NOTA ORIGINAL MILENIO DIARIO
Tengo la impresión de que aquello de vamos a Tabasco que Tabasco es un edén es puro mito genial. Con qué derecho se atribuyen propiedades paradisiacas que supondrían grandes capacidades para el hedonismo si, la verdad, no parecen tener voluntad para organizar un auténtico espectáculo electoral. Cómo es posible que compatriotas históricamente menos capacitados para el caos y el desorden como los oaxaqueños, hayan implementado un show político tan patibulario y divertido, y eso que no están en tiempos electivos
Mientras en Oaxaca se nota la vocación orgiástica tanto de Ulises Ruin como de la APPO que ya demostraron que, lo suyo, lo suyo, lo suyo, es echar desmadre, en Tabasco sólo vemos abulia y desidia tanto en el candidato perredista, César Raúl Ojeda, y el priista, Andrés Granier, que son más aburridos y melodramáticos que Cuauhtémoc Cárdenas escribiendo cartas.
O sea, ni siquiera la presencia del Peje rijoso y del espectro de Madrazo que recorre la Quinta Grijalva pidiendo su cocol, le han podido dar un poco de alegría, Macarena.
Chico Ché debe estar revolcándose en su tumba.
Bueno, cómo estará la cosa que contener el derroche de bostezos, algunos de nuestros analistas políticos más sesudos, esos que se hablan de tú con Nostradamus y Norberto Bobbio, plantean capulinamente que la crisis poselectoral será peor que en las presidenciales (por culpa de AMLO, claro, quien desde hace mucho es culpable de todo, hasta de la operación de Talina Fernández, el choque de la avioneta en Nueva York –después de la debacle de los Yanquis en el beisbol, la muerte del pitcher Cory Lidle en el avionazo, la línea de investigación debe ser la del suicidio– y nada más falta de que me lo acusen de hacerle al vudú como Lula en Brasil) con el fin de hacer de las elecciones tabasqueñas del domingo algo medianamente atractivo.
Bueno, hay hasta quien dice, con tal de de inflarles la relevancia y publicitarlas como libro de superación personal, que en estas votaciones el PRI se juega su destino manifiesto y el PRD mucho de lo que le queda de dignidad después de las decisiones del TEPJF precioso; inclusive el porvenir de las dos Coreas. A ver, repitan conmigo, exageré, exageré, exageré.
Eso sí, si los tabasqueños no se ponen oaxaqueños sus elecciones pueden terminar como muchos políticos foxistas, empezando por el presichente & wife: tendrán mucho pasado, poco presente y ningún futuro.
Tengo la impresión de que aquello de vamos a Tabasco que Tabasco es un edén es puro mito genial. Con qué derecho se atribuyen propiedades paradisiacas que supondrían grandes capacidades para el hedonismo si, la verdad, no parecen tener voluntad para organizar un auténtico espectáculo electoral. Cómo es posible que compatriotas históricamente menos capacitados para el caos y el desorden como los oaxaqueños, hayan implementado un show político tan patibulario y divertido, y eso que no están en tiempos electivos
Mientras en Oaxaca se nota la vocación orgiástica tanto de Ulises Ruin como de la APPO que ya demostraron que, lo suyo, lo suyo, lo suyo, es echar desmadre, en Tabasco sólo vemos abulia y desidia tanto en el candidato perredista, César Raúl Ojeda, y el priista, Andrés Granier, que son más aburridos y melodramáticos que Cuauhtémoc Cárdenas escribiendo cartas.
O sea, ni siquiera la presencia del Peje rijoso y del espectro de Madrazo que recorre la Quinta Grijalva pidiendo su cocol, le han podido dar un poco de alegría, Macarena.
Chico Ché debe estar revolcándose en su tumba.
Bueno, cómo estará la cosa que contener el derroche de bostezos, algunos de nuestros analistas políticos más sesudos, esos que se hablan de tú con Nostradamus y Norberto Bobbio, plantean capulinamente que la crisis poselectoral será peor que en las presidenciales (por culpa de AMLO, claro, quien desde hace mucho es culpable de todo, hasta de la operación de Talina Fernández, el choque de la avioneta en Nueva York –después de la debacle de los Yanquis en el beisbol, la muerte del pitcher Cory Lidle en el avionazo, la línea de investigación debe ser la del suicidio– y nada más falta de que me lo acusen de hacerle al vudú como Lula en Brasil) con el fin de hacer de las elecciones tabasqueñas del domingo algo medianamente atractivo.
Bueno, hay hasta quien dice, con tal de de inflarles la relevancia y publicitarlas como libro de superación personal, que en estas votaciones el PRI se juega su destino manifiesto y el PRD mucho de lo que le queda de dignidad después de las decisiones del TEPJF precioso; inclusive el porvenir de las dos Coreas. A ver, repitan conmigo, exageré, exageré, exageré.
Eso sí, si los tabasqueños no se ponen oaxaqueños sus elecciones pueden terminar como muchos políticos foxistas, empezando por el presichente & wife: tendrán mucho pasado, poco presente y ningún futuro.
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