CHIHUAHUA: Otra vez al barrio - Luis K’Fong

Otra vez al barrio

Luis K’Fong

Todas las Kaminatas, cuando menos para nosotros que las queremos, tienen un signo distintivo. Son como personas cada una de ellas y aunque duran una o dos horas, luego las recordamos y decimos cosas como ¿te acuerdas aquella kaminata en que…?

Pues la 26 —o Vigésima Sexta como nos dijeron que se decía— tuvo lo suyo: volvimos a salir 30 kaminantes, como en tantas otras; partimos de la esquina que forman la avenida Ocampo y la que en otro tiempo fue la calle principal, la Libertad —o la Líber, para los que recordamos—. Nos encabezó una manta —y aquí comienzan las diferencias—, aparte de la huella humana que nos identifica, se agregó el símbolo de “No más sangre” que propusieron Ríus y otros moneros para agitar la campaña nacional que ahora vuela en la internet.

Esta vez también kaminamos con un nombre propio: Susana Chávez, la escritora fronteriza que esta semana fue asesinada, que le cortaron la mano en clara alusión a su oficio y luego dijeron que la mataron sus amiguillos de borrachera y quisieron incriminar al estado —¡habrase visto! querer enseñar a los payasos a contar chistes—. Nadie lo cree, por supuesto, como no cree nada de lo que puedan decir los gobiernos de hoy en día. Pero llama la atención que un medio electrónico, El animal político, haya citado como fuente a un visitador de la Comisión Estatal defensora de los Derechos Humanos…

La gente, es decir los transeúntes que no participan organizados en la resistencia, nos ve y nos oye como otras veces, se detiene por minutos a escuchar los discursos de quienes quieren hacer uso del megáfono, leen nuestros volantes y algunos aplauden con nosotros cuando así protestamos y nos prometemos que derrotaremos al gobierno cuando nos hayamos juntado, organizado y movilizado suficientemente.

Pero tal vez el signo distintivo de esta 26ª sea el ambiente de competencia que ahora sufrimos en el campo de la resistencia: el asesinato de Marisela y la magnífica respuesta del pueblo al acudir al llamado de colocar veladores en derredor de palacio, ha hecho pensar a algunos compañeros y compañeras que los esfuerzos anteriores a estos sucesos deben ser abandonados y volcar todo sólo en esta manifestación que grande y todo, no basta.

Por si fuera poco, se llama a ritos propios de la iglesia católica, tal vez en la intención de utilizar tales métodos para movilizar personas que puedan prenderse de tal señuelo. No se considera que la iglesia, aún la que encabezan personajes como Raúl Vera u otros ministros rebeldes, piensa que hay una vida después de ésta y que la muerte no es más que un pasaporte a aquella que creen superior a la que sufrimos. Consecuentemente, pensar así debiera conformarnos el que cada día caigan decenas de conciudadanos, finalmente sus asesinos no hacen otra cosa que darles el pasaporte al paraíso.

Como nosotros no queremos que nadie se conforme, sino que luche, luche y luche, como dice una de nuestras consignas, pues no podemos y no queremos llamar a ningún rito apaciguador. Y como ellos piensan que las marchas —insisten en que nuestra kaminata es marcha— han sido superadas por formas más ingeniosas de protesta… pues…

Ahora, aunque decimos que todos luchamos contra la barbarie que se ha desatado en nuestro estado y país, lo cierto es que se están perfilando dos versiones de esa lucha. Y ojalá y no fueran dos, sino cientos y miles que protestáramos, pero la unidad, cuando menos por hoy va a tener que esperar otro tantito.

Por lo pronto, nosotros regresaremos al origen de la Kaminata contra la Muerte: en el sentido de que nos manifestamos para la gente, no para los gobiernos, entonces poco tenemos qué hacer en los palacios, así sean de veladoras. También regresamos en el sentido de que la próxima —la número 27— la haremos en el primer barrio donde salimos, el infonavit El Saucito; del crucero de Salvador Novo, por la Izalco, hasta llegar al llamado crucero de la muerte en la Francisco Villa. Será el sábado 22 a las cuatro de la tarde.

Cuando concluyamos, iremos a inaugurar el local de La gota, uno modesto que construimos con las cuotas de las y los trabajadores de la educación rebeldes y radicales, las aportaciones de ciudadanos chihuahuenses pobres  y colectas que hemos hecho entre los de abajo. Cero aportaciones gubernamentales, cero aportaciones de oenegés internacionales o fundaciones empresariales que quieren lavar su culpa con caridades.

Y claro que te invitamos. Si vienes vamos a estar felices, el movimiento se fortalece y los objetivos de la movilización se esclarecerán con tu presencia.

¡AMLO 2012!