Antonio Hernández
Ante el aumento en las tarifas eléctricas industriales de 18 por ciento a partir de este primero de febrero, México pierde atractivo para empresas extranjeras con interés de invertir en el país y pone en riesgo la planta laboral, coincidieron empresarios.
“Mientras no logremos modernización del sector a través de una reforma energética y si no hay similitudes con países con quienes tenemos competencia, vamos a vivir en un retraso y letargo en el sector eléctrico en México. Tenemos años expresando la preocupación”, dijo el director general de Caintra Monterrey, Guillermo Dillon.
El entrevistado agregó que en 2009 los precios de las tarifas eléctricas bajaron por la caída en la demanda; sin embargo, el beneficio no se hizo notable para las empresas pues tenían su capacidad instalada trabajando muy debajo de su potencial.
“Ahora que repunta la actividad económica y necesitamos incrementar volúmenes de consumo eléctrico, ahora nuevamente resentiremos el incremento de las tarifas que es nocivo para la industria nacional, como detractor de la inversión extranjera que podría considerar a México como opción de destino ante la crisis y buscar opciones más económicas”, explicó.
Añadió que dicha situación se traduce en pérdida de competitividad, pues significa que la elaboración de un producto en México será más cara y se optará por adquirirlo en el extranjero, como en el caso de China.
“Gradualmente se inicia la pérdida de clientes, se empieza a despedir gente y eventualmente cierra la empresa. Si hacemos el comparativo con fabricantes como Brasil, vemos diferencias en los recibos de electricidad de 20 a 40 por ciento”, añadió.
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