20 de enero de 2013

Seguridad pública para cuidar a los ricos; miseria y hambre para el 80 % de la población. Pedro Echeverría V.

acarrean policias a acto de peña nieto1
acarrean policias a acto de peña nieto1 (Photo credit: trianero2)
Seguridad pública para cuidar a los ricos; miseria y hambre para el 80 % de la población.:

Pedro Echeverría V.
1. Dos noticias interesantes: la primera desde Madrid denunciando la enorme concentración de riquezas mundiales en unas cuantas familias, mismas que fácilmente podrían acabar con la pobreza extrema en el mundo que nos dañan a todos. La otra noticia, que se publica desde Yucatán, es que el gobierno de ese estado invertirá 755 millones de pesos –la mitad vendrá de un empréstito- para la instalación de más videos y cámaras, así como la compra de más patrullas para combatir la delincuencia. Si los gobiernos mexicanos no han querido entender que la “delincuencia” no se combate con armas sino resolviendo los problemas de la miseria y el hambre, la acumulación de riquezas y la terrible desigualdad, menos podrán entender los pobres gobernantes de “provincia” que sólo han leído cuentos de policías y ladrones y ni siquiera poseen cifras del desempleo, de los miserables salarios y la forma en que vive el 80 por ciento de la población que gobierna.

2. Los paraísos fiscales –señaló la Oxfam en Madrid- concentran una tercera parte de la riqueza global y los ingresos de las 100 personas más ricas del mundo bastaría para acabar cuatro veces con la pobreza extrema. El costo de la inequidad: cómo la riqueza y los ingresos extremos, nos dañan a todos. “La explosión de la riqueza y los ingresos extremos está exacerbando la desigualdad y dificultando la capacidad mundial para atajar la pobreza en el mundo. Los 240 mil millones de dólares de ingresos netos de las 100 personas más ricas del planeta bastarían para acabar cuatro veces con la pobreza extrema”. El uno por ciento de las personas más ricas del planeta han incrementado sus ingresos en 60 por ciento en los últimos 20 años y la crisis financiera no ha hecho más que acelerar esta tendencia. Pide a gobernantes que se comprometan a reducir la desigualdad y contener los ingresos extremos, al menos hasta niveles de 1990.
3. El llamado “mundo globalizado” –del se comenzó a hablar al iniciarse la década de los ochenta- nunca ha sido otra cosa que la dominación de los grandes países desarrollados (los ocho) sobre los más pobres del mundo (unos 180), el arrasamiento de sus economías haciendo quebrar a las medianas y pequeñas empresas y la imposición de políticas en beneficio de los grupos empresariales más poderosos. Y dado que ese proceso económico de concentración continúa, ningún país se salva de obedecer sus políticas de dominación. Incluso en Europa (Grecia, España, Portugal), continente privilegiado antes, han comenzado a sentir las terribles crisis provocadas por el saqueo de sus riquezas por menos de una decena de países. Es tan grande la concentración que con sólo expropiar a algunos de esos “paraísos fiscales” la gente tendría suficiente trabajo y comida, que es los primero que importa en estos momentos.
4. Entre tanto en Yucatán: Con el respaldo de representantes de universidades y dirigentes empresariales, el Consejo Estatal de Seguridad Pública autorizó al Gobernador Rolando Zapata a contratar un empréstito hasta por 317 millones de pesos que servirán para blindar la seguridad pública e invertir en infraestructura judicial. Los recursos se invertirán en la creación de un sistema de video-vigilancia y una red de enlace de microondas conformada por 300 cámaras; la adquisición de unas 200 patrullas para los municipios y la construcción de la sede de los juzgados de control y tribunales de oralidad frente al Centro de Reinserción Social de Mérida. El Gobernador informó que este año se invertirán 755 millones de pesos en materia de seguridad y certeza jurídica, para dar cumplimiento a 22 de sus compromisos, que en términos generales se orientan a mantener bajos los índices delincuenciales y la percepción de seguridad que se tiene en la Entidad.
5. Yucatán, uno de los cinco estados más miserables de la República -pero de manera contradictoria muy pacífico por consejos de la religión católica- en vez de dedicar el gobierno todo el dinero en abrir miles de fuentes de empleo para remediar un poco el drama del desplome henequenero de hace 30 años y, al mismo tiempo, exigir que los empleadores ya no paguen salarios tan miserables (60 pesos -4.5 dólares- por ocho horas de trabajo), los gobernantes –imitando al gobierno de Calderón- buscan someter a mayor vigilancia a la ciudadanía desesperada, ignorando el gobierno las condiciones en que vive. Es obvio que la miseria en México ha crecido, aunque mucho más en Yucatán, pero ésta jamás se podrá remediar si no se dan soluciones de fondo. ¿Por qué los ricos siempre aplauden medidas autoritarias, de vigilancia, de persecución, contra la “delincuencia”?
6. Dar prioridad a las medidas de “seguridad” en México fue siempre una demanda de los grandes empresarios apoyados ampliamente por los medios de información que hacía ruido por los secuestros. Por elevar de manera enorme los presupuestos en armas, contratación de policías, soldados, marinos, patrullas, vigilancia, se han recortado los presupuestos públicos en el campo, salud, vivienda, educación, haciendo que el sector privado se enriqueciera más. Dice el gobernador de Yucatán que su mayor satisfacción es ver el rostro “motivante” de la gente después de otorgar un millón de pesos para el campo. Si en lugar de videos y patrullas se aplicaran los 755 millones o mil millones en lugar de 100, los trabajadores tendrían –además del rostro de felicidad- muchos proyectos productivos del campo y no sería necesaria la gran vigilancia policiaca que se busca incrementar.
7. Parece que vivimos el mundo del absurdo, el mundo cabeza-abajo; en vez de atender a los sectores mayoritarios de la población que son los que más lo necesitan, se atienden las demandas de los millonarios que exigen sean cuidados –ellos y sus riquezas- por el gobierno. En lugar de elevar la producción del campo, que es la base de la economía en los países de escaso desarrollo, se invierte en obras que no ayudan a la producción. ¿Es que debemos conformarnos con saber que en todos los países dominan los dueños del capital y que los gobiernos sólo son sus sirvientes? En los seis años de Calderón de dilapidaron riquezas en “combate al narco” que bien pudieron ser empleadas en beneficio de la población. Espero que en el sexenio de Peña Nieto no se repita ese gobierno de asesinatos y deudos; que pase en primer lugar el combate a la miseria y la desigualdad. (20/I/13)
Consulta: http://pedroecheverriav.wordpress.com

pedroe@cablered.net.mx


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