Dossier ahpd 106 James Mayer de Rothschild* Atención Señora Rocío Arenas
Octubre 24 del 2013
Los problemas de Palestina y de todo el Medio Oriente, no son ajenos a lo que sucede en México *Si en México queremos saber por qué nos suceden desgracias políticas y económicas, analicemos el caso Palestina. *Podría no ser tan remoto el día en que en México nos suceda lo mismo que pasa en ese país.
El problema actual en el Medio Oriente Palestina/Israel comenzó en 1919 cuando tomó posesión Gran Bretaña de la zona, como “protectorado”, así le decían a los países víctimas iniciales de su hegemonía imperial, posteriormente ese territorio –Palestina al que me refiero- sería convertido en un país judío fortalecido con las armas británicas y con dos fines: Uno.- Mantener una base militar de cara a Occidente pero enclavado en el Oeste de la península arábiga, y dos.- vender a los judíos el espacio para conformar una nación judía configurada en apariencia como un hogar nacional judío, pero en el fondo, mantener a Palestina como base militar inglesa, la que hoy por circunstancias lógicas por el empoderamiento de EEUU como la máxima potencia, sigue siendo –con el nombre de Israel- una base militar estadounidense al servicio de Washington.
Después de la II Guerra Mundial el Medio Oriente se reconfiguró, Francia se queda con Siria e inventa a Líbano como nación aliada, dejándola como un valladar de la civilización cristiana occidental contra la barbarie árabe musulmana. Lo mismo adujeron Gran Bretaña y EEUU sobre la creación del estado de Israel, prefigurado como hogar nacional judío y muro de contención ante la barbarie islámica: La realidad, por las razones prácticas de la política estadounidense, es que Israel nació como una base militar norteamericana para mantener a raya a los regímenes que se opusieran a sus designios. Aún en estos días, Israel no es, con mucho, un hogar nacional judío y menos un país independiente democrático, es puntual y tácitamente una base militar de Norte América al servicio de las trasnacionales de EEUU y punta de lanza para contener cualquier oposición a los intereses de Washington, sean estos pecuniarios, hegemónicos, políticos o diplomáticos.
Israel hoy en día es el error político y diplomático más grave y dañino para la humanidad y o para el concierto de las naciones, de los últimos 94 años (1919/2013). No lo digo yo sino los judíos más inteligentes y decentes del mundo (Noam Chomsky es uno de ellos) y digo error político porque encomendarle a los judíos una nación para confrontarla con un mundo islámico creciente y con 22 países árabes en desarrollo, a pesar del expolio europeo y de EEUU de que son víctimas, es demasiado. Los judíos no son ni tienen fama de militares, políticos y diplomáticos, su fortaleza radica en las cuestiones pecuniarias y de negocios que atañen al dinero, el oro, los productos estratégicos para hacer negocios con ellos y a la acumulación de capital para la especulación financiera; no son soldados valientes ni estrategas militares, su atropellada historia nos lo dice. Otra de las cualidades de no pocos judíos, ajenas a la esencia militar es la del espionaje a favor de quien en el momento les convenga. Hoy espían para EEUU y lo hacen porque pertenecen a una corporación formidablemente organizada para ello, AIPAC, se trata de un ente judío que vela por el interés de Israel y la judería; es un grupo de presión política tan enorme dentro de EEUU, que en ciertos mementos se cree que rebasa el poder de la Casa Blanca y el Capitolio.
Ejemplo de lo anterior hay de sobra, AIPAC organizó la llegada a la Casa Blanca de Mónica Lewinsky y otras damitas, para tentar en sus más íntimos sentimientos sexuales a Clinton y lo logró; lo mismo cabildea en la Cámara de Representantes (diputados) y en el Senado, para obstruir o destrabar cualquier ley, con el fin de favorecer no sólo a los judíos de EEUU sino a Israel y a los intereses de las trasnacionales de las que muchos de ellos son socios. AIPAC tiene el control de los judíos que deambulan por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, y por ello hemos tenido y tenemos en México a tantos funcionarios judíos en la CONSAR, PEMEX, HACIENDA, la Secretaría de Energía, la SENER, en CONAGUA y en otras dependencias que pueden incidir en las decisiones importantes, como lo son en México, la privatización de los energéticos, el control de las AFORES, la Bolsa Mexicana de Valores, el Banco de México, el IMSS, recursos hidráulicos, e incluso en la Presidencia de la república. Ellos son: Martín y Alejandro Werner, Jaime Zabludovsky, Santiago Levi, Mario Gabriel Budebo, Moisés Shuartz, David Korenfeld, Andrés Rozenthal Gutman y una treintena más de gente brillante que vela dentro de México por los intereses de EEUU.
AIPAC es relativamente un organismo judío novedoso, pero siempre, desde la época napoleónica han existido organizaciones de judíos encabezadas desde 1859 por James Rothschild* y hoy por sus descendientes, mismos que conforman el capital más grande del mundo a través del control de los capitales internacionales de judíos y de sus asociaciones con empresas petroleras, acereras, fábricas de armas, bancos y financieras, y por supuesto con la agroindustria y la química como MONSANTO y Carguill, por mencionar sólo a dos de sus empresas dedicadas al control de la producción alimentaria mundial con el único fin de que EEUU utilice ese medio para el control político mundial y así sostener, por medio del hambre, su hegemonía sobre más de 180 naciones; MONSANTO con capital de los Rothschild, recientemente compró a la empresa Blackwater que tiene en su nómina más de 50 mil mercenarios. O, ¿usted qué opina apreciable lector?
*James Mayer de Rotschild financió a Luis Carlos Napoleón III en varias guerras. Una de ellas la invasión a México para imponer el imperio de Maximiliano. Otra, la de Crimea para sacar a Rusia del Mar Negro, y otra más, no la única pero sí la última, la guerra contra Prusia, cosa que le resultó contraproducente a Napoleón y por ello tuvo que replegar al ejército francés al mando del general Francois Achille Bazaine en México, hacia Francia (quien por cierto se casó con la mujer –según se decía- más hermosa de México, Pepita de La Peña) provocando con ello que el ejército liberal mexicano lograse llevar al cerro de las campanas, a Maximiliano, a Miramón y a Mejía. Hoy, la misma familia Rothschild, financia el cabildeo para la privatización de PEMEX.
Atenta y respetuosamente Augusto Hugo Peña D. Zuloaga 22 c. p. 27140 Torreón, Coahuila. Tel. 312 29 67 – E-mail ah.pd@hotmail.com'via Blog this'
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