LA REDACCIÓN
22 DE MAYO DE 2013
DESTACADO
El director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), Eugenio Imaz Gisper, y el procurador general de la República, Jesús Murillo Karam.
Foto: Germán Canseco
MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- El procurador general de la República, Jesús Murillo Karam y el director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), Eugenio Imaz Gisper negociaron que la golpiza del nieto de Murillo, Gerardo Saade, a su exnovia Alexia, hija de Imaz, quedara en la impunidad.
De acuerdo con un relato que publica la periodista Lydia Cacho en el portal Sinembargo, desde las oficinas del procurador de Morelos, Rodrigo Dorantes Salgado, salió una llamada para Murillo Karam quien a su vez se comunicó en dos ocasiones con Imaz en las que le pidió que la joven no levantara cargos, que su nieto ofrecería una disculpa pública y que él se aseguraría de que jamás volviera a molestar a Alexia, de 22 años.
Lydia Cacho continúa su relato:
“Fuentes de la PGJM explicaron a esta periodista que Alexia acudió a la PGJE en donde narró los hechos ante el Ministerio Público, pero de pronto, luego de recibir varias llamadas telefónicas, dijo que no levantaría la denuncia penal contra el agresor quien, según la propia fiscalía, podría haber sido detenido en el instante por allanamiento y por violencia de género, lo que según la Ley de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia se persigue de oficio, y con la evidencia que en ese momento tenía la fiscalía podría haber actuado inmediatamente”.
Sigue Cacho: “Así, tal como estaba planeado, el joven golpeador, conocido en su escuela por abusos machistas y una personalidad controladora, asistió a la PGJE de Morelos. Allí, según fuentes de la fiscalía, “el joven con la cabeza gacha y un abogado acudió a preguntar si había una denuncia en su contra”. Allí mismo hizo un acto de contricción: aceptó haber golpeado a Alexia y haberse metido a su hogar sin permiso. También dijo en las oficinas del Procurador estatal, que no tenía excusa o pretexto para golpearla, pero que estaba arrepentido. Como si la Procuraduría fuera Iglesia, la confesión bastó para absolverlo de toda responsabilidad. Oportunamente, a Gerardo Saade Murillo le tomaron una fotografía donde se le ven los ojos llorosos y un gesto de angustia”.
Ayer martes 21 de mayo Alexia Imaz, reveló en las redes sociales que el nieto del procurador, Gerardo Saade Murillo, se saltó la barda de su hogar en Cuernavaca, Morelos, luego de una larga insistencia del joven para verla.
De acuerdo con lo escrito por Cacho, “ella se había negado a hablar más con él; pero ante la negativa, el joven nieto del también exgobernador de Hidalgo se metió por la fuerza a su casa, de allí a su habitación y cuando Alexia se defendió al verlo y se negó a discutir con él sobre la relación que el joven perseguía, la golpeó a puñetazos en la cara”.
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