SAMUEL SCHMIDT:REQUIEM POR LA LIBERTAD.

APORTE DE HILDA:

68 y 2006 (nueva colaboración de Samuel Schmidt)
68 y 2006


Requiem por la libertad


Se acaban de cumplir 38 años de la infamia de 1968. Durante ese año el gobierno autoritario mexicano se desconcertó ante el resurgimiento de voces de protesta que pensaba estaban completamente acalladas porque suponía que el control y la corrupción habían sometido definitivamente a la sociedad, su respuesta fue una represión que fue subiendo de tono hasta terminar en la masacre de gente que se manifestaba pacíficamente.

Hay varias interpretaciones sobre lo sucedido ese 2 de octubre, desde las místicas de Velasco Piña hasta las conspirativas de Martre, pero en lo que hay acuerdo es que fue un parteaguas y un golpe tan severo al dominio del PRI que de ahí en adelante todo fue ir de bajada. Sin embargo, la verdadera caída del PRI sucedió 29 años después, cuando la generación siguiente le quitó el poder de la Cámara de Diputados. Una generación después le quitó la presidencia.

Los jóvenes que votaron en 2000 son hijos del 68 y muchos se enteran del mismo solamente en algunas clases de historia, aunque esta no es una disciplina que se les dé bien, con decir que muchos no saben en qué siglo fue la independencia de México y son incapaces de nombrar a los últimos cuatro presidentes mexicanos; o sea que hay algo más.

Se puede considerar a ambas fechas como actos de rebelión aunque por causas muy distintas, no obstante que muchos traten de presentarlas como similares. El 68 fue un momento de sacudimiento ideológico profundo. Dentro de la izquierda en el mundo se ponían en tela de juicio los grandes dogmas, la frase que tal vez sintetiza con mayor claridad este momento fue: Ni Marx ni Dios. En México las fuerzas izquierdistas tenían frente a sí movimientos guerrilleros, pero seguían concentradas en las clases medias, el PRI les había cerrado la posibilidad de hacer trabajo político entre obreros y campesinos. Es por eso que el grueso de la actividad política de oposición se dio en las universidades que fungían como reducto de trasgresión y esfuerzo revolucionario.

Hoy las universidades han caído en el juego del utilitarismo, los panistas les arrancaron con dinero la autonomía y la gente se inclina pragmáticamente a buscar una viabilidad personal para el futuro, el colectivismo izquierdista y la búsqueda del interés general alternativo se han esfumado, solamente quedan los viejos comunistas que parecen piezas de museo y algunos se han inclinado abiertamente a la derecha como lo demostró su juego del voto útil por Fox y su apoyo de Calderón disfrazado de anti López Obrador.

El 68 era el final de un largo proceso de crecimiento económico, se presentaban las señales de agotamiento de un proceso debido a la falta de imaginación para innovar y a que la larga permanencia en el poder creaba las complicidades que facilitaban la disparidad y el privilegio. El país estaba en relativa paz, la represión era selectiva aunque sangrienta, el gobierno no dudaba en matar líderes de oposición.

El país en 2006 viene de una prolongada crisis económica y la aplicación de un paquete económico ha ampliado la brecha socio-económica provocando que el 60% de los mexicanos viva bajo la línea de miseria. El PRI perdió el poder, pero su reemplazo continuó con la corrupción y profundizó los instrumentos que afectan las libertades estableciendo un gobierno totalitario de facto disfrazado de democracia por una muy relativa libertad de prensa. El cerco informativo a López Obrador demuestra cómo el Estado ha copado a los medios.

Si en el 68 la clase media estaba agraviada, en 2006 el agravio parece haberse generalizado; abundan los casos de gente que se hace justicia con su propia mano y hay un fuerte rechazo a los políticos: 250 organizaciones civiles de 18 estados, participantes en la Convención Nacional Ciudadana Municipalista, rechazaron a Felipe Calderón como presidente legítimo. El gobierno reconoce a 100 grupos guerrilleros y el país se ahoga en un río de sangre por las venganzas derivadas del sistema de justicia del narco.

En el 68 un gobierno estúpido acribilló a la clase media y a la dignidad nacional y en 2006 un gobierno inepto ha perdido el control para que lo tome la delincuencia organizada. Bien dice el chiste: ¿En qué se parece el gobierno a la mafia? En nada, pero la mafia está bien organizada.

En el 68 el gobierno fue capaz de someter a la elite política para que aplaudieran la decisión de reprimir y en 2006 aquellos que prometieron y juraron seguir por la senda democrática manejaron una elección de Estado agraviando a la nación con el fraude electoral.

Hay muchas diferencias, pero al parecer cada generación mexicana se enfrenta a agravios desde el poder, el 68 parece haber marcado el fin el PRI, ¿acaso el 2006 marque el fin de la política mexicana como la conocemos? ¡Ojalá!



Fecha: 2006-10-17 09:04:30



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