de ciudadanos.

IBM Security Sistems tiene cuatro áreas de operación: seguridad de usuarios, seguridad de infraestructura, seguridad de datos y seguridad de aplicaciones. Paradójicamente, el gran negocio se trata de vender sistemas para vulnerar esa seguridad. Y los clientes principales son las agencias gubernamentales de inteligencia o, incluso, el crimen organizado.

Para 2017, IBM calcula que el tráfico de datos a través de dispositivos móviles será 10 veces más grandes a los mil millones de gigabytes. Es decir, 8 veces más que en 2012. Imaginemos lo que eso significará en términos de vigilancia, procesamiento y venta de datos personales.

Este enorme negocio no sólo involucra a IBM o a Hewlett Packard, las trasnacionales con la capacidad de fabricar sistema de Big Data. También ha colocado contra la pared a las gigantes de la web 2.0.

Se trata de “una forma moderna de facismo”, sentenció John Pilguer, corresponsal de guerra, cineasta y escritor. No es casual que en todo el mundo grandes ejecutivos de Google, el gigante de las TIC’S, colaboren con los gobiernos en áreas de seguridad precisamente. Por ejemplo, el asesor de Google Ideas, Jared Cohen, fue asesor de la ex secretaria de Estados Unidos, Condolezza Rice en el gobierno de George Bush.

Sin ir muy lejos, en México, la ex vicepresidenta de Ventas de Google y ex funcionaria de Grupo Televisa, Alejandra Lagunes, es la principal responsable en el gobierno de Enrique Peña Nieto en todo lo relacionado a las políticas digitales de la administración central.

Frente al escándalo y las airadas protestas de organismos defensores de las libertades civiles y la privacidad en internet, Facebook, Microsoft y Apple primero dijeron desconocer PRISM y luego admitieron que han recibido solicitudes del gobierno de Estados Unidos.

Facebook dijo que recibió entre 9 mil y 10 mil peticiones de datos del gobierno estadounidense que involucraban a un total de 18 mil a 19 mil usuarios, mientras Microsoft  afirmó que durante la segunda mitad del 2012 recibió entre 6 mil y 7 mil solicitudes que perjudicaron las cuentas de 31 mil y 32 mil ciudadanos;  Apple precisó que entre enero 2012 y mayo de 2013 recibió entre 4 mil y 5 mil reclamos de las 12 agencias de inteligencia estadounidense para espiar entre 9 mil y 10 mil clientes. En el mismo periodo, Yahoo recibió de 12 mil a 13 mil solicitudes para intervenir correos electrónicos.

El gigante Google, propietario también de Youtube, de Gmail y de uno de los sistemas más utilizados para el archivo de documentos y datos, en general, aún no ha precisado el número de solicitudes.

Distintos especialistas y el propio Snowden han explicado que PRISM da sentido a la cacofonía de la información a granel que pasa por internet y ofrece al gobierno los nombres, direcciones, historial de comunicaciones y archivos completos de mensajes. Este es el valor de este sistema.

Continúa mañana.
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