MARCELA GOMEZ ZALCE: En el nombre del Padre…

En el nombre del Padre… | Ediciones Impresas Milenio:

"En el nombre del Padre…
A Puerta Cerrada
Marcela Gómez Zalce



2010-03-04•Política

• Buganza y el tigre que parece pantera
• Misil y el monitoreo del ife

No hay nada, mi estimado, que en el nombre de Dios no se pueda realizar. Desgarradora la entrevista radiofónica de Carmen Aristegui con la familia de Marcial Maciel justo en momentos donde los Legionarios de Cristo pasan por su peor momento que comenzó, no cuando se hicieron públicas las denuncias de los abusos y violaciones de este hombre degenerado, a quien por años protegió la misma legión, la Iglesia Católica (con minúsculas), los hombres de la sotana y el poder económico mexicanos, el Vaticano y el mismísimo Juan Pablo II, sino a raíz de la investigación que se detonó desde junio del año pasado para conocer a fondo la decadencia, la doble moral y la simulación con la que operaba Maciel.

La doble vida que llevó durante años este execrable personaje, a quien en un principio se le reconoció solamente una hija, salió con la lindura, my friend, de que al menos procreó, según diversas indagaciones, hasta siete hijos.

Y ayer, en el micrófono en un ambiente que conmovía, José Raúl González, hijo de Maciel y Blanca Estela Lara, puso sobre la mesa una historia que con detalles narró la ola de abusos, atropellos y manipulaciones con la que este engendro de hombre se movió en las entretelas del poder económico y religioso mientras traicionaba la ideología, los principios, la ética, la moral y la dignidad.

El misil pega en la línea de flotación de los Legionarios de Cristo que, buscando el perdón de las víctimas y con una sopesada estrategia de control de daños, buscan reinventar la orden que por décadas estuvo en la lista de las favoritas de Roma y, of course, México. No deja de ser bastante asombroso que Benedicto XVI se atreva a solicitar públicamente el perdón de fieles y víctimas ante los abusos documentados del escándalo que envolvió recientemente a sacerdotes irlandeses, pero haga mutis en lo que ha sido una abierta inmundicia en nuestro país.

Y así, mientras el bosque católico comienza a arder en llamas, la simpática duda que arremete es el simpático fin que busca el Vaticano y Benedicto XVI al terminar de balconear los excesos, que sin duda caerán también en el ámbito político-económico, de este excelso ejemplo de figura católica, apostólica, romana, yes?

Porque si las coincidencias en política no existen, mi estimado, mucho menos las hay en esta arena de las faldas largas, donde varias atractivas ocasiones los intereses han mostrado ser, no la de honrar los principios de Dios y su iglesia (con minúsculas), sino los de unos cuántos pasados y disolutos que con su estilo de vida, sus excesos y su hipocresía manchan el dogma eclesiástico."

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