Agotado, el modelo económico de México
Ivette Saldaña
Miércoles, 30 de junio de 2010
Persisten las "camisas de fuerza": David Ibarra.
Esquema actual dificulta combate a la pobreza y la desigualdad.
No queremos un Estado burocrático: Alicia Bárcena.
David Ibarra. (Foto: Eladio Ortiz)
· EL MODELO ECONÓMICO FRENA AL PAÍS
El modelo económico que se aplica en México dificulta terminar con problemas como la pobreza y la desigualdad, afirmó el exsecretario de Hacienda David Ibarra.
Aseveró que el país no crecerá ni se desarrollará si persisten las "camisas de fuerza económico-financieras" que generan que la mitad de la población esté en la pobreza.
Es utópico creer que podremos superar las desigualdades sociales con el modelo de desarrollo que impulsamos, subrayó en el seminario "Igualdad y desarrollo en México", que organizaron la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
"La manera ultraortodoxa en que los gobiernos mexicanos han adoptado los paradigmas económicos internacionales ha propiciado menor crecimiento, paralizando el proceso de industrialización y marginando a 50 por ciento de la población, lo que ha provocado debilitamiento en la cohesión social y de los avances democráticos.
"Con 50 por ciento de las familias en la pobreza y un gran porcentaje en la informalidad, no es posible, señores, es imposible mejorar el bienestar general de la población, y no resulta viable hacer avanzar la democracia."
Para Diego Valadés, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, otro de los problemas es que las leyes tributarias se elaboraron apoyando a los poderosos para que no paguen impuestos.
Explicó que los únicos que pueden utilizar los instrumentos del sistema jurídico mexicano son los mismos que no pagan los impuestos y que piden que los que menos tienen tributen más.
Las leyes fiscales tienen una enorme limitación, dijo, porque no son equitativas, a pesar de que toda legislación debe serlo.
Cambios
En su ponencia, la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, advirtió que la experiencia nos señala que los indicadores sociales son los que más se tardan en recuperar después de una crisis.
Por ejemplo, en los ochenta nos tomó 25 años revertir la pérdida de bienestar de la población de América Latina y 14 años en recobrar el PIB per cápita.
Expuso que es necesario tener un cambio estructural que se base en cuatro objetivos:
1) Igualdad con convergencia productiva. Ésa es la solución de fondo, es decir la igualdad verdadera.
2) Políticas económicas con visión propia y de largo plazo.
3) Un pacto fiscal con efecto redistributivo.
4) Redefinir el papel del Estado.
Asimismo, Bárcena reiteró la necesidad de contar con un Estado fuerte.
"No queremos un Estado burocrático, lento o capturado por intereses particulares. Necesitamos revisar qué tipo de Estado tenemos y una agenda pública clara y acordada con transparencia, y que eso nos permita reprogramar el gasto" de manera más eficaz.
Y todo ello se puede lograr "con acuerdos políticos. Creemos que son necesarios los acuerdos, y nosotros tenemos la responsabilidad de construirlos, así como una cultura de desarrollo de largo plazo".
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