Regresamos, mexicanos, a 1968. Los estudiantes de entonces, como los de hoy, se manifestaban contra el gobierno. Los estudiantes nunca cambiarán ¡y qué bueno! Lo malo es que el lerdo PRI, por lo visto, tampoco. El gobierno absolutista de entonces apeló a la tropa y desde entonces el PRI y el Ejército cargan dentro y fuera del país con una mancha indeleble de represores. Hoy, menos mal, el Ejército no intervino. El delirium tremens de Calderón ya no pudo enfrentarlo a la población como lo hizo desde 2007. Pero la represión contra estudiantes volvió a suceder. Esta vez cobardemente disfrazada para echarles la culpa a las propias víctimas, como es priísta, prianista ¿o mexicana? costumbre.
Los #Yo soy 132 anunciaron su protesta contra la Telecracia desde aquella mañana en la Universidad Iberoamericana en que se portaron fatal contra el visitante, entonces candidato a la presidencia, Enrique Peña Nieto.
¡Hasta lo hicieron huir de sus instalaciones! No tuvieron empacho en declararle cara a cara que no lo querían de presidente, entre otras razones, porque era el “candidato de Televisa”. Estos insolentes se creyeron realmente eso de la democracia mexicana o, mejor aún, están determinados a que sea veraz. Desde entonces no dejaron de manifestar su oposición al PRI y empezaron en todo el país a ser perseguidos por ello. Al parecer los jóvenes de # Soy 132 no son un movimiento de utilería.
En las últimas semanas mostraron constantemente su lícita antipatía por el “presidente electo” y anunciaron claramente otra vez su protesta para el 1º de diciembre 2012, día previsto para la toma de posesión. Estos chavos no se andan por las ramas ni se esconden, y son demasiado inteligentes e instruidos para ser violentos. Pero también son demasiados listos para dejarse infiltrar por intereses ajenos, violentos y tontos, como dicen Mondragón y Kalb. Como a millones de mexicanos, ganas no han de faltarles de entrarle a los guamazos, pero se las aguantan, nos las aguantamos viejos y jóvenes que en verdad queremos transformar civilizadamente al país para obtener el que merecemos, un México menos dantesco que el que nos han dejado los prianistas neoliberales, manipulados por Salinas desde que empezó a adueñarse del poder en tiempos de su dizque jefe Miguel de la Madrid.
La gente franca y valiente es respetable. Y fue para quitarle al #yo Soy 132 esa respetabilidad que el gobierno saliente, el entrante y lo más lamentable “el gobierno de izquierda del DF” armaron los disturbios del 1º de diciembre, que no son más que una calca, réplica, copia de lo que fue el 2 de octubre 1968. Ni siquiera alguna imaginación mostraron el Nuevo PRI y socios en su táctica cavernaria.
La respetabilidad de la oposición es algo que se niega a entender la clase política, la de los HUESOS, que cree aún que México se concreta a ella. Cree que el poder absoluto que ejerció a lo largo del siglo XX no tiene porqué cambiar. Y si no lo entiende y si su apoyo, el Poder Judicial no suelta inmediatamente a las personas arrestadas y vejadas injustamente Peña no se la va a acabar a lo largo del sexenio. No va a gozar de la menor confianza y la gente se dirá: Si al subir hizo ESO, ¿qué no será capaz de hacer ya afianzado?
En 1968 y 1971, porque Echeverría volvió a la andadas con sus “halcones”, fue sobre todo la prensa nacional (que nos se vende) y la internacional las que atestiguaron las fechorías del Poder. Hoy hay otro tipo de testigos, las miles de cámaras que tomaron fotos y videos sin parar, definitivas pruebas de que el estúpido y contraproducente golpe contra la Capital fue preparado durante semanas. Hay redes sociales dónde publicar todo esto. Pero además hay testigos presenciales de calidad: Denise Dresser y sus alumnos, por ejemplo. Denise relató en detalle todo lo que vio con su grupo. Y no hay pierde.
Fue precisamente el reiterado y franco anuncio de su oposición a Peña Nieto, de protesta contra lo que consideran su imposición, lo que produjo que varias fuerzas políticas, además del evidente PRI cuyo sello es INCONFUNDIBLE, las que decidieron el golpe de este nuevo 68. La venganza sobre la población capitalina en el caso, que desde 1997 fue respetada por sus gobiernos de izquierda.
Nombres, nombres…
Son evidentes los nombres de los que pretextaron una violencia que ellos mismos ejercieron para reventarle un ojo a un joven… o para poner en coma a otro. Para noticias frescas y denuncias sustentadas apunta, lector el siguiente correo: Derechoshumanos132@gmail.com
Desde luego Salinas y es preocupante porque a él se le puede decir de todo, menos pentonto. ¿Estará perdiendo neuronas? ¿No se da cuenta que esa receta que no sirvió en el 68 ahora es completamente contraproducente para su pupilo? Le falta contacto con la prole. Y los que sobresalen como ejecutores del dicho golpe, que se encontraban en los puestos de mando para llevar la criminal estupidez a cabo, son aún peores que los “priístas puros”. Perdieron la confianza popular, aunque el hoy jefe de gobierno Mancera, hable de “revolución pacífica”. Mondragón y Kalb era confiable para muchos capitalinos. Ya no. Es el más favorecido, ese misterioso médico y empresario, hoy Secretario de Seguridad Federal y hace unos días lo mismo en el gobierno de Marcelo Ebrard, el “mejor alcalde del mundo”, que según el terrible derechista Ricardo Alemán, con el que coincido sólo esta vez, se quedó como el perro de las dos tortas. ¿O acaso le van a soltar el PRD? Sí, Chucho, o mejor dicho, sí, Chuchos… Qué caro nos cuesta el reemplazo de Genaro García Luna, otro que, lógico, pudo darse antes de ir a poner su cadena de restaurantes en Miami y anexas, el lujo de despedirse con una última canallada. El PRIAN no está disuelto, en el complot (palabra francesa, por lo que no se pronuncia la T), claro que pudieron influir las frustraciones de Calderón y su más cercano cómplice, ese odiado Genaro que se va fresco como lechuga.
Todos están en el ajo, el gobierno que se fue, el que llega y el de la Ciudad de México, decidieron enrejar media ciudad y enviar a granaderos con órdenes de “ser #1968”. Como muestran los videos. Cualquier persona con uniforme, con una macana, balas de goma y gases lacrimógenos se convierte, al son de un simple “duro con ellos” en nazis totonacas del siglo pasado. El equivocado miedo a los #Soy 132 bastó para regresar a México, DF, al 2 de octubre de 1968. Esa peli ya la vimos los que tenemos la suerte de ser bastante rucos para haberla vivido y poder hablar con conocimiento de causa. Es que la táctica fue idéntica. No hay ni necesidad de ver la foto de Proceso de los del pantalón kaki protegidos por la vallas.
Sólo que ya no estamos en 1968. Hoy las redes sociales, el Internet y sus maravillosas herramientas, que le han dado a los ciudadanos del mundo un verdadero derecho a la información y ¡a la libre expresión!, registran sin dejar lugar a duda todos los hechos y decires de este momento de la Historia. Y los videos en las redes sociales de lo acontecido el 1º de diciembre en el precioso Centro Histórico de la capital del país demuestran lo antes dicho.
Si Peña Nieto es libre y valiente debió personalmente dar la orden ¡Me la juego: Ni una sola valla! El valor, el gran valor, es algo con lo que los verdaderos estadistas las más de las veces se han metido al pueblo a la bolsa. Quiero pensar que ni uno solo de los jóvenes de # Yo soy 132 hubiera aprovechado para hacerle daño físico y quizás los provocadores preparados no se hubieran arriesgado a tocarlo tampoco. Ni siquiera Don Beltrone.
Sé algo de Peña Nieto que me hace creer que no es totalmente robot. Lo contó en forma privada una periodista que lo presenció. En un momento muy similar al actual, en Atenco Edomex, 2006, dijo haber visto llorar a Peña Nieto cuando se percató del daño que TODAS las policías federales, estatales, municipales – Fox, Medina Mora y él mismo- habían hecho a su gente del Edomex. Era el fin de la estúpida y malévola presidencia de Vicente Fox. En Atenco se dio el fallecimiento de Alexis Benhumea y Javier Cortés, la detención de 207 personas -entre ellas 10 menores de edad-, 146 detenciones arbitrarias, la expulsión de cinco extranjeros y quejas contra elementos policiacos por presuntas vejaciones y violaciones sexuales a 26 mujeres. Era la venganza de Fox contra los Machetes Alzados de los mexiquenses que le negaron sus tierras laborables de las que han vivido siempre, para un aeropuerto de la Capital (quería además pagar a 7 pesos el metro cuadrado). Significaba inmenso negocio para el presidente y posiblemente para otros. El entonces procurador general, Medina Mora, que se ha ido a olvidar a Londres en calidad de embajador aquella otra agresión contra gente inerme, comandó la violencia contra unos floristas opuestos al proyecto gubernamental.
Hubiera sido pertinente que Peña Nieto recordara el 1º de diciembre lo que le ha costado esa venganza de Fox a la que ayudó, para no caer en el mismo error hoy:
Atenco no se olvida. Está en el récord mundial. El 2 de octubre no se olvida, la fecha es histórica para siempre. Y hoy se ha plasmado otro slogan contundente: El 1º de diciembre no se olvida. Más que como amenaza para meter al orden a estudiantes revoltosos, es una toma de posición inaceptable del nuevo gobierno que ya llega con otras varias colas que le pisen tipo, Monex, Soriana y demás.
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T @manouscrita
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