Vicente Fox Pemex (Photo credit: Wikipedia) |
Lo que era negro se volvió gris.
De hecho, ante el fiasco que le cerraba el paso a la posibilidad de una planta conjunta para integrar la cadena de cloruro de vinilo, principal insumo para producir productos de PET, con énfasis en envases, la firma química propiedad del exbanquero Antonio Del Valle había anunciado que jugaría sus fichas fuera del país, concretamente en Estados Unidos.
La inversión conjunta, en la que Pemex tendría el 34%, le abre la puerta a la creación de un monopolio en la materia.
La alianza se haría, bajo la ruta seguida por la empresa pública para operaciones polémicas, por una puerta lateral, es decir vía la filial de la paraestatal Pemex Petroquímica, bajo el pretexto de que la paraestatal no cuenta con recursos para emprender por sí misma el proyecto.
Lo cierto es que la filial de Pemex mantenía hasta el final del sexenio pasado un subejercicio del 50% de su presupuesto.
Lo curioso del caso es que, abandonado a su suerte por años el complejo petroquímico de Pajaritos, ubicado en Coatzacoalcos, Veracruz, en los últimos meses se empezaron a realizar algunas modificaciones. De entrada, se levantó una barda perimetral con colosales torres de vigilancia parecidas a las de los reclusorios.
En paralelo, se cambiaron instalaciones de drenaje químico y pluvial; se repararon, a costo de 200 millones de pesos, tres tanques de enfriamiento y se repararon los equipos mecánicos y de mantenimiento en edificios y talleres.
Se tendía, pues, la alfombra para la llegada de Mexichem.
La paradoja del caso es que, colocados como el principal obstáculo para el sí a la primera empresa público-privada de Pemex desde la expropiación petrolera de 1938, los cuatro representantes sindicales ante el Consejo de Administración le dieron la vuelta a la tortilla a despecho de su objeción frente a lo que ubicaban como despido masivo.
De dos mil trabajadores actuales del complejo, sólo quedarían 800.
El interés de Mexichem por participar en el complejo de Pajaritos con el control total de la cadena de cloruro de vinilo, se inició hace una década con la compra de plantas en funcionamiento.
El primero llegó con la adquisición de una planta productora de cloruro ubicada justo a un lado del complejo de Coatzacoalcos.
Lo inaudito del caso es que originalmente ésta era una firma paraestatal llamada Cloro de Tehuantepec, en la que Pemex tenía el 40% de las acciones.
Sin información alguna sobre la operación de compra, hete aquí que a la llegada de Vicente Fox a la Presidencia de la República, resultó que Mexichem era ya la dueña.
Así nada más.
El caso es que a partir de entonces el complejo Pajaritos le compra cloro a Mexichem para procesarlo con etileno y producir cloruro de vinilo… que luego lo vende, lo adivinó usted, a la empresa de la familia Del Valle.
Pajaritos es el primer complejo construido en el país. Su fuerte, además del codiciado etileno, cuya pureza es extraordinaria, es una infraestructura con grandes talleres de soldadura, torno y mecánica, además de calderas para vapor, dos incineradores para productos químicos, en paralelo, naturalmente, a la planta de cloruro de vinilo.
Además de la Controversia Constitucional, la bancada del PRD en el Congreso pedirá una investigación a fondo a fin de conocer si se sobornó a los integrantes del Consejo de Administración.
¡Pácatelas!
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