Agencia Reforma | 2013-12-28 | 21:38
Distrito Federal— En México reina la impunidad. Datos oficiales lo demuestran: de cada 100 denuncias del fuero común, sólo siete resultan en una sentencia condenatoria.
Esto implica un 93 por ciento de impunidad en delitos como robos a casa o vehículo, homicidios, secuestros, extorsiones, violaciones sexuales, lesiones y delitos patrimoniales.
De acuerdo con cifras de la PGR presentadas en el Programa Nacional de Procuración de Justicia 2013-2018, se presentaron 19.9 millones de denuncias entre 2000 y 2012.
En contraste, en ese periodo sólo se dictaron 1.4 millones de sentencias condenatorias.
Sin embargo, estas cifras no consideran el alto número de delitos que no son denunciados, de lo que se desprende que la impunidad es incluso mayor.
La Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública arroja una cifra negra de delitos no reportados equivalente al 92.1 por ciento.
“El bajo índice de denuncias por la comisión de delitos, así como los obstáculos y costos para el avance y eficacia en cada etapa del proceso de investigación de los delitos en ambos niveles, se ha traducido a lo largo de los años en impunidad”, reconoce la Procuraduría.
Otro de los factores claves en la impunidad, señala, es la persecución de delitos menores, en lugar de los graves, como el homicidio o el robo con violencia.
De hecho, el 60 por ciento de las sanciones son por delitos menores, mientras que sólo el 12 por ciento es resultado de los de alto impacto.
“El país no muestra una política criminológica focalizada y proporcional.
“Sería deseable que una proporción relativamente alta de los recursos del sistema se dedicara a perseguir, procesar y sancionar con prisión los del0itos de alto impacto”, señala el diagnóstico de la PGR.
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