20 de junio de 2012

Peña Nieto se reúne con niños de asociación del envenenador con PLOMO PEÑOLES-Bailleres

Se reúne Peña Nieto con los llamados “niños incómodos”:

BAILLERES DUEÑO DE PEÑOLES MANTIENE CIENTOS DE NIÑOS AFECTADOS POR PLOMO GRACIAS A LOS PROCESOS INDUSTRIALES DE SU EMPRESA EN MEDIO DE LA CIUDAD

http://www.milenio.com/cdb/doc/noticias2011/79d25da14adad0cf0ba724fd32a45d67

Ciudad de México  • El candidato presidencial, Enrique Peña recogió las propuestas presentadas por la asociación "Nuestro México del Futuro", cuya representación son los llamados niños incómodos, quienes protagonizaron un video donde representaron diversas deficiencias del país.

Después de recibir el documento, el candidato se comprometió a tomar en cuenta las peticiones: "porque es un México que yo también soñé", dijo.

Después los niños uniformados con una camiseta negra con algunas de las frases de las principales peticiones como que acabe la violencia y que se conserven las áreas verdes

BAILLERES DIRECTO RESPONSABLE DE MARCAR DE POR VIDA LA VIDA DE NIÑOS LAGUNEROS:



En Torreón, treinta y cuatro mil niños envenenados por plomo de Peñoles





En Torreón, treinta y cuatro mil niños envenenados por plomo de Peñoles





Las autoridades y los políticos, no los ven, no los reconocen, no son parte de la ciudad; son los olvidados: Manuel Velasco Gutiérrez


Del Archivo de Demócrata Norte de México







En agosto de 1998, el pediatra Manuel Velasco Gutiérrez, dio la voz de alerta acerca de la epidemia que estaba por ser del dominio público, pero que ya existía: plomo en la sangre de los niños de Torreón, que antes de esa fecha, ya los estaba envenenando.

Aquel mes, Velasco Gutiérrez, detectó en consultorio, el primer caso de plomo en sangre, más allá de las normas marcadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros organismos internacionales, entre éstos, la Agencia de protección al ambiente (EPA, por sus siglas en inglés).

La existencia exagerada del metal por decilitro de sangre en los pequeños, expuso la indolencia de las autoridades ambientales y sanitarias, para sujetar al orden jurídico a la metalúrgica Peñoles.

Entonces, las madres de los infantes, junto a este médico de niños, iniciaron en 1998, el largo y sinuoso camino para obligar a las autoridades estatales, municipales y federales, a perseguir la recuperación de la salud de los pequeños, pero también, para exigirles proceder en contra del foco de contaminación cimentado en la planta industrial Peñoles; corporación considerada la más importante de Latinoamérica en su ramo, tanto por el volumen, como por el valor de la producción de oro, plata, zinc, plomo, bismuto y ácidos, que refina cada año.

Siete años después, la historia sigue igual. Existen 34 mil 796 niños enfermos por la epidemia de plumbalgia, sin que se adviertan políticas que lleven a una solución de fondo.

Mientras tanto, la nube negra exhalada por las chimeneas de Peñoles, prosiguen vertiendo el veneno en un radio de 4 y medio kilómetros a la redonda de la industria.


Juan Monrreal López
Noviembre-23-2005





Torreón, Coahuila.- “Doctorcito, no vas a poder con nosotros” dicen los reiterados mensajes escritos sobre papel blanco encontrados por el pediatra y su asistente, al interior del consultorio médico, ubicado en la Clínica de Diagnóstico.

“No tengo idea de donde vendrán” dice sonriendo Manuel Velasco Gutiérrez, mientras hurga entre las gavetas del escritorio para exhibir los documentos que corroboren su voz.

La trama del envenenamiento de niños por el plomo de la Metalúrgica Peñoles de esta ciudad, es punto de referencia de los temas espinosos que no se tocan de manera directa en el estado. La madeja de intereses que concentra es enorme; tanto o más que el acaparamiento del agua lagunera en unas cuantas manos; principalmente los productores lecheros de la Laguna, adheridos a la empresa Lala.

Como se recordará, el tema Peñoles, se ha querido sepultar desde que hizo aparición pública.

Primero el ex gobernador Rogelio Montemayor Seguy, pretendió minimizar el expediente de los miles de casos de niños y madres, carcomidos por el plomo depositado en la sangre y huesos de las víctimas.

Luego, gracias a la tozudez de las mamás de los infantes, al final del sexenio montemayorista, el ex secretario de Planeación y Desarrollo Económico, José Murra Giacomán, terminó por reconocer en conversación con Demócrata Norte de México, tener un diagnóstico preciso del asunto, que incluso contemplaba el cierre definitivo de la planta refinadora de Peñoles; con un plan alterno que amortizara los empleos que se perderían con la clausura de esta fábrica. Sin embargo, con el transcurso del tiempo, las autoridades estatales que sucedieron a Montemayor Seguy, lejos de abordar directamente el conflicto, lo paliaron mediante el famoso fideicomiso que atiende a los niños envenenados por metales.

Inclusive con desvergüenza boicotearon los 25 puntos de acuerdo formulados por el Congreso de Coahuila, que acometían con un procedimiento de fondo el peligro que constituyen las emanaciones nocivas de la fábrica.

Enrique Martínez y Martínez, nunca ordenó publicar en el Periódico Oficial del estado, los acuerdos emitidos por la LV Legislatura, según dicen diputados miembros de ese parlamento.

El problema de los niños envenenados por plomo es profundo, pero de risa loca la manera en que se quiere zanjar.

Por un lado, Peñoles emite los metales envenenadores a la atmósfera, por otro, suministra “apoyo” relativo con quelantes, leche y calcio, a los dañados por el proceso fabril.

Así, creó el fideicomiso para el tratamiento de metales pesados en sangre, administrado por la misma empresa. De tal manera que, este consorcio genera la epidemia, la diagnostica, consulta a los enfermos, entrega algo de medicamento, y lleva los registros mediante la Unidad de salud ambiental (USA).

La convidada de piedra es la secretaría de Salud (SSA), quien tolera que la empresa se arrogue facultades que sólo corresponden exclusivamente a la dependencia, según ordena la Ley general de salud.

Pese a todo, los más de 34 mil niños mordidos por los efluvios de veneno, no disminuyen, por el contrario, el presidente de la Comisión de Salud municipal, Roberto Sánchez Viesca, acaba de documentar contundente, el fracaso de las medidas de contingencia para detener esta epidemia de enherbolados.


Los nuevos casos de envenenamiento son perpetuación del delito: Velasco Gutiérrez


-“En octubre del año 2004, estuvieron en la ciudad miembros de la Comisión de Salud del Congreso de la Unión” responde Manuel Velasco, para advertir el curso del asunto Peñoles.

Ese mes, los miembros de la Comisión de Salud, del Congreso de la Unión, se comprometieron a decretar un punto de acuerdo en abril del 2005, mes del niño; pero en la realidad ha sido un profundo fracaso. Un engaño más.

Creo que la Comisión de salud, ha actuado negligentemente y da vergüenza. Son médicos; peor, el presidente de dicha comisión es doctor. José Ángel Córdova, sabe perfectamente la magnitud del problema epidemiológico. La permanencia de 20 mil niños envenenados por plomo y la incidencia epidemiológica que significan los nuevos casos.

Los recientes envenenados, son la perpetuación de un delito y estamos esperando que la Procuraduría General de la República (PGR) responda a la averiguación previa por oficio”.

Conformada por adeptos de los distintos partidos, los miembros de la Comisión de salud, José Ángel Córdova Villalobos, presidente (PAN), Pablo Anaya Rivera, secretario (PRI), Cristina Díaz Salazar, secretaria (PRI), Rafael García Tinajero, secretario (PRD), José Javier Osorio Salcido, secretario (PAN), no volvieron a la ciudad. Tampoco dictaron el punto de acuerdo en la Cámara de diputados, tal como se habían comprometido a nombre de los treinta integrantes de la comisión.


Las autoridades confeccionan trajes a la medida para la compañía Peñoles


Versado en esta historia negra de Peñoles, Manuel Velasco acusa a la SSA, a la Procuraduría federal de protección al ambiente (PROFEPA) y los titulares, de hallarse confeccionando “un traje a la medida para la compañía Peñoles” con intención de conseguirle impunidad por el envenenamiento ocasionado a niños y mujeres embarazadas.

Velasco Gutiérrez, habla.

-“Pedí a la Fiscalía especial de delitos ambientales de la PGR que citara a declarar al director de Ecología municipal Rodolfo Walss Aurioles, porque existe un conflicto en las cifras que manejan la autoridad municipal de ecología, la PROFEPA, a través del Director general de la subprocuraduría de inspección industrial y dirección general de asistencia técnica industrial, Anastasio Carranza García, y la SSA, que dirige Julio Frenk Mora.

A mi entender, estas dos últimas dependencias mienten, y además, están haciendo un traje a la medida de la compañía Peñoles; de tal manera que hasta inventan como debe de medirse el plomo en Torreón, ignorando que existen criterios internacionales sobre la medición de los suelos contaminados”.

Insiste.

-“A petición de nosotros, el Cabildo de Torreón, envió una propuesta de Norma oficial mexicana emergente (NOME) para fijar los criterios para evaluar los suelos de la ciudad; esto con la intención de proteger la salud pública.

La parte sustancial del proyecto comprende la determinación de los límites máximos permisibles de plomo en suelo natural y en polvo depositado en la superficie.

Los valores corresponden a los establecidos por la Agencia de protección al ambiente (EPA) en 2001, que son: el plomo en el piso de una vivienda donde habiten niños no debe de tener más de 40 microgramos por pie cuadrado”.

Pero los criterios establecidos por la OMS y la EPA son letra muerta ante las dependencias federales de PROFEPA y SSA.

Las secretarías intentan por todos los medios, volver elásticas las normas determinadas a nivel mundial.

Manuel Velasco desnuda la actitud.

-“Anastasio Carranza de la PROFEPA dice que el plomo en las habitaciones debe de ser 100 microgramos por pie cuadrado, esto es caduco, está comprobado que 100 microgramos no protegen a los bebés. Sabemos que con esto, los niños se van a intoxicar. Por eso, el municipio propone que sean 40 microgramos por pie cuadrado. Esto no es una puntada, es un criterio internacional de la OMS y de la EPA.

Además las citadas oficinas federales proponen que el plomo en el suelo natural alcance 600 partes por millón, cuando el criterio internacional actual es 400 partes por millón en términos máximos. Arriba de estas cantidades, los niños se envenenan.

Lo más vergonzoso de todo es el criterio de 34 miligramos por metro cuadrado para el plomo de las banquetas.

Si recordamos que nuestros niños más afectados viven en los alrededores de la planta metalúrgica, son niños pobres, que no tienen acceso a una unidad deportiva, que juegan en las banquetas, la PROFEPA y la SSA aceptan 34 miligramos por metro cuadrado; eso no existe en ningún lugar del mundo. Si un niño juega en una banqueta con 34 miligramos de plomo por metro cuadrado se va a envenenar”, dice tajante. 












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