janet napolitano señala a los narcos mexicanos pero jamas se atreve a molestar a narcos en estados unidos

Allá sí los dejan... si se portan bien

De los Reporteros | 01-02-2011 | 00:00

Si en alguna zona es manifiesta y se entiende por todos los actores políticos y sociales la dinámica binacional y de corresponsabilidades del fenómeno del narcotráfico, esa es la frontera entre los dos países.

Por eso extrañó a los reporteros que la secretaria de Seguridad Interna de Estados Unidos, Janet Napolitano, escogiera la ciudad de El Paso para hacer una declaración que no hace sino confirmar cínicamente que al Gobierno de Estados Unidos nunca le ha importado combatir de aquel lado la distribución de droga ni que de este lado la lucha contra el narcotráfico haya costado tanta sangre.

La funcionaria advirtió a los cárteles mexicanos que si llevan “su violencia” del lado estadounidense recibirán una respuesta “aplastante”. En lugar de señalar que acabará con los narcotraficantes estén donde estén, Napolitano casi casi les dice a los grupos criminales que mientras se porten bien en su casa, no los va a molestar aunque en la del vecino dejen su estela de muerte.

Es decir, la violencia que Estados Unidos ha generado, en primer lugar como el mercado más grande del mundo para las drogas y en segundo, por su estrategia de azuzar al Gobierno mexicano contra los grupos criminales, se vale y se justifica, nomás mientras no cruce la frontera y se instale en su territorio.

Como si los ciudadanos fronterizos no supieran que desde siempre, los narcotraficantes han realizado sus operaciones y hasta radicado en los dos lados, con la salvedad de que allá nunca han sido molestados por autoridad alguna. ¿Acaso la droga se distribuye sola? ¿A poco de aquel lado las autoridades son inmunes al poder corruptor de los cárteles?

Lejos de intimidar a los jefes de las organizaciones criminales, las declaraciones de Napolitano desnudan esa política absurda de los funcionarios del gobierno de Estados Unidos que consienten la distribución de la droga en su interior, pero se persignan ante la barbarie criminal que asecha sus puertos de entrada.

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http://www.diario.com.mx/notas.php?f=2011/02/01&id=b6fb5f200d7d2d92c70f50e6b4ce3feb
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