17 de diciembre de 2012

Pleito en palacio, pelean los monarcas MOREIRA por investigación del hijo de Humberto el que bailó a Coahuila

Humberto Moreira. Foto: Miguel Dimayuga.
“Entre los particulares la locura es poco frecuente, entre los grupos, partidos, pueblos y épocas, es la regla”.

Friedrich Nietzsche
 Arremete Moreira contra su hermano y dice que él investigó asesinato de su hijo
Juan Alberto Cedillo
16 de diciembre de 2012 ·

  
Humberto Moreira. 
Foto: Miguel Dimayuga.

SALTILLO, Coah. (proceso.com.mx).- “Estoy insatisfecho con las investigaciones del asesinato de mi hijo”, afirmó hoy Humberto Moreira al criticar las averiguaciones que realiza la administración de su hermano Rubén Moreira.



El exgobernador de Coahuila fue entrevistado al término del bautizo de su nieto Eduardo Humberto Moreira Davis, hijo de José Eduardo Moreira, su hijo mayor asesinado.

“El 90 por ciento de esta investigación la hice yo personalmente, con una participación muy elemental y muy limitada por parte de las autoridades”, dijo Humberto Moreira.

Criticó a su hermano Rubén cuando ha dicho que de la seguridad se encarga él.

“Si van a emprender una guerra y si dicen que de la seguridad se encargan ellos, que se encarguen realmente”, precisó.

“Le he estado diciendo al señor procurador dónde se encuentra El Shaggy, ¿por qué no lo ha detenido? Me cansé de decirle al procurador dónde se encuentra, en qué carro se mueve, dónde está. Desconozco por qué no lo captura”, agregó.

El expresidente del PRI aseguró que en enero de 2013 viajará al extranjero para escribir tres libros y realizar una maestría, un doctorado y aprender inglés.

Mencionó que prepara un texto en el cual critica al expresidente Felipe Calderón Hinojosa, de quien señaló que pasará a la historia superando al usurpador Victoriano Huerta.

El libro se titulará El odio del águila, donde pondrá en evidencia “al desequilibrado mental” de Calderón.



El 2012 va desdibujándose en sus últimos días y, ante el inminente y habitual período vacacional de RazonEs de SER, es hora de hacer el balance deun año que cimbró a México, más allá de que la elección presidencial dejó un resultado previsible y que, en los hechos al menos hasta ahora, el regreso del mismo PRI de toda la vida a Los Pinos, en nada ha cambiado la vida de sus habitantes, ni ha impactado en las cifras de muertos a causa de la violencia, los números aumentan a pesar que sin duda, esta es una de las principales preocupaciones de nuestro pueblo.

Enrique Peña Nieto, como nuevo presidente, tiene el reto de solucionar y no compararse con las cifras rojas de su antecesor, Felipe Calderón:

Más de 50 mil muertos

Cerca de 5 mil personas desaparecidas

140 mil desplazados

200 reos muertos en motines

Más de 40 mil huérfanos como consecuencia de la violencia

La multiplicación de las violaciones a los derecho humanos.
El PRI
, desde el nombramiento de su candidato, Enrique Peña Nieto, no dejó de ser protagonista en los titulares de noticias mexicanas; primero por el atroz endeudamiento de varios estados de la república, entre otros Coahuila, cuyo ex-gobernador y principal señalado como responsable, Humberto Moreira Valdés, no soportó la presión y se vio obligado a renunciar al cargo de dirigente nacional del PRI el 2 de diciembre de 2011 un día después de la rendición de protesta de su hermano Rubén Moreira como gobernador del estado.

Pero en el camino también el tricolor se vio envuelto en los señalamientoshechos en Michoacán, durante el proceso electoral para renovar gubernatura por la presunta participación del crimen organizado en el triunfo de su candidatoFausto Vallejo, donde raudamente se ventiló también el endeudamiento del gobierno del perredista Leonel Godoy.

El 2012 fue el año del PRI, porque para los entendidos, el objetivo y la estrategia diseñada para alcanzarlo, era la recuperación del poder a través del pacto hecho previamente y ex profeso con el ya poco recordado Felipe Calderón Hinojosa; y hay quienes afirman que una vez que el PRI se reempoderó, será una misión imposible volver a sacarlo de la escena política de México.

Enrique Peña Nieto, recién desempacado como presidente, sacó de la galera13 buenas intenciones, pero eso no significa que con su llegada, como por arte de magia terminen los problemas cotidianos de sus gobernados, -porque de acuerdo con el viejo y sabio refrán, de buenas intenciones está empredrado el camino del infierno-  sobre todo la violencia y la inseguridad; los femicidios y los ajustes de cuentas, que parecen haberse recrudecido desde que inició elperíodo de gracia de los primeros 100 días de gobierno del flamante mandatario priísta.





Lo cierto es que en estados como Coahuila, donde todavía no se conoce la alternancia política en el ámbito estatal por su eterna tradición priísta –como lo demuestran la presencia en el gabinete presidencial, del ex gobernador coahuilense Enrique Martínez y Martínez, la ex perredista Rosario Robles Berlanga y ahora, sumado por ella misma a su equipo, el ex secretario de Fomento Económico de Coahuila, Javier Guerrero Garcíaserá difícil alcanzar esa alternancia partidista que Acción Nacional sigue buscando permanentemente sin lograrlo.

El “moreirato” en Coahuila, afianzado al poder priísta a través de Carolina Viggiano, la esposa del actual gobernador y mujer cercanísima al círculo delnuevo Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong y, pese a las supuestas diferencias que existen entre los hermanos Humberto y Rubén Moreira, se perfila como la dinastía política más sólida del actual escenario.
Si bien el asesinato de José Eduardo Moreira Rodríguez, hijo de Humberto Moreira debilitó más de lo que ya estaba la imagen del ex gobernador y ex líder nacional del PRI, también funcionó para que, durante unas cuantas semanas los medios nacionales de información posaran de nuevo la vista sobre el estado de la república que más muertes violentas reportó durante los primeros 10 días de gobierno de Enrique Peña Nieto: 25.

¿Casualidad? Nadie se atreve abiertamente a señalarla, pero curiosamente entre los primeros 25 muertos producto de hechos violentos en México, en los tiempos de Peña Nieto, se cuenta el empresario de la industria del carbón Basilio Niño Ramos, y es que precisamente, semanas atrás el propio Humberto Moreira Valdés había destapado la cloaca, al afirmar que algunos de estos empresarios estarían presuntamente vinculados no sólo con el crimen organizado, sino con el asesinato de su hijo José Eduardo, ocurrido el 3 de octubre pasado, en un camino vecinal del municipio de Acuña, Coahuila, en plena zona fronteriza,

Curiosamente también, el pasado sábado 15 de diciembre, a unos cuántos días de que la Auditoría Superior del Estado había detallado algunos puntos oscuros respecto de la deuda pública de Coahuila, que asciende a 36 mil millones de pesos, fue atacado por desconocidos que lanzaron supuestas bombas molotov contra el edificio de esa instancia dependiente del poder legislativo coahuilense, ¿otra casualidad?....

A estas “curiosidades”, podríamos agregar los ataques sufridos por edificios del PRI en Saltillo y otros municipios coahuilenses, que coincidieron con el arribo de Enrique Peña Nieto a la presidencia de la República, así como por supuesto a los actos de represión contra grupos de manifestantes opositores a “la imposición” del priísta. ¿Serán casualidades? Nadie se atreve a afirmarlo abiertamente, sólo que en el imaginario colectivo hay un personaje que podría estar detrás de todo ello: Humberto Moreira Valdés, quien por cierto, para cerrar su despliegue mediático más reciente, interpuso una demanda por “daño moral” contra el periodista Pedro Ferriz de Con, amenazando al decir que sería la primera de varias demandas contra comunicadores que le causaron “daño moral”.

Si bien los trascendidos no hacen bien a nada ni a nadie, tampoco pueden desecharse del todo, porque podrían contener una buena dosis de verdad digna de investigarse o corroborarla, y entre los que más circulan en esta entidad donde la gente cree más en las redes sociales que en los medios de comunicación, es digna de mencionarse la versión de la falsa muerte de Heriberto Lazcano Lazcano –“El Lazca”- cuyo supuesto cadáver habría sido “robado” de la funeraria que sirvió como improvisada morgue. Lo cierto es que hoy la muerte –cierta o falsa- de “El Lazca” ya quedó en el olvido, porque hechos relevantes, como la asunción al poder de Enrique Peña Nieto y otros tantos la fueron opacando rápidamente.





Pero Coahuila, sin embargo, sigue estando presente en las primeras planas y notas principales de los medios de comunicación de trascendencia nacional, porque municipios como Saltillo, Piedras Negras y Torreón siguen siendo escenarios constantes de enfrentamientos, ajustes de cuentas, cuerpos colgados o desmembrados y desechados en bolsas de plástico y un total de14 ataques a la Policía Federal.

En Torreón por lo menos, el Servicio Médico Forense que funciona históricamente en el anfiteatro del Hospital Universitario, ha sido declaradoinsuficiente para atender la cantidad de muertes violentas y de cadáveres no identificados ni reclamados; pero también el proyecto de construcción de un nuevo y funcional Servicio Médico Forense oficial se ha suspendido en un par de ocasiones. Los dos cementerios municipales también se declararon insuficientes, al encontrarse al 95 y 98% de sus respectivas capacidades, y más allá de la realidad contundente: la gente muere a diario, es cierto que desde el inicio de la ola violenta allá por el 2007, la cifra de fallecimientos aumentó considerablemente en este municipio, rebasando la capacidad de los panteones que dependen del ayuntamiento de Torreón.

Para colmo, las extorsiones y secuestros siguen prevaleciendo como los delitos más recurrentes, de hecho ni siquiera los funcionarios municipales han escapado, como ocurrió con una regidora priísta, que presuntamente fuevíctima de secuestro y por quien, según versiones de allegados a la funcionaria, el municipio de Torreón habría pagado un rescate de cinco millones de pesos.
Lo “curioso” es que el presunto secuestro haya sucedido días después de que se logró la detención de nueve integrantes de una banda dedicada a este delito, donde la parte que más destacaron no sólo las autoridades, sino también los medios de comunicación, es que dos de los supuestos secuestradores son militantes panistas, “allegados a Guillermo Anaya”, en una abierta señal depretender vincular el acto delictivo con las actividades partidistas, como si no hubiese militantes priístas o perredistas señalados por toda clase de comisión de delitos e incluso, vinculados abierta y probadamente, en otras regiones del país, con el crimen organizado.

Pero lo dicho: en el final de este 2012, el hecho más relevante es el reempoderamiento del Partido Revolucionario Institucional, que seguramente durante 2013, una vez que terminen los primeros cien días de gobierno del recién estrenado presidente, empezará a recuperar sus viejas tácticas y estrategias para atornillarse al poder y no volver a perderlo, que en realidad es la verdadera estrategia.

Muchos mexicanos cuya opción no era el PRI en el ya lejano 1º de julio, son los que hoy están más convencidos que nunca que, después de este mandato priísta, tendrán que pasar de nuevo setenta o muchos años más, para queel partido renuncie al poder que logró rescatar y sobre todo, ejercerlo con más fuerza que nunca, aunque tenga que ser por la vía de la represión y de la continuidad del esquema que tanto se le cuestionó al panista Felipe Calderón, el de la sangre de miles de mexicanos más.

Sinceramente, espero equivocarme.



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