24 de febrero de 2010

MAQUILAS Y LA DISFUNCION FAMILIAR EN JUAREZ QUE ALIMENTA SICARIATOS Y CRIMENES..HOY HUYEN DE JUAREZ EVADIÉNDOSE

Maquiladoras agudizaron disfunción familiar y hoy huyen de Ciudad Juárez - La Crónica de Hoy / Miércoles 24 de Febrero, 2010:
"“El esquema maquilador también tiene su responsabilidad en la violencia de la ciudad”, apunta Sergio Sánchez, investigador del CIESAS y cuyo proyecto se concentró en el tema laboral.

Lo escuchan la investigadora Patricia Ravelo, que hizo de Juárez su eje de estudio durante ocho años, y Beatriz Lozoya, quien aborda el tema desde la perspectiva de la psicología social y desde la proximidad de su vida en la frontera.

Sánchez ofrece detalles del actual panorama en el sistema de maquilas: “Su caída es estrepitosa: de 250 mil empleos hoy sólo se mantienen entre 90 y 100 mil, el número más bajo en 20 años, y de esos el 20 por ciento se encuentra en paro técnico; los trabajadores van un día, dos, con un pago de 59 pesos por jornada. El desplome contribuye al ambiente de desesperanza”.

–¿Cuál es la responsabilidad de las maquiladoras?

–Han funcionado en un marco de prohibiciones anticonstitucionales, como lo sindical, y si en la época de apogeo se sumaban bonos a los salarios mínimos, hablamos de un régimen jodido, de jornadas intensivas e ilegales. Las mujeres estaban esclavizadas, podemos decir que dos generaciones de niños crecieron abandonados; hoy es un sector de la población con serios resentimientos.

“Son los que hoy matan o mueren, los que tienen colapsadas las funerarias, porque los ataúdes no alcanzan, y la morgue, porque ya no hay espacio para más cadáveres”, dice Lozoya.

“Hubo chavos que conformaron un ejército industrial de reservas –afirma Ravelo–: terminaron por incorporarse a la maquila, ya sea porque sus padres los llevaron o porque fueron reclutados por gente a la que le daban bonos por llevar mano de obra”.

Coinciden los investigadores: el auge económico de las maquilas no derivó en desarrollo social, porque los barrios fueron abandonados y, hasta la fecha, carecen de escuelas, espacios públicos, pavimentación, alumbrado, tomas de agua y transporte (que se basa en el desecho de los camiones escolares de Estados Unidos).

Cuenta la psicóloga Lozoya: “Las comunidades obreras construyeron sus viviendas con desperdicios de las fábricas: madera, fierro, cartón, plásticos, llantas… Hubo familias que levantaron sus hogares en cáscaras de camiones abandonados. Las maquilas no representaron un proyecto de desarrollo y ahora, por la inseguridad, ya se van, no les importa la gente. Las naves industriales se están quedando vacías”."

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