8 de agosto de 2009

Sin Protocolo Jueves 6 de Agosto del 09

La expulsión de López Obrador del PRD será carente de toda validez política, será la expulsión de las burocracias pero no de las bases.

 

SIN PROTOCOLO

Por: Jesús Nevárez P.

 

Bajo acoso, López Obrador continua la lucha

 

Al parecer en el Partido de la Revolución Democrática (PRD) todo esta preparado para la expulsión de Andrés Manuel López Obrador,  un desenlace a una etapa mas de esta turbulenta construcción del proceso democrático de nuestro país.

Andrés Manuel López Obrador mas allá de las equivocaciones que las tiene, de sus errores de apreciación que también los hay, es un personaje que liderea uno de los movimientos ciudadanos mas importantes de las últimas décadas, un movimiento ciudadano que si bien tiene muchas deficiencias organizativas, forma parte de las mas vigentes expresiones independientes y de oposición activas y militantes, esto lo reconocen amigos y enemigos, aliados y contrarios.

En un sistema de partidos viciado como el que estamos viviendo, es muy difícil que quepa en alguno de ellos un proyecto de visión independiente, un proyecto que por principio no acepta la componenda aunque si a la negociación, no le entra al “cochupo” aunque si al diálogo, no crea en las relaciones perversas aunque si en la construcción plural de un proyecto de nación.

En el caso de López Obrador al interior del PRD en este momento lo que menos se discute es la validez de su proyecto, si interpreta bien o no la realidad social, si recoge o no los reclamos sociales, si es un proyecto que se vincule a los sectores sociales mas olvidados, no se debate su propuesta política ni económica, no se pone en la mesa de la controversia su visión y alternativas, la discusión se da en términos de interés o desinterés de sectas y grupos muy cercanos al estado como poder.

El Partido de la Revolución Democrática fue concebido como un instrumento político de oposición creado para la oposición, para la disidencia, un proyecto en el que se cobijaría a los verdaderos luchadores independientes de los gremios, del campo, de las áreas urbanas, de las universidades y grandes centros de educación, donde se integrarían  los intelectuales críticos, los artistas marginados y excluidos de las políticas oficiales, donde militarían los hombres y mujeres de mentalidad democrática,  los sin voz,  los  ultrajados,  los ofendidos por un sistema que no da respuesta desde hace muchas décadas a las necesidades de los mexicanos y que se orienta cada vez mas a la construcción de una sociedad desigual en lo económico pero también en lo jurídico, en los social, en el respeto a sus derechos cada día mas conculcados.

Así se fundieron varios proyectos de izquierda, se termino con una tradición de lucha férrea y heroica como la que históricamente dio el Partido Comunista Mexicano, se habló de una organización que irrumpiría con toda la experiencia de las organizaciones que lo integraban en la vida democrática en todos sus niveles. Pero, hubo quienes no creyeron en este proyecto, los que consideraron que las amenazas del estado eran muchas, la fascinación del poder un peligro, el riesgo de la penetración de oportunistas mucho.

El PRD fue abandonando gradualmente la lucha social para privilegiar solo la lucha política, primero se fueron desarticulando las organizaciones que daban intensa lucha por la democracia en las universidades, en los ejidos, en los sindicatos, en los asentamientos urbanos; se fueron desarticulando los proyectos solidarios, las políticas de apoyo a las organizaciones golpeadas, se terminó con la denuncia con la resistencia, se persiguió a lideres honestos, a los que se calumnió y desprestigió, luego vino la lucha intensa por los espacios de poder político como fueron desde regidurías hasta gubernaturas, fue una lucha a muerte por el reparto de las dádivas de un sistema que había logrado su objetivo, despojar de su mística, de sus principios, de sus teoría, de su praxis, a la izquierda mexicana para integrarla al oportunismo mas oprobioso.

En esta dinámica surge del despojo de un triunfo electoral un movimiento ciudadano con presencia en todo el país, una presencia dispersa pero real, un movimiento que reivindica la necesidad de crear un país diferente, con mas contrapesos, con mas libertades, con menos abusos y atropellos, con una línea mas independiente de los intereses extranjeros, con una política económica que suprima privilegios y que de prioridad a solucionar las necesidades sociales.

Este proyecto encabezado López Obrador, como propuesta que se opone a un sistema que descansa en la turbiedad, en la injustita, en la corrupción, en la traición y en la impunidad, la lucha independiente y realmente democrática se confronta y enfrenta a todos los recursos que utiliza el mismo sistema para acabar con sus enemigos, la infiltración, la persecución, la represión, el hostigamiento; quien sabe de la lucha independiente y de verdadera oposición sabe que tarde que temprano se termina por sentir la fuerza del poder y a ella hay que darle respuesta.

La inminente expulsión de López Obrador del PRD no es más que parte de un proceso de lucha, su resistencia es la resistencia de todo un movimiento al que diariamente quieren dar por muerto, pero que tras cada golpe se revitaliza.

La expulsión de López Obrador del PRD será carente de toda validez política, será la expulsión de las burocracias pero no de las bases, será la expulsión de los corruptos y oportunistas, pero no del pueblo que integra sus bases, pero seguramente el triunfo mas contundente de toda esta intentona de golpeo es que el movimiento López Obradorista permanece, el movimiento ciudadano por un México diferente continua y continuará dentro y fuera del PRD, como la ven.

Jenep_55@hotmail.com

   

   

    

 

 


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