"El detonante para leyes antimigrantes, como la SB 1070 de Arizona, o la Propuesta 187 de California en los años noventa que intentó restringir los servicios públicos para indocumentados, ha sido el creciente déficit del sector público y la recesión, que llevaron a drásticos aumentos de impuestos y al malestar de la población más conservadora, señalaron expertos a EL FINANCIERO.
Para Javier Urbano, académico de la Universidad Iberoamericana, el ambiente xenofóbico de Arizona en realidad es un sentimiento generalizado que se gestó por décadas, debido al debilitamiento de los instrumentos fiscales, motor de cualquier política social progresista.
A fin de ganar las elecciones, explicó, los partidos prometen grandes rebajas de impuestos y los indocumentados son el mejor chivo expiatorio; no es gratuito que las iniciativas más duras, como la 187 o la 200 de Arizona (2004), que entre otros puntos sanciona a los empleadores de migrantes, se presenten en los momentos de mayor crisis.
Destacó que existe una miopía intelectual que hace pensar a los estadounidenses que los migrantes son la causa de los problemas, sin considerar que su mano de obra ha sido clave en el desarrollo.
'Los más de siete millones que viven en la ilegalidad generan fenómenos económicos que no pueden soslayarse, pues adquieren un peso cada vez mayor', recalcó el especialista.
Martín Íñiguez, profesor del Departamento de Estudios Internacionales de la Ibero, coincidió en que los indocumentados representan el sector más productivo, ya que apenas cruza la frontera un migrante y se convierte en consumidor, y cada vez que compra el estado percibe un impuesto al valor agregado en un porcentaje de 8.5 por ciento. También consume servicios como teléfonos, transporte o asesoría legal, dinamizando la economía.
Asimismo, agregó, son una constante fuente de mano de obra barata para empleos 'indeseables', lo que regula el crecimiento salarial y, por tanto, beneficia al control de la inflación."
¡Es un Honor Estar con Obrador!
Para Javier Urbano, académico de la Universidad Iberoamericana, el ambiente xenofóbico de Arizona en realidad es un sentimiento generalizado que se gestó por décadas, debido al debilitamiento de los instrumentos fiscales, motor de cualquier política social progresista.
A fin de ganar las elecciones, explicó, los partidos prometen grandes rebajas de impuestos y los indocumentados son el mejor chivo expiatorio; no es gratuito que las iniciativas más duras, como la 187 o la 200 de Arizona (2004), que entre otros puntos sanciona a los empleadores de migrantes, se presenten en los momentos de mayor crisis.
Destacó que existe una miopía intelectual que hace pensar a los estadounidenses que los migrantes son la causa de los problemas, sin considerar que su mano de obra ha sido clave en el desarrollo.
'Los más de siete millones que viven en la ilegalidad generan fenómenos económicos que no pueden soslayarse, pues adquieren un peso cada vez mayor', recalcó el especialista.
Martín Íñiguez, profesor del Departamento de Estudios Internacionales de la Ibero, coincidió en que los indocumentados representan el sector más productivo, ya que apenas cruza la frontera un migrante y se convierte en consumidor, y cada vez que compra el estado percibe un impuesto al valor agregado en un porcentaje de 8.5 por ciento. También consume servicios como teléfonos, transporte o asesoría legal, dinamizando la economía.
Asimismo, agregó, son una constante fuente de mano de obra barata para empleos 'indeseables', lo que regula el crecimiento salarial y, por tanto, beneficia al control de la inflación."
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