13 de diciembre de 2013

Maratón Guadalupe-PEMEX: la resaca que durará décadas

guadaupe-pemexMaratón Guadalupe-PEMEX: la resaca que durará décadas:
Un hombre observa un retrato de la Virgen de Guadalupe frente la sede central de la empresa pública Petróleos Mexicanos (Pemex). Archivo EFE
Emmanuel Ameth


En México las festividades decembrinas suelen comenzar con lo que popularmente se conoce como maratón Guadalupe-Reyes, cuya repercusión económica para las familias suele durar hasta el mes de febrero derivado de todos los gastos en los que se incurre durante dicho periodo. Sin embargo, dada la autorización del proyecto de Reforma Energética que actualmente se discute en las Cámaras, para esta ocasión la afectación podría durar décadas.

Los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) aprobaron un dictamen que transgrede el espíritu de las leyes mexicanas para que el capital extranjero privatice la explotación del petróleo y el suministro eléctrico. Sólo el primero de estos recursos estratégicos representa el 38% de los ingresos actuales con los que se compone el erario.

Poco importa que la paraestatal Petróleos Mexicanos (PEMEX) se encuentre entre las seis petroleras más rentables del mundo y que sea la de mayor utilidad en margen antes de impuestos a pesar del abandono a la que ha sido sujeta durante más de 40 años con la intención de abaratarla ante la opinión pública. Tampoco importa que su producción que ronda sobre los 2.5 millones de barriles diarios tenga un excedente de un millón de los mismos para satisfacer la demanda extranjera de hidrocarburos donde el cliente principal es Washington.

El argumento es que se necesita producir más y para ello es necesario realizar alianzas aún si estas dejan un margen mínimo de ganancias para los dueños de este recurso como se aprecia en documentos como “Oil, Mexico and The Transboundary Agrement”. Las propuestas que se discuten destacan por incorporar figuras de contratistas y permisionarios cuyas licencias permitirán utilidad y producción compartida entre otras concesiones donde incluso podría exigirse sólo el pago de derechos para la explotación.


Momento en que aprueban en el Senado la reforma energética. Foto: elorbe.com
Es por ello que los legisladores de ambas cámaras actúan con sigilo extremo: de noche, cuando no los ven. Y como los ladrones ninguno consulta a sus representados, pues no se necesita permiso cuando se trata de robar. Simplemente arrebatan, para después vender lo que no es suyo.

Porque México es un país donde los mitos son tomados por ciertos y las verdades son mitificadas con perversas intenciones. Por ello incluso, se han aprovechado de la propia fe y devoción del mexicano hacia la Virgen de Guadalupe para usarla en su contra.

Instituciones como escuelas, bancos y dependencias de gobierno cancelaron labores con motivo de la festividad Guadalupana, como si ésta fuera la única creencia que se profesara en el país o al menos, la única con derecho sobre todas las demás para imponer su calendario. Los gobernantes saben del sentimiento de orfandad que impera en el mexicano y le manipulan usando su símbolo como estandarte. Discuten la que podría ser la reforma más importante en décadas exactamente en la temporada en que menor oposición pueden encontrar.

Perdieron todo tipo de respeto por las creencias que practican sus representados. Porque la Virgen de Guadalupe obedece a un símbolo religioso que va más allá de una representación pictórica (elaborada más bien con técnicas torpes que desproporcionaron el cuello y manos de manera evidente además de no poner especial cuidado en los rasgos de la cara) y es más que 20 restauraciones que agregaran y después quitaran una corona. Ni siquiera importa si San Juan Diego alguna vez existió o si Juan de Zumárraga como principal testigo no dejó testimonio sobre las apariciones. Es ella la figura religiosa propia más emblemática de los mexicanos que congrega a millones de fieles año con año y de la cual se sirvieron los legisladores para que, bajo el velo de su rito, fueran distraídos los ciudadanos de su perverso plan.

Los legisladores esta vez lucraron con la devoción y la fe; con la madre del mexicano, que también es la suya. Y lo hicieron para robarles parte de su futuro. Si la venta de sus recursos y de su propia fe no son suficientes para movilizarles en contra de aquello que les perjudica, probablemente nada más lo hará. Las escenas de sacrificio en peregrinaciones que otrora se realizaran para agradecer favores serán más comunes aunque con un propósito distinto: podrían apreciarse como medios para pedir regresar el tiempo y ser capaces de defender aquello que se les arrebató.
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