El helicóptero Por: RAÚL RODRÍGUEZ CORTÉS

El helicóptero:

El helicóptero

Por: RAÚL RODRÍGUEZ CORTÉS

GRAN ANGULAR

¿Cuál es, por fin, el helicóptero en el que murieron Juan Francisco Blake y sus siete acompañantes: el TPH 06 o el TPH 05? ¿Se compró nuevo o no? Porque lo que han dicho hasta ahora el secretario de Comunicaciones y Transportes, Dionisio Pérez Jácome, y el director de ASA, Gilberto López Meyer, se contradice con información oficial del Estado Mayor Presidencial e información pública disponible en registros de Estados Unidos.

Desde que el viernes pasado se informaba del accidente, se dijo que se trataba del SuperPuma AS332 identificado como TPH 06 (Transporte Presidencial Helicóptero número 6). En la noche de ese mismo viernes, Pérez Jacome -en la primera comunicación oficial que dio respecto al accidente como autoridad de la aviación- dio a conocer que la matrícula del aparato era XC-UHM.

Al día siguiente, sábado, el titular de la SCT reiteró el número de matrícula y le añadió el número de serie, 2127, la fecha de fabricación, 1984, y la de adquisición por parte de la Presidencia de la República, 1985.

En busca de cotejar esos datos con los del portal del Estado Mayor Presidencial (EMP) (http://www.presidencia.gob.mx/oficina-de-la-presidencia/estado-mayor/flota-aerea-presidencial/), encontramos que las matrículas de los helicópteros no están consignadas, por lo menos en la consulta hecha ayer por la tarde.

Pero la búsqueda nos llevó a la información publicada por el EMP unos años atrás, durante el anterior gobierno, el de Vicente Fox (http://emp.fox.presidencia.gob.mx/tph06.html), donde la matrícula asignada al TPH 06 es XC-UHP y el número de serie es 2084, no XC-UHM número 2127, como lo informó Pérez Jácome. Estos últimos datos, de acuerdo con el portal en referencia, corresponden al TPH-05.

Ahora bien, en EU hay un portal al alcance de todos (http://www.rotorspot.nl/n-15.htm) que contiene el registro de las aeronaves civiles que operan en ese país, con el historial de sus respectivas matrículas.

En el caso del TPH 06, ese registro confirma el número de serie 2084 y revela anteriores matrículas en EU: N58025 y N721SW que según se pudo indagar en el sitio http://www.airport-data.com/aircraft/photo/241799. html y http://www.airport-data.com/aircraft/photo/800.html , corresponden a un aparato del Golden Nugget Casino de Las Vegas (hoy incorporado al MGM) usado para hacer sobrevuelos turísticos en el gran cañón del Colorado desde 1983, fecha en que fue fabricado, según el registro referido. Esa fecha coincide con el dato publicado por el EMP que asimismo consigna que el aparato fue dado de alta el 6 de noviembre de 1987. Esos datos también contradicen lo informado por el titular de la SCT en el sentido de que el aparato fue fabricado en 1984 y adquirido en 1985 por la Presidencia de la República.

Este reportero hizo un seguimiento similar con el TPH 05, pero no encontró resultados en el registro estadounidense de aeronaves. Vamos, no hay pista hacia atrás de ese aparato.

Ayer, Pérez Jácome encabezó una tercera conferencia de prensa en la que confirmó que el fabricante del helicóptero es Eurocopter y el de los motores Turbomed. Y cuando se le preguntó sobre los antecedentes del helicóptero accidentado informó que la Presidencia lo compró nuevo en 1985 y que siempre estuvo a cargo y disposición del Estado Mayor Presidencial.

Es posible, ciertamente, que se reasignen matrículas pero, en este caso, no se han presentado (y desde aquí pedimos a la SCT que lo haga) el documento que respalde dicho trámite. Esa dependencia también está obligada a informar, para despejar cualquier tipo de duda, dónde está ese helicóptero del casino Golden Nugget que alguna vez tuvo la identificación TPH 06, según el registro estadounidense de aeronaves, en tanto que el propio EMP, en aras de la claridad y la transparencia, debería aclarar información que ha hecho pública y que no coincide con la dada por el secretario de Comunicaciones y Transportes; o de plano mostrar los documentos que amparan la compra directa de un helicóptero nuevo.

No hacerlo sólo despertaría muchas sospechas que irían desde un desorden operativo y corrupción, hasta la intención deliberada de ajustar ese tipo de datos para ocultar antecedentes y términos de la adquisición del aparato accidentado o para evadir la verdad sobre el accidente.

Quedamos en espera de esa información en el prometido ánimo de clarificar las razones de este fatal accidente aéreo, el segundo que cobra la vida de un secretario de Gobernación en este sexenio.

(rrodriguezangular@hotmail.com)

(Twitter: @RaulRodríguezC).

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