XÓCHITL RANGEL
EL UNIVERSAL
PUEBLA MIÉRCOLES 05 DE MAYO DE 2010
19:52
El tradicional desfile del 5 de mayo, celebrado cada año en conmemoración de la Batalla de Puebla, concluyó entre rechiflas y desorganización ante la prematura partida del presidente Felipe Calderón.
Pasando el mediodía, el mandatario se retiró del templete, instalado en el bulevar 5 de Mayo, en compañía de la presidenta municipal de la capital, Blanca Alcalá Ruiz, y el gobernador Mario Marín Torres, a fin de continuar con la agenda programada para su visita.
El presidente y su comitiva se trasladaron a la XXV Zona Militar, donde observaron una recreación de la batalla ocurrida en 1862, cuando el recorrido de estudiantes, militares y corporaciones policíacas no concluía.
Ante ello, los asistentes al desfile revelaron molestia y comenzaron a chiflar por la ausencia de Calderón, pues inicialmente se creyó que el paso de los contingentes había culminado.
Incluso, decenas de personas se retiraron justo cuando el jefe de Estado se despidió al interpretar el gesto como el fin de la marcha.
En un lapso de 15 a 20 minutos, tras la partida del Ejecutivo federal se anunció que el desfile continuaría con la participación de ocho grupos estudiantiles más.
Los observadores, en su mayoría padres de familia, asumieron que el Presidente ‘desairó' a los poblanos y comenzaron así las rechiflas en su contra.
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