Estambul: "Ahora sabemos a qué sabe la resistencia"

Estambul: "Ahora sabemos a qué sabe la resistencia":
Post publicado en la web de una de las plataformas que iniciaron las protestas en el parque Gezi de Estambul la pasada semana, traducido por un estudiante de Huesca que hace el erasmus en dicha ciudad. Este es el texto.

"Mucho va a ser lo escrito acerca de estos cuatro días, mucha la tinta que será empleada, y, cuantiosos los brillantes análisis políticos que están ya de camino. Pero, ¿qué ha pasado realmente en estos cuatro días?

'No hay que ceder'

La resistencia por el parque Gezi encendió la capacidad colectiva para organizarse y actuar entre nosotros, ciudadanos comunes. Ha sido cuestión de tan sólo una chispa… vimos el gran cuerpo de la resistencia caminar hacia nosotros sobre el puente del Bósforo; lo vimos resistir sin temor a lo largo de la calle Istiklal, vimos sus extremidades en cada uno que, ahogado por un exceso de gases lacrimógenos, todavía luchaba para ayudar a otro; lo vimos en los vendedores dándonos comida, en los propios residentes abriéndonos sus puertas para acoger a los heridos; en los doctores voluntarios y en las abuelas aporreando sus cacerolas en las ventanas durante toda la noche como un gesto de desobediencia.

La policía libró una verdadera batalla contra nosotros: se les acabaron los gases lacrimógenos, nos atraparon en el metro y nos dispararon bolas de goma, pero no pudieron quebrar nuestro cuerpo. Porque el cuerpo de la resistencia, una vez encendido, sólo puede seguir adelante. Y ahora todas nuestras experiencias son parte de una memoria colectiva que correrá por nuestras venas como linfa, por lo que siempre recordaremos un hecho muy simple: podemos elegir nuestro destino a través de nuestra propia acción colectiva. Podemos reclamar nuestra vida y dónde queremos vivirla.

Lo que empezó en Gezi nutrió nuestra fuerza y coraje con su tenacidad, creatividad, determinación y confianza. En cuestión de segundos, la resistencia floreció desde Gezi a la plaza Taksim, y desde Taksim a todo Estambul y entonces, al resto del país. La lucha por el parque Gezi se convirtió en el lugar donde pregonar toda nuestra ira contra todo aquello que nos impide decidir nuestra propia manera de vivir la ciudad.

Tras esta muestra de rabia y solidaridad, nada será lo mismo. Ninguno de nosotros será el mismo. Porque ahora hemos visto algo sobre nosotros que nunca antes habíamos visto. No es que simplemente lo hayamos visto: lo hemos hecho juntos. Vimos nuestros propios cuerpos encenderse por una chispa y establecer el cuerpo de la resistencia colectiva a la vida.

La lucha por el parque Gezi activó un motín juvenil: asignó un lugar y un significado a una o dos generaciones que han vivido los gobiernos del AKP y que identifican Recep Tayyip Erdoĝan con autoritarismo. Son los niños de las familias desalojadas de Tarlabasi en el nombre de grandes planes urbanos de elitización, son los trabajadores que perdieron sus empleos por recortes en gastos y privatización de fábricas. Cualquier lucha que esté por venir será enriquecida por estas generaciones.

La lucha por el parque Gezi y la plaza Taksim han establecido una definición acerca de lo que significa el espacio público. Reivindicar Taksim ha hecho añicos la hegemonía del AKP acerca de lo que se supone que una plaza debe significar para nosotros, ciudadanos; porque ahora Taksim es lo que la Resistencia desea que signifique: nuestra plaza pública.

Hemos visto la resistencia que una simple chispa puede encender, y ahora sabemos que somos perfectamente capaces de encender nuevos fogonazos y activar nuevas resistencias. Podemos sentir nuestra potencia colectiva contra la desposesión de nuestros bienes y lo que compartimos, porque sabemos a qué sabe la resistencia. No deberíamos retroceder de donde estamos. Porque sabemos que cargamos algo más que una chispa, más que una lucha, y que es tan sólo cuestión de un momento que una sola chispa se convierta en un fuego.
Esto es solo el principio. ¡la lucha continua!"