Reporte Indigo, Dan a capos mexicanos permisos para traficar
23 septiembre 2011 por Octavio Islas. Director de la revista web Razón y Palabra, catedrático en el Doctorado en Estudios Humanísticos, Tecnológico de MonterreyDan a capos mexicanos permisos para traficar
Cuando el presidente Felipe Calderón denunció ante la ONU que el crimen organizado es alimentado por el elevado consumo de drogas en Estados Unidos, quizás no sabía que los norteamericanos habían extendido un certificado a los capos del Cártel de Sinaloa para operar en su territorio. Reporte Indigo te presenta en exclusiva las pruebas…
Permite la DEA a capos mexicanos traficar drogas
Por: Patrcia Mayorga | 23-Sep-2011 15:30
Por Anabel Hernández.- Cuando el presidente Felipe Calderón denunció ante la ONU que el crimen organizado es alimentado por el elevado consumo de drogas en Estados Unidos, quizá no sabía que los norteamericanos habían extendido un certificado a los capos del Cártel de Sinaloa para operar en su territorio. Reporte Índigo te presenta en exclusiva las pruebas.El gobierno de Estados Unidos está contra la pared.
Esto, debido a los señalamientos que hizo Vicente Zambada Niebla en la Corte de Distrito Norte de Illinois, ante la cual afirmó que los ilícitos que cometió fueron aprobados por las autoridades estadounidenses.
Y ante estos hechos, el gobierno de EU hizo una confesión.
A mediados de septiembre reconoció ante la Corte de Distrito Norte de Illinois lo que calló durante más de una década.
Que en los últimos 11 años, diversos funcionarios han sostenido encuentros y negociaciones de impunidad con Humberto Loya, abogado, traficante de drogas y hombre de confianza de la cúpula del Cártel de Sinaloa, comandado por Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera y Vicente “El Mayo” Zambada García.
Los controvertidos acuerdos quedaron plasmados en contratos firmados por Loya y funcionarios de la DEA en los años 2005, 2006, 2007, 2008, 2009 y 2010, con vigencia hasta diciembre de 2011.
En estos contratos, se asienta claramente que el gobierno de Estados Unidos le dio –y todavía le da– permiso expreso a Humberto Loya para seguir comprando y traficando droga, además de autorización para mantenerse dentro del Cártel de Sinaloa a cambio de ser un “informante confidencial”.
Esos acuerdos se firmaron a pesar de que Loya es indiciado en averiguaciones previas de la Procuraduría General de República (PGR) desde el año 2000 a la fecha.
El gobierno estadounidense señaló que Humberto Loya es también conocido como el “Licenciado Pérez”, tal como lo dio a conocer en exclusiva Reporte Indigo el 2 de agosto pasado.
Según expedientes de averiguaciones previas de la PGR, Humberto y sus hermanos César y Jesús forman un clan de tráfico de droga a gran escala.
Humberto Loya tiene imputaciones directas por delitos de narcotráfico y pago de sobornos a altos servidores públicos de México, además de ser responsable de brindar seguridad a los jefes del Cártel de Sinaloa, con quienes todavía convive.
En un tiempo, fue el brazo derecho de Arturo y Héctor Beltrán Leyva –cuando ellos pertenecían al Cártel de Sinaloa y “El Chapo” estaba en prisión–; actualmente es asesor y hombre de toda la confianza de Vicente Zambada García y Joaquín Guzmán Loera.
En marzo pasado, Reporte Indigo reveló en exclusiva el contenido de los insólitos señalamientos que hizo la defensa de Vicente Zambada Niebla, alias “El Vicentillo”, hijo de “El Mayo” Zambada, quien está preso en Chicago. A partir de entonces, la prensa nacional e internacional sigue el caso.
En agosto, dimos a conocer que “El Vicentillo” había delatado ante la Corte un presunto pacto entre el gobierno de EU y la cúpula del Cártel de Sinaloa. Explicó que a través de Loya les dieron inmunidad y carta blanca para traficar droga a cambio de información de los cárteles enemigos.
Además, presentamos el perfil del misterioso “Licenciado Pérez”.
Preocupados por la atención mediática que se le dio al tema en México, la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) ha sostenido frecuentes conversaciones con Loya para ver cómo salen del problema.
Reporte Indigo presenta hoy en exclusiva las pruebas documentales del acuerdo y el contenido de los últimos encuentros del “Licenciado Pérez” con funcionarios de la DEA.
Y aunque el gobierno de EU todavía no admite que dio autoridad pública a “El Vicentillo” para delinquir, reconoce que sí se lo dio, y se lo da, a Humberto Loya.
La Corte y el Congreso de Estados Unidos todavía tienen que informar cuántas toneladas de droga entraron a EU gracias a ese acuerdo y qué cantidad de ingresos generó para el Cártel de Sinaloa.
EL PERFIL DE LOYA
Humberto Loya, mejor conocido en el bajo mundo del narcotráfico como el “Licenciado Pérez”, es un hombre que ronda los 52 años de edad.
Quienes lo conocen, lo describen con precisión: mide poco más de 1.70 metros, es de complexión mediana y tez blanca. Tiene nariz de gancho, labios gruesos y cara delgada. Lo más singular de su persona son sus ojos, con una apariencia casi oriental.
Seguidor de la alta moda, como lo fueron Arturo y Héctor Beltrán Leyva, tiene gusto refinado para vestir, por lo que podría pasar en cualquier lugar como un hombre de negocios.
Personas cercanas al “Licenciado Pérez” revelaron a Reporte Indigo que desde hace más de una década presume que tiene una excelente relación con la Agencia Antidrogas de Estados Unidos.
Y mientras la mayoría de los narcotraficantes preferirían mantenerse alejados de los agentes y altos funcionarios de la DEA, Humberto Loya departe con ellos como un camarada más.
Loya ha alardeado –y ahora se comprueba que con justa razón– que gracias a sus conexiones con la DEA, podía traficar toneladas de droga de Colombia a México, y de México a Estados Unidos.
Y es que Humberto Loya no era un empleadito, ni un pequeño esbirro del Cártel de Sinaloa. Ni siquiera un asesino a sueldo. Ha sido uno de los jefes operativos más productivos de los últimos años porque le ha generado pingües ganancias a la cúpula de la organización criminal.
En complicidad con funcionarios del gobierno federal de México, ha sido el responsable del ingreso al país de miles de kilogramos de cocaína provenientes de Colombia.
Reporte Indigo tiene en su poder averiguaciones previas –incluidas en el libro “Los Señores de El Narco”, de Anabel Hernández, publicado bajo el sello de Grijalbo– que dan cuenta del nivel del “Licenciado Pérez”.
“Joel Zacarías Malacón me presentó al señor Jesus Loya alias “El cien” y a su hermano el licenciado Humberto Loya alias “El licenciado Pérez” y proponerme para que trabajara con ellos y claro que se referían a que iba a depender del señor Arturo Beltran, para que me hiciera cargo de una plaza o sea algún estado y que él les presentara cárteles de Colombia cosa que yo les dije que no podía porque las oficinas de cárteles de Colombia eran de Sergio Fierro Chávez y ellos me contestaron que a ese señor, o sea Sergio Fierro Chávez, no se podía trabajar con él debido a que tenía problemas con Joaquín Guzmán alias ‘El Chapo’ Guzmán y yo les dije que lo que podía hacer era presentarles a Sergio Fierro Chávez y fue así como el señor Jesús Loya y el señor Humberto Loya hablaron con el señor Joaquín Guzmán este ya estando preso y fue así como Joaquín Guzmán lo perdonó y se presentó con el señor Arturo Beltran en Querétaro, que fue ahí donde yo lo conocí o sea al señor Arturo Beltrán y tiempo después tres o cuatro meses por ordenes de Arturo Beltrán nos dirigimos al estado de Veracruz para recibir un avión con un mínimo de dos toneladas y un máximo de cuatro toneladas”. (sic)
Así narró los hechos el testigo protegido de la PGR José Javier Burgueño, alias “César,” en la declaración ministerial que rindió el 14 noviembre del año 2000, de la cual Reporte Indigo tiene copia.
Eso fue un mes antes de que Vicente Fox asumiera la Presidencia de la República y dos meses antes de que “El Chapo” huyera del penal de máxima seguridad en Puente Grande, Jalisco.
Pese al lujo de detalles con que “César” narró las fechorías cometidas por Humberto Loya y sus socios, incluyendo lugares exactos donde podría ser capturado, el gobierno de México no hizo intentos por detenerlo. Tan es así, que sigue libre.
Ahora se puede afirmar que tal inacción no sólo se debió a la protección comprobada y documentada que han recibido los miembros de la cúpula del Cártel de Sinaloa desde diciembre del año 2000, sino también a la protección que recibía Humberto Loya del gobierno de Estados Unidos a través de la DEA.
DESTAPAN COMPLICIDAD DEA-CÁRTEL DE SINALOA
Reporte Indigo 222 reveló que algo grave estaba pasando en la Corte de Distrito Norte de Illinois, en Chicago, donde se lleva a cabo el proceso judicial contra Vicente Zambada Niebla, hijo del conocido narcotraficante Ismael “El Mayo” Zambada.
Zambada Niebla es acusado por el gobierno de EU de introducir cientos de toneladas de droga a ese país, con lo cual obtuvo ingresos multimillonarios, y de ser miembro operativo del Cártel de Sinaloa.
Por esas acusaciones, podría permanecer recluido en prisión de por vida.
Sin embargo, en marzo pasado, la defensa de “El Vicentillo”, como se le llama coloquialmente al capo de 35 años que ha perdido más de 10 kilos en prisión, sacó uñas y dientes.
Luego de meses de pláticas, jaloneos y negociaciones frustradas con el gobierno de Estados Unidos, decidieron presentar como alegato de defensa ante el juez Rubén Castillo que el gobierno de EU no podía acusar a su cliente.
Lo anterior, argumentó la defensa, porque todo aquello que se le imputa a su cliente fue cometido con autoridad pública, es decir, con permiso del Estado. Particularmente de la DEA y del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés).
Durante meses, el gobierno estadounidense no se pronunció sobre el señalamiento. Fue hasta mayo pasado cuando retó a la defensa para que presentara pruebas de sus afirmaciones.
En este juego de esgrima, en el que cada una de las partes intenta asestar su mejor estocada, “El Vicentillo reveló algo insólito a fines de julio de 2011.
A través de su defensa, afirmó que desde 1998, pero particularmente a partir de 2004, el gobierno de EU, con intermediación de la DEA y Humberto Loya, hizo un pacto con “El Mayo” y “El Chapo”.
Dicho pacto consistía en darles “inmunidad” y “carta blanca” para seguir traficando droga a cambio de información sobre los cárteles enemigos.
“El señor Zambada Niebla fue parte de ese arreglo entre el gobierno de Estados Unidos, a través de sus oficiales (DEA y ICE), y el Cártel de Sinaloa, a través de Loya. El acusado proporcionó información que Loya transmitió al gobierno (de EU)”, se afirma en uno de los documentos presentados por la defensa del narcojunior ante la Corte.
Como parte y prueba de ese acuerdo, Vicente Zambada Niebla, quien evidentemente busca evitar la sentencia de cadena perpetua, también reveló que tuvo una reunión con agentes de la DEA en el Hotel Sheraton de la Ciudad de México, ubicado a un costado de la Embajada de Estados Unidos.
“Un agente de la DEA llamado ‘Manny’ (de apellido desconocido) quien tenía interacción extensivamente con Loya, estaba ahí. También estaba presente un agente de la DEA llamado David, y los dos agentes dejaron claro que estaban ahí con la aprobación de abogados del departamento de justicia de Washington. Otros agentes de la DEA con base en Washington también estaban en el hotel”.
RECONOCEN PERMISO PARA REUNIRSE CON VICENTILLO
Atorado en el proceso judicial –y probablemente ante el temor de que la defensa de Zambada Niebla pueda tener pruebas físicas del encuentro del narcotraficante con funcionarios de la DEA–, el gobierno de EU reconoció en un documento entregado al juez Rubén Castillo este mes, que sí hubo un permiso de Washington para que los agentes Manny y David, de la DEA, se reunieran en México con “El Vicentillo”.
Y esto, a pesar de que el hijo de “El Mayo” Zambada ya era considerado un prófugo de la justicia por parte del gobierno de EU.
“Agentes de la DEA en México buscaron y obtuvieron el permiso de la DEA y fiscales en Washington, D.C. de conducir un encuentro preliminar introductorio con el acusado (Vicente Zambada Niebla) con el objetivo de determinar su interés en cooperar con el gobierno estadounidense y su viabilidad. Los agentes arreglaron encontrar Loya-Castro y Zambada-Niebla en la Ciudad de México el 18 de marzo de 2009”, reconoce el gobierno de EU en el documento entregado a la Corte.
“Los agentes de la DEA Manuel Castanon y David Herrod volaron a la Ciudad de México, y se encontraron con agentes de la DEA de Washington, D.C. en la Embajada estadounidense en la Ciudad de México para tomar medidas para el encuentro con Loya-Castro y el demandado (Vicente Zambada Niebla)”.
Quizá para justificarse, el gobierno de EU señala que minutos antes del encuentro, Gaddis, jefe de la DEA en México y quien tiene que tener conocimiento del tipo de contratos firmados con Loya, se mostró preocupado.
Y no porque sus muchachos se reunieran con el hijo de “El Mayo” Zambada, sino porque lo hicieran en México. Supuestamente, les pidió aplazar la reunión hasta una nueva autorización.
El gobierno de EU reconoce que el encuentro se dio a pesar de que le mandaron decir a Vicente Zambada Niebla que no fuera.
“(…) los agentes informaron al demandado y el Loya-Castro que ellos estarían en contacto si ellos tuvieran la autorización para sostener otra reunión”, señala textualmente el gobierno.
Si los agentes de la DEA no querían reunirse con “El Vicentillo”, ¿por qué lo hicieron?
De acuerdo a información extraoficial obtenida por Reporte Indigo, la reunión a la que supuestamente no querían asistir los funcionarios de la DEA duró más de tres horas.
“El Vicentillo” llegó tranquilo al hotel ubicado en una de las zonas más concurridas de la Ciudad de México. Y así como llegó, se fue.
Al día siguiente, el 19 de marzo de 2009, el Ejército Mexicano detuvo al hijo de “El Mayo” en Jardines del Pedregal. Se dijo que esta aprehensión fue posible por una presunta traición entre agencias.
En febrero de 2010, “El Vicentillo” fue extraditado a EU. Y desde su llegada a este país, comenzó el estira y afloja con las autoridades estadounidenses.
LOS INACEPTABLES CONTRATOS DE LA DEA
El pasado 9 de septiembre, el gobierno de Estados Unidos terminó por reconocer sus inaceptables acuerdos con integrantes de la cúpula del Cártel de Sinaloa.
Aunque en la versión oficial le afirma a la Corte que no otorgó inmunidad a Humberto Loya ni a Vicente Zambada Niebla, existen pruebas documentales de que sí se la concedió al “Licenciado Pérez”.
Reporte Indigo tuvo acceso a los seis convenios firmados por la DEA y el narcotraficante Humberto Loya. Su vigencia es de 2005 a diciembre de 2011.
Los documentos llevan como título “Acuerdo de Informante Confidencial”. El número de informante de Loya es CS-05-120190, y cada una de las hojas tiene una clave al pie del documento que corresponde al expediente contra Vicente Zambada Niebla (09cr383), y el número de expediente contra Loya (95cr0973).
Aunque hay casi seis años de diferencia entre la firma de uno y otro, es exactamente el mismo documento, la misma redacción, la misma tipografía. Lo único que cambia son las firmas y las fechas.
En la primera página del acuerdo firmado en junio de 2005, Loya afirma que está consciente de que tiene cargos de tráfico de droga en Estados Unidos. Y agrega: “Me he negado a rendirme ante las autoridades de México o las de Estados Unidos para encararlos”.
Señala que el año 2000 se reunió con funcionarios públicos del gobierno de EU en México. Esto fue justo cuando la PGR recibía información sobre los actos criminales de Humberto Loya.
También dice que desde entonces ofreció darles información acerca de individuos involucrados en el tráfico de drogas y lavado de dinero. Señala que tuvo muchos encuentros voluntarios con agentes de la DEA. Y que en enero de 2005, se hizo formal la cooperación.
Aunque Loya firmó el documento donde reconoce que ninguno de los agentes de la DEA o funcionarios del gobierno de EU le ofrecieron beneficios a cambio de su cooperación, sí los obtuvo.
Los cargos en su contra fueron anulados en diciembre de 2008. Además, le dieron permiso de traficar droga, lo cual no sólo fue benéfico para él, sino también para sus jefes, “El Chapo” y “El Mayo”.
“No estoy autorizado a participar en ninguna actividad criminal excepto la que está específicamente autorizada por los fiscales o los investigadores encargados de la DEA”, dice en el documento.
En el apartado correspondiente a las instrucciones recibidas por Loya, se afirma:
“La DEA me ha pedido que les provea de asistencia en la investigaciones de violaciones a sustancias controladas (drogas prohibidas). Entiendo que estoy autorizado, mientras esté bajo la supervisión directa de los investigadores encargados de la DEA, a tomar parte en actividades que incluyen lo siguiente: compra de droga, presentar a un agente encubierto con un narcotraficante, infiltrar a una organización de narcotráfico, pasar por una persona involucrada en la venta ilícita o distribución de sustancias controladas, ayudar a entregar droga a un narcotraficante, usar una grabadora o aparato de transmisión en la comisión de estas actividades, y grabar las conversaciones telefónicas que tenga con narcotraficantes para realizar estas actividades”.
Con base en el tipo y el nivel de cooperación, la DEA se compromete a hacer una recomendación al juez y a la Corte que lleva su caso.
“Entiendo que no disfruto de inmunidad legal o protección contra investigación, arresto o enjuiciamiento de cualquier cosa que diga o haga con excepción de las actividades específicamente autorizadas por mis investigadores encargados de conformidad con mi cooperación con la DEA”, señala en otra hoja del documento.
Es decir, Humberto Loya, operador logístico del Cártel de Sinaloa, sólo tenía derecho a traficar droga, y en eso era impune.
Si se dedicara a la trata de personas, o tráfico de armas, o cualquier otro delito menor o mayor, sí podría ser juzgado.
¿Qué más podría desear un narcotraficante como el “Licenciado Pérez” que hacer con autoridad pública uno de los negocios ilícitos más redituables del mundo?
Loya no sólo traficaba su droga. Gracias a ese permiso de la DEA, hacía lo mismo con miles de kilogramos enviados por el Cártel de Sinaloa a Estados Unidos.
Después de leer este acuerdo, uno puede comprender por qué Humberto Loya sigue estando en la cúpula del Cártel de Sinaloa y por qué esta organización es la que más droga introduce a Estados Unidos, según las cifras del propio gobierno.
Con la existencia de este documento, suena a burla que la DEA afirme que “El Chapo” Guzmán “es el narco más poderoso de todos los tiempos”. Queda claro por qué.
Llama la atención que algunos de esos convenios fueron firmados de manera posfechada.
Por ejemplo, el último acuerdo, cuya vigencia comprende del 19 de diciembre de 2010 al 19 de diciembre de 2011, fue firmado el 29 de enero de 2011, cuando las desavenencias entre la Fiscalía y Vicente Zambada Niebla y su defensa estaban en su punto más álgido.
LAS LLAMADAS ENTRE LOYA Y LA DEA
Las revelaciones de “El Vicentillo” dieron la vuelta al mundo y sacudieron al gobierno de Estados Unidos.
Según el contenido oficial de las confesiones del gobierno estadounidense al juez Castillo, el 14 de agosto de 2011 –12 días después de la publicación de Reporte Indigo–, Humberto Loya llamó por teléfono al agente Castanon.
“Loya-Castro declaró al Agente Castanon que él había estado tratando de buscar al Agente Castanon durante una semana para contar que él lamentaba que las clasificaciones del abogado de la defensa habían obtenido tanta atención de medios de comunicación en México”, señala el gobierno de EU, a través de sus fiscales, a la Corte de Distrito Norte de Illinois.
La versión oficial entregada por el gobierno al juez Castillo es que, supuestamente, Loya dijo que no estaba de acuerdo con la defensa de Vicente Zambada Niebla y que él estaría dispuesto a declarar en una videoconferencia que no era verdad que el acuerdo de inmunidad que lo protege a él también protegía a “El Vicentillo”.
“Loya-Castro declaró que él previamente informó a ‘El Chapo’ Guzmán que no iba a mentir por defender a Zambada Nieblaporque él no quiere más problemas de los que ya tiene con la ley americana y por los problemas que los abogados de la defensa le habían creado”, afirma el gobierno de EU al juez que lleva la causa de “El Vicentillo”.
Según la versión de la Fiscalía de EU, después de las pláticas del 14 de agosto, el agente Castanon estaba haciendo arreglos para concertar una reunión en la que estarían Humberto Loya, en calidad de testigo de los hechos, y fiscales del caso. El propósito sería analizar las afirmaciones que hizo “El Vicentillo” a través de su defensa.
Loya también habló con Castanon el 16 de agosto de 2011, y acordaron que viajaría a EU para sostener el encuentro que se llevaría a cabo el 29 de agosto.
Pero, supuestamente, Loya llamó a Castanon el 26 de agosto para decirle que “El Mayo” Zambada le había mandado decir que no tenía permiso para reunirse con la DEA porque podía afectar la estrategia de la defensa.
Según el gobierno de EU, Loya dijo que temía tener un problema con “El Mayo” Zambada.
La próxima semana habrá una audiencia pública sobre las condiciones de reclusión de “El Vicentillo”.
Aunque será hasta febrero de 2012 cuando comenzará el juicio del gobierno de Estados Unidos contra Vicente Zambada Niebla, en los pasillos de la Corte de Distrito Norte de Illinois, la guerra entre acusado y acusadores está tan candente como una silla en el estrado.
Los jefes de la DEA que deben rendir cuentas…
Las negociaciones y acuerdos de Humberto Loya, mejor conocido como el “Licenciado Pérez”, iniciaron en el año 2000 y se mantienen vigentes.
- Del año 2000 a diciembre de 2002, Antonio Placido fue el titular de la oficina de la DEA en México. Actualmente, es jefe de Inteligencia de toda la DEA.
- De 2002 a junio de 2006, lo relevó Larry Holifield . Después de su paso por México, fue nombrado agente especial asociado encargado de la división de la DEA en Miami.
- De 2006 a la fecha, el jefe de la DEA en México es David Gaddis.
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