NOTA ORIGINAL POLÍTICO MILENIO
Más que incapacidad de operación política por parte de sus promotores, la contrarreforma a la Ley de Transparencia e Información Pública se tuvo y tiene que enfrentar a los ciudadanos. Si se observa lo medular de la ley, reglamentaria del derecho a la información en Jalisco, es que estamos ante una herramienta jurídica para que las personas ejerzan no sólo el derecho a saber, sino sobre todo, conocer para estar en posibilidad de participar en la toma de decisiones públicas en lo que cada uno decida, y no sólo en aquello que los funcionarios de carrera o por periodo determinen.
Durante dos y medio meses la propuesta de contrarreforma ha estado en el centro del debate sobre el quehacer legislativo. Que recuerde, ningún otro tema de esta naturaleza ha desarrollado tanta atención mediática. Incluso, ni en su proceso de creación (2004), ni su aprobación (diciembre de 2004), ni su entrada en vigor, así como la integración del Instituto de Transparencia e Información Pública (ITIP), atrajo tanto la atención de los medios de comunicación, y sobre todo, no involucró a tantos sectores sociales organizados y no organizados; e incluso, ninguna propuesta legislativa ha provocado el surgimiento de algún movimiento, como la formación del Movimiento por la Transparencia.
¿Por qué sucedió esto? Porque los diputados promotores de la contrarreforma, aunque no lo capten, con su iniciativa están anulando el ejercicio del derecho a la información, sobre el cual no se requiere tener amplísimos conocimientos, diplomados, maestrías, doctorados en derecho administrativo, constitucional, penal o cualquiera, para que un ciudadano o ciudadana tenga claro que el derecho a saber nadie se lo quita.
¿Pasará la contrarreforma? Las condiciones están para que no, pero si se persiste en lo abyecto, se aprobará la contrarreforma, no me queda alguna duda.
La prudencia, la sensatez, la inteligencia, el sentido común, la sindéresis*, la capacidad de operación política, llevarían a cualquier representante popular a dar por concluida esta iniciativa; pero si lo ubicamos en la LVII Legislatura, a 121 días de que concluya, con rezago legislativo y en la víspera de un periodo natural de sobrecarga de trabajo de fin de año, el dejar este asunto para la próxima Legislatura es más que necesario.
*sindéresis: capacidad racional natural para ejercer un juicio correcto sobre una materia
COMENTARIO: Lo que hacen diputados viajeros, con membrete de todos los partidos, con tal de seguir viviendo del presupuesto mientras el ciudadano común y corriente sufre para sobrevivir la quincena. No les basta recibir salarios de insulto, también quieren ocultar qué es lo que hacen con nuestro dinero.
Durante dos y medio meses la propuesta de contrarreforma ha estado en el centro del debate sobre el quehacer legislativo. Que recuerde, ningún otro tema de esta naturaleza ha desarrollado tanta atención mediática. Incluso, ni en su proceso de creación (2004), ni su aprobación (diciembre de 2004), ni su entrada en vigor, así como la integración del Instituto de Transparencia e Información Pública (ITIP), atrajo tanto la atención de los medios de comunicación, y sobre todo, no involucró a tantos sectores sociales organizados y no organizados; e incluso, ninguna propuesta legislativa ha provocado el surgimiento de algún movimiento, como la formación del Movimiento por la Transparencia.
¿Por qué sucedió esto? Porque los diputados promotores de la contrarreforma, aunque no lo capten, con su iniciativa están anulando el ejercicio del derecho a la información, sobre el cual no se requiere tener amplísimos conocimientos, diplomados, maestrías, doctorados en derecho administrativo, constitucional, penal o cualquiera, para que un ciudadano o ciudadana tenga claro que el derecho a saber nadie se lo quita.
¿Pasará la contrarreforma? Las condiciones están para que no, pero si se persiste en lo abyecto, se aprobará la contrarreforma, no me queda alguna duda.
La prudencia, la sensatez, la inteligencia, el sentido común, la sindéresis*, la capacidad de operación política, llevarían a cualquier representante popular a dar por concluida esta iniciativa; pero si lo ubicamos en la LVII Legislatura, a 121 días de que concluya, con rezago legislativo y en la víspera de un periodo natural de sobrecarga de trabajo de fin de año, el dejar este asunto para la próxima Legislatura es más que necesario.
*sindéresis: capacidad racional natural para ejercer un juicio correcto sobre una materia
COMENTARIO: Lo que hacen diputados viajeros, con membrete de todos los partidos, con tal de seguir viviendo del presupuesto mientras el ciudadano común y corriente sufre para sobrevivir la quincena. No les basta recibir salarios de insulto, también quieren ocultar qué es lo que hacen con nuestro dinero.
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