Para Entender la Noticia
Por Benjamín Castro
2-feb-2011
BELTRONES GANA PERDIENDO EN GUERRERO
Aun dentro de los límites de la inmoralidad más indescriptible los políticos tienen un proyecto. Ese es el caso de Manlio Fabio Beltrones quien para los observadores superficiales aparece como el gran perdedor en Guerrero puesto que apoyó hasta el último momento el candidato perdedor: el priísta Manuel Añorve.
Obviamente, Enrique Peña Nieto también pierde porque pierde su partido el PRI y pierde López Obrador porque la alianza del PRD y el PT postuló a un priísta miembro típico de la mafia en el poder. Sin embargo, Beltrones no perdió porque él en realidad no aspira a ser el candidato presidencial del PRI porque tiene muy pocas posibilidades de ganar, por su siniestro pasado y porque, dicen algunos se parece mucho a Capulina. A lo que realmente aspira Beltrones es a ser el primer ministro o el jefe de gabinete de un gobierno de coalición al estilo del Reino Unido como lo ha dicho en varias ocasiones.
En este proyecto de un régimen parlamentario están unidos Beltrones y Calderón y el agente británico por excelencia, Manuel Camacho Solís quien controla a Marcelo Ebrard ideológicamente. Así que Beltrones perdió solo en apariencia, una apariencia que el mismo quiso construir. En realidad opera de la mano con Calderón y, a estas alturas, probablemente también con Manuel Camacho por la vía de los chuchos como Carlos Navarrete y otras figuras abyectas.
El plan de Beltrones, como el de Camacho, o como el de Calderón es irse juntos por una coalición de partidos que gobierne el país a partir del 2012; un régimen superdemocrático en el que todo se permita -matrimonio gay, fumar marihuana, combatir la contaminación, defender a los indígenas, etc.- menos cuestionar la política económica y los dogmas de la globalización y en el que la supuesta solidez del gobierno, fincada en varios partidos políticos, puede imponer las reformas estructurales que exige el FMI y los acreedores y a las que los políticos le llaman las reformas que México necesita, y que no son más que una serie de sacrificios por imponer a los mexicanos para sostener a México con la apariencia de una solvencia financiera que no tiene.
Para este fin superior, seguramente Beltrones ayudó a Calderón y a Ebrard, y a la PGR a orquestar la derrota de su protegido Manuel Añorve en Guerrero.
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