EJERCITO EN EL SENADO, tanta lambisconeria con el ejercito solo huele a que viene golpe contra el pueblo desde salinismo

Calles taking the presidential oath (Photo credit: Wikipedia)

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Inédita presencia de jefes militares en la Mesa Directiva del Senado
Rivelino Rueda / Eduardo Ortega
Viernes, 22 de febrero de 2013
Legisladores rinden homenaje al Ejército en su centenario.
Tras años de rispidez, el presidente retoma su posición central.
Senadores se dieron tiempo para intercambiar abrazos, palmadas y muchas fotos.



· HOMENAJE A LAS FUERZAS ARMADAS
La estampa era inédita, nunca antes vista en la historia moderna de México. Los representantes de los tres Poderes de la Unión estaban ahí, codo a codo, en terrenos parlamentarios, en la celebración del centenario de la creación del Ejército Mexicano.



Pero la placa histórica que se dio ayer en la sesión solemne del Senado de la República tenía un valor extra: la presencia en la Mesa Directiva de este recinto legislativo de los titulares de la Defensa Nacional, general Salvador Cienfuegos Zepeda, y de la Marina, almirante Vidal Francisco Soberón.

Juntas, las instituciones civiles y castrenses del país escribieron, en escasos 80 minutos, una página sin precedente, en donde los uniformes militares y los atuendos civiles se entremezclaron en un acto que, en ningún momento, permitió salirse del rígido formato prestablecido por los líderes parlamentarios.

Y aunque en la víspera el presidente Enrique Peña Nieto era considerado para emitir un mensaje en esta ceremonia, al final el protocolo le dio un lugar especial en la celebración pero sin posibilidad de tomar la palabra.

Pero después todos se palmeaban la espalda, se daban fuertes apretones de mano, se abrazaban, se apapachaban, repartían besos, realizaban el saludo castrense frente a los militares.

No era para menos. Se sabía de antemano que esta ceremonia quedará inscrita como una "página gloriosa" en la historia del parlamentarismo mexicano.

Antes, el primer mandatario entró a un salón de plenos diseñado para el trabajo legislativo.

En el Senado no hay pasillos centrales, como en la Cámara de Diputados, que fue ideado y construido en la época más exacerbada del presidencialismo mexicano.

Peña Nieto entró por el pasillo izquierdo y se dirigió directo a su escaño en la Mesa Directiva. Eso sí, entre los sonoros aplausos y la algarabía de las y los senadores del PRI y del PVEM, quienes por un momento se olvidaron que las campañas electorales fueron hace un año.

En ese momento se fue configurando la estampa inédita. De izquierda a derecha: el general almirante Vidal Francisco Soberón Sanz; el general secretario Salvador Cienfuegos Zepeda, ambos con sus impecables trajes de gala.

Inmediatamente después, el presidente y comandante supremo de las fuerzas armadas, Enrique Peña Nieto; el presidente de la Mesa Directiva del Senado, el panista Ernesto Cordero Arroyo; el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Juan Silva Meza, y hasta el extremo izquierdo de la máxima tribuna, el presidente de la Cámara de Diputados, Francisco Arroyo Vieyra.

Vítores castrenses

Sin regateos, todos los senadores presentes e invitados de honor se pusieron de pie para ofrecer a los elementos del Ejército Mexicano un aplauso, el cual se prolongó por tres minutos. En los palcos y en la primera fila del Pleno, los militares sólo inclinaban la cabeza en señal de agradecimiento.

El turno fue para la secretaria de la Mesa Directiva de la Cámara alta, la priista Lilia Guadalupe Merodio Reza, quien dio lectura a un texto sobre el papel del Ejército en sus cien años de vida, y quien enumeró, uno por uno, a los generales secretarios desde 1913, entre los que figuran tres presidentes de la República, uno de ellos fundador, en 1929, del hoy partido en el poder: Plutarco Elías Calles.

En ese momento algunos priistas se enderezaron de sus escaños, orgullosos del caudillo revolucionario, y se mostraron más discretos cuando se mencionaron los nombres de Álvaro Obregón y Lázaro Cárdenas del Río.

Luego llegó el turno de Ernesto Cordero, único orador de la sesión solemne. Y ahí en la tribuna, el panista no dejó pasar la oportunidad para tocar un controvertido tema que, incluso, fue la principal bandera del gobierno del expresidente Felipe Calderón Hinojosa: la participación de la fuerzas armadas en la lucha en contra del crimen organizado.

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