26 de octubre de 2012

Sepultada, la reforma laboral de Calderón - Raúl Rodríguez Cortés

Sepultada, la reforma laboral de Calderón - Columnas:

Gran Angular | Raúl Rodríguez Cortés
Sepultada, la reforma laboral de Calderón

Viernes 26 de octubre de 2012


Lo que el martes se consideró un revés al PRI en el Senado, cuando PAN y PRD aprobaron recuperar temas de democracia y transparencia sindical y devolver a los diputados la llamada reforma laboral, el tricolor y sus colmilludos operadores políticos en San Lázaro lo revirtieron ayer. Y al hacerlo acabaron por dinamitar las modificaciones y adiciones al artículo 123 constitucional propuestas por Felipe Calderón en el carácter de iniciativa preferente.
Vamos, la reforma empujada por quien está por dejar Los Pinos quedó sepultada, y rota la camisa de fuerza que obilgaba a aprobarla a más tardar el 30 de octubre.
La reforma laboral de Calderón ya había sido sometida a algunos ajustes por los diputados. En la parte de las relaciones de trabajo quedó muy proempresarial aunque no tanto como hubieran querido los patrones, sobre todo en la reglamentación de la subcontratación u outsourcing que querían más permisiva, según lo reclamado por Gerardo Gutiérrez Candiani, presidente del CEE. En la parte sindical, la Cámara baja prácticamente desechó lo relacionado con la rendición de cuentas de los sindicatos y los mecanismos para elegir a sus dirigentes.
En estos últimos puntos fue donde se centró el debate en el Senado. El PAN y el PRD tejieron una alianza para reincorporar los temas. El tricolor, como parte de la negociación, propuso en el Senado una adición relacionada con la transparencia que dio lugar a lo inédito: el voto unánime a favor de los 128 senadores. Pero la discusión se trabó en la democracia sindical. PAN y PRD exigían voto secreto y directo en la elección de dirigencias gremiales y el PRI respondía que eso violaba la autonomía sindical. Al final ganó la alianza amarilla y blanquiazul, celebrada con un atronador aplauso e interpretado como una derrota al tricolor y al Presidente electo, Enrique Peña Nieto.
De cualquier manera, con las modificaciones y adiciones aprobadas en el Senado, la minuta de la reforma laboral debía regresar a San Lázaro y así ocurrió.
El debate sobre democracia sindical y transparencia opacó al menos otra adición central, la del artículo 388 bis, que pone en subasta los contratos colectivos de trabajo y que, a juicio del coordinador de los diputados del PRI, Manlio Fabio Beltrones, no sólo es una invitación a la inestabilidad laboral, sino que no armoniza con cuatro principios fundamentales en toda ley: transparencia, democracia, derechos sindicales y estabilidad laboral.
Beltrones dijo que el tricolor en San Lázaro está totalmente en desacuerdo con esa adición, por lo que no la avalaba, lo que fue el detonador de la bomba que venía: la iniciativa de reforma laboral dejó de ser preferente y, por lo tanto, sus tiempos de aprobación se abrirían de acuerdo con los términos de una iniciativa ordinaria.
La iniciativa preferente no está reglamentada, sólo marca los plazos en que deben dictaminar las dos Cámaras y obliga, en caso de que no se apruebe, a que, automáticamente, en sus términos y sin mayor trámite, sea el primer asunto a discutir en la sesión del pleno que siga al vencimiento del plazo.
Beltrones destacó que el derecho de iniciativa preferente lo tiene el Presidente y que si bien la colegisladora, en este caso el Senado, tiene el de adicionarla, al hacerlo y devolverla a la Cámara de origen la despoja de ese carácter.
Por eso la minuta devuelta por el Senado irá a la Comisión del Trabajo, que deberá constreñirse a los ochos artículos que modificó o adicionó el Senado, pero sin la obligación de dictaminarlos en un plazo perentorio, aunque Beltrones dijo que “el presidente Enrique Peña tendrá una reforma que modernice al país pero que salvaguarde también la defensa de los derechos de los trabajadores y de estabilidad laboral”. ¿La tendrá antes de que inicie su mandato o después? Eso no lo dijo. Difícil se ve que los partidos se pongan de acuerdo antes del 30 de noviembre aunque otro escenario es que, de acuerdo con el artículo 71 de la Constitución y previo acuerdo de las dos Cámaras, la de Diputados la devuelva a la de Senadores con la instrucción de que se publique todo aquello en lo que ya se votó a favor y reserve todo aquello que no.
Es el colmillo de Manlio pero también la capacidad política que empieza a mostrar Peña Nieto, quien al reunirse el martes con los gobernadores perredistas de Guerrero, Ángel Aguirre, de Oaxaca, Gabino Cué, de Tabasco, Arturo Núñez, y de Morelos, Graco Ramírez, así como el jefe de gobierno electo del DF, Miguel Ángel Mancera, y arrancarles el compromiso de asistir a su toma de posesión, condicionó la línea política que fijará el Movimiento Progresista respecto a su gobierno y limitó las posibilidades de protestas en la ceremonia de investidura.
Y esa capacidad política se hace extensiva con Luis Videgaray, a quien se le vio reunido el martes en el hotel Four Seasons con un grupo de gobernadores priístas y miembros de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados.

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1 comentario:

  1. Anónimo12:22 p.m.

    Miren lo que son las cosas, que cambiar las leyes del trabajo!!!! que les pasa a los senadores, ya se les olvido de donde vienen, que costaron sangre para hacer las reformas laborales y con un simple voto se cambian que facil no!!!!! vengan a ganar lo que gana cual quier persona asalariada y ponganse en los zapatos de cada trabajador, todo sube de precio, para todo se paga el iva, que para comer,luz, gas, calzado,ropa, escuelas,libros, pago de drenaje y alcantarillado, alumbrado publico y ya el colmo ahora la reforma laboral, quedran una revolucion o de que se trata? que alguien me explique por fa.

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