18 de febrero de 2013

LACRAS DETRÁS DE PEÑA NIETO: La truculenta historia del Niño Verde

La truculenta historia del Niño Verde | El Economista:

18 Febrero, 2013 - 22:01
CREDITO:
Manuel Ajenjo
Aunque desde hace un buen de tiempo ya tiene peleas en la Coliseo, peluches en la juguetería o pelícanos en la costera, a Jorge Emilio González Martínez todavía le dicen el Niño Verde y, por lo visto, le seguirán diciendo.

Lo de verde le viene, en parte, por el negocio familiar constituido por el partido político del mismo color que con el calificativo de ecologista financiamos los contribuyentes.

También al niño le dicen verde por su proclividad hacia el billete de ese color. Recordará el lector que González Martínez fue grabado cuando negociaba un soborno de 2 millones de dólares a cambio de, mediante sus influencias, conseguir un permiso para construir en una zona de Cancún; construcción que afectaría a la flora y a la fauna de ese lugar.



No obstante que el video donde se le ve negociando los 2 millones de billetes verdes fue difundido por televisión en el 2004 y que en el 2011 se vio involucrado en el dudoso suicidio de una joven búlgara que se tiró desde el balcón de un departamento ubicado en el piso 19 de la Torre Esmeralda de Cancún, cuya propiedad Jorge Emilio niega y la atribuye a “familiares”, éste es Senador de la República y coordinador de la bancada de su partido.

Lo de niño le viene por su inmadurez, que lo lleva a cometer errores como el perpetrado la madrugada del pasado domingo, cuando en el punto de revisión número 7 del Programa Conduce sin Alcohol, ubicado sobre Paseo de la Reforma y Campos Elíseos, elementos de la Secretaria de Seguridad Pública del Distrito Federal lo conminaron a someterse a la prueba del alcoholímetro, a lo que el Senador se negó. Inclusive, de acuerdo con los uniformados, en un intento por proteger su identidad, se hizo pasar por Jorge Rodríguez y junto con sus escoltas lanzó amenazas contra los policías. A pesar de todo lo anterior, el político fue remitido el Centro de Sanciones Administrativas conocido como El Torito -a él, que está en contra de la fiesta de los toros-.

Declaraciones

Mi juicio sobre la inmadurez del político sedicente ecologista se basa en el sentido común: una personalidad de su estatus tiene chofer y escoltas -guarros, les dicen los mirreyes-, ¿por qué no disponer de uno de éstos para que le maneje el auto y, con ello, evitar lo que le sucedió?

Luego de la reflexión, me pongo en sus zapatos -Ferragamo- y lo entiendo: los guaruras son nacos y no hay sensación peor para el tacto de la gente bonita que un volante sudado por un naco.

En busca de mayor información que le diera sustento a mi teoría de la falta de madurez del precitado muchacho, sintonizo a Joaquín López Dóriga justo en el momento en que entrevista al Senador. A continuación, sintetizo la charla agregándole algún comentario.

Emilio le dice a Joaquín que en una comida se tomó cuatro tequilas y que la detención fue a las 12 de la noche. Irónico, el periodista le comenta que la comida se prolongó demasiado. Emilio le dice que empezó tarde. (Niño tonto, las comidas que empiezan tarde se llaman cenas).

Primero dijo que venía solo porque no estaba su chofer, enseguida explicó que lo acompañaban unos amigos. (Chamaco babas: no se puede venir solo si te acompañan amigos). Joaquín le comentó que sus escoltas maltrataron a los policías. Entonces ya no habló de sus amigos y dejó abierta la posibilidad de que éstos se hayan propasado con algunos policías: “Eran como 20 -los policías-, probablemente no me di cuenta”.

Luego le dijo a Joaquín que su chofer lo llevó al Torito. López Dóriga no pasó por alto el dato y con sarcasmo le expresó: “Ah... al fin llegó tu chofer”. (Escuincle mentiroso, si mientes, sé consistente con la mentira).

También habló elogiosamente del Programa Conduce sin Alcohol -no le quedaba de otra-. Reconoció su falta. Manifestó varias veces que si se toma uno más de dos cervezas o tragos, no se puede conducir. (Chavo borrachín: ¿a nosotros qué nos dices? Repítetelo a ti mismo).

Dijo que todos los que están en el programa se portaron muy amables con él. Se quejó de que una vez adentro se pasa hambre y frío, porque no te permiten meter nada ni te dan nada. (Nene consentido, es castigo, no fiesta). No se quejó de la gran cantidad de ratas y cucarachas que hay en el Centro de Sanciones, porque su atributo de “ecologista” se lo prohíbe.

Les dio crédito a dos guardianes: Jonathan Ibarra y Jesús Daniel Vera -sólo por haber sido mencionados por Jorge Emilio ahora tienen categoría de proles VIP-.

Lo que nadie le cree es que no dijo su verdadero nombre, porque no quería usar su fuero de Senador, sino pagar su culpa como cualquier ciudadano. (Mi pequeño Pinocho, si nos crees tan ingenuos como para creerte chica mentirota, además de un niño inmaduro, eres un escuincle pendejo. Serás bueno para hacer negocios, pero si la pendejez fuera una religión, tú serías el Papa).

Chiste cruel

Mató a su novia y se dijo: pies, para qué los quiero.

'via Blog this'

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

#Dontriananews gracias por escribirnos