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"La educación, o es subversiva o no es educación". Así comienza su conferencia Leonardo Garnier, un profesor que ha ocupado altos cargos de responsabilidad, desde ministro de Educación en su país, Costa Rica, hasta asesor de organismos internacionales.
Garnier habla de dos prejuicios que hay que quitarse de encima. El primero es creer que el objetivo principal de la educación es formar académicamente a los estudiantes y prepararles para el mundo del trabajo. El segundo es que el objetivo de la educación es hacer "chiquitos obedientes". Son 20 minutos realmente subversivos.
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