10 de mayo de 2013

Que me devuelvan a mi hijo | SinEmbargo Por: Lydia Cacho

Que me devuelvan a mi hijo | SinEmbargo OPINIÓN:

Por: Lydia Cacho - mayo 10 de 2013 - 0:00
Cacho en Sinembargo, COLUMNAS - 11 comentarios



Nunca olvidaré el impacto que me causó mi primer viaje a Ciudad Juárez, Chihuahua hace 15 años, cuando convocada por Esther Chávez Cano fui a documentar las desapariciones y asesinatos de mujeres. Allí estaba yo, grabadora y libreta en mano, frente a esta mujer que parecía estar al borde del colapso, pero que en lugar de desmoronarse frente a mí recuperaba su fuerza invocando a su hija de 16 años. Me mostraba su fotografía, me contaba anécdotas. Que si era buena estudiante, que de adulta quería ser enfermera; que era una niña dulce. Y luego otra mujer, que su hija trabajaba en la maquiladora para pagarse los estudios. Una y otra vez las escuché, sentí su rabia, su desesperación, su amor, su ansiedad. Reconocí en ellas esa manera de aferrarse a la vida que tienen quienes han perdido a una hija, a un hijo y no se dan por vencidas ante la desventura. Pero ellas seguían andando.

A lo largo de 15 años documentando la violencia en mi país, he aprendido las más grandes lecciones de ética, de humanismo, de solidaridad. Aprendí, porque necesitaba entenderlo para explicarlo y porque es la responsabilidad de una reportera estudiar y conocer lo que se investiga, de qué está conformado el andamiaje de la impunidad, los materiales férreos y sólidos de la corrupción. Y retraté la mirada, perdida en el hartazgo a veces, a veces gélida, de miles de servidores públicos, desde presidentes hasta legisladores, pasando por policías y procuradores. Documenté su soez trato a las víctimas, su ineficacia profesional, su intolerancia hacia una prensa inquisitiva. Pero ellas seguían andando.

Y 15 años después miro a las madres defender el derecho a saber sobre sus hijos, sobre sus hijas; buscarles en cada rincón del país, decir sus nombres al amanecer y al anochecer, como quien eleva una plegaria para que el milagro se haga presente. Plegaria, del latín precari: rogar, suplicar. En este país se exige justicia, se ruega compasión, se suplica que las autoridades trabajen, que indaguen y busquen hasta encontrar a los hijos y las hijas desparecidas. Sin embargo, las respuestas de la autoridad dejan más desconcertadas a las madres sobrevivientes de una tragedia que crece como una montaña.

fuente: http://www.sinembargo.mx/opinion/10-05-2013/14255

'via Blog this'

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

#Dontriananews gracias por escribirnos