31 de octubre de 2012

Yo no haré huelga - O el mito de que el activismo laboral hace daño a la sociedad

Yo no haré huelga:
La ideología que ha sembrado el sistema durante las últimas décadas en España ha ido 'limpiando' a la ciudadanía de valores incómodos como la solidaridad, la honestidad o la ética, entre otros, siendo el PSOE el que más daño ha hecho. Además, las personas tenemos unos mecanismos de autodefensa para poder sobrevivir. Así, para justificar una actitud con la que no nos sentimos cómodos del todo buscamos los argumentos más peregrinos. Estas son algunas de las excusas que se suelen emplear para no secundar una protesta, como puede ser una huelga.





No sirve para nada. Suele ser la frase más empleada. Las protestas, y las huelgas en particular, son casi siempre útiles. Su eficacia depende, entre otros aspectos, por la cantidad de personas que participan. Por ello, quienes no la secundan están colaborando para disminuir su utilidad y sus efectos. Lo que seguro no sirve de nada es no hacer nada.



No hago huelga porque la convocan UGT y CCOO. La convocan ellos, pero la respaldan casi todos los sindicatos y decenas de entidades sociales de todo tipo. Así que la alternativa es sencilla. Hay un amplio abanico de entidades donde apuntarse. En España, las huelgas generales solo las pueden convocar los sindicatos que tienen un mínimo muy alto de representación en todo el Estado. Además, las huelgas, y las protestas, se hacen sobre todo para reclamar unos derechos o rechazar una medidas, aunque indirectamente signifiquen un respaldo a las organizaciones presentes.

Los sindicatos son unos vendidos. Estas simplificaciones están muy gastadas por el uso. También se suele decir que los pilotos cobran mucho, que los funcionarios tienen muchos privilegios, que todos los políticos son iguales, que los chinos son unos mafiosos o que los inmigrantes nos quitan el trabajo... En general, las organizaciones clásicas tienen que cambiar profundamente en muchos aspectos, especialmente en los niveles altos. Pero, por ahora, siguen siendo los principales instrumentos que tiene la ciudadanía para defenderse del sistema.

A mi no me afecta. Esta excusa ha quedado desfasada porque los recortes han llegado a todas las áreas de la sociedad, a trabajadores, autónomos, estudiantes, parados o pequeños y medianos empresarios. De ahí que solo los más estúpidos siguen aferrándose a este argumento. A quienes realmente no afectan los recortes es a las grandes fortunas, que son parte del problema.

En mi empresa la mayoría trabajará. Es la excusa del borrego, que solo se decide a hacer algo en función del número de personas que lo va a secundar. Esta gente no sabe andar fuera del rebaño. Sin embargo, es comprensible el temor de muchas personas a ser despedidas de la empresa por participar en estas acciones.

Fuentes varias




1 comentario:

  1. Anónimo8:24 a.m.

    Hay mucho nini, hay mucho vago, hay mucho deprimido "fumao" en este blog. Entre ellos se consuelan y se dan cuerda.
    Mientras tanto los demás buscamos oportunidades, porque ¡las hay a patadas! para trabajar, para invertir, para seguir aprendiendo de las crisis.
    Lo mejor que nos podría pasar a los demás es que la crisis se convirtiera en verdadera catarsis, que removiera la infracultura del pelotazo y de la subvención de los últimos años, mientras los ninis y los fumaos siguen llorando,porque cuando esto se arregle nos volverán a hacer falta curritos de a pié.

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