La falta de “contundencia y fuerza” de la CNTE ha permitido a la clase dominante burlarse de ella
Pedro Echeverría V.
1. Los maestros de la Coordinadora (CNTE), aunque son más de 300 mil asociados, han sido demasiado respetuosos y pacientes en sus luchas; siguen teniendo confianza en que la clase dominante algún día los escuchará y resolverá sus demandas. A pesar de sus discursos radicales –antigobiernistas y anticapitalistas-, de sus más de mil marchas o manifestaciones, de la firmeza en defensa de sus derechos, no han realizado ninguna acción realmente contundente; por el contrario –para demostrar su limpieza- han dado pasos atrás al devolver el Zócalo y al “comprimirse” en el Monumento de la Revolución.
2. Han cedido ante la gran campaña diaria que han impulsado los medios electrónicos (TV, radio) buscando desprestigiarlos ante la opinión pública, en particular, frente a los habitantes de la ciudad de México. A partir del 1 de enero deben adoptar otra estrategia que obligue al gobierno a abrogar esa reforma privatizadora y al mismo tiempo a asegurar la estabilidad en el trabajo de todos los maestros del país. ¿Desde cuando los trabajadores son culpables por reclamar derechos, de hacer paros o huelgas? Los maestros no están incumpliendo con los niños por que sus demandas son concretas. Son las autoridades las culpables.
3. Los maestros han hecho todo: acudir a Gobernación cuando los han citado, han realizado marchas, plantones, mítines, acordonamiento, bloqueos en embajadas, en el aeropuerto, etcétera, pero nada les ha funcionado porque no lo están haciendo en serio, sino con mucho miedo a los desprestigios en la TV y radio y con temor –por las permanentes provocaciones y amenazas- a que se desate una feroz represión contra ellos. A partir de las muchas enseñanzas de movilización se puede concluir que ninguna estrategia de protesta sirve para que el gobierno reconozca los derechos de los demás y que lo único válido es el uso de la fuerza de masas.
4. No ha habido ningún movimiento en el país que valientemente no haya acudido, pedido, exigido, soluciones legales con bases “constitucionales” y todos han sido motivo de burla al darles largas sin solución. En los últimos tiempos Cárdenas, López Obrador, el EZLN, los electricistas, los mineros, el EPR, la CNTE; nadie, absolutamente nadie ha logrado solucionar algo. A los zapatistas, después de la gigantesca y combativa movilización de 2002 le impusieron una ley por Fox y el congreso, absolutamente contraria a lo que pedían; los electricistas perdieron su trabajo; a los de Mexicana nada y el líder minero continúa en el exilio.
5. La bronca es que si un millón de maestros y de apoyadores decidiéramos tomar en serio el aeropuerto, algunos bancos y cerrarlos por tres días, el gobierno concentraría también a un millón de soldados y marinos, con tanques, perros, caballos, gases lacrimógenos y fusiles para reprimirnos y encarcelarnos. Son tan grandes ya las fuerzas militares armadas mexicanas con la asesoría de los EEUU, los miles de millones que dilapidan en ellas, que tienen personal para ocupar todo el país. El gobierno siempre ha sabido que poder es fuerza; los trabajadores han creído ilusamente en la fuerza de la razón.
6. Lo que ha sucedido es que antes se informaba que los miembros del ejército sólo eran 300 mil, aunque no se decía nada de la marina; a partir del surgimiento del EZLN esas fuerza se duplicaron y a partir del la llamada Iniciativa Mérida se multiplicaron con la asesoría de los EEUU. Los gobiernos de México en vez de solucionar los problemas mediante el diálogo amenazan con usar la fuerza por cualquier problema a fin de que cualquier persona o movimiento se eche para atrás. Pienso que Sicilia –quien fuera líder del movimiento por la paz- ha sido muy claro en la denuncia de cómo el gobierno siempre engaña y hace largo el conflicto.
7. La estrategia del cansancio –como en otras décadas- ha sido la que el gobierno de Peña Nieto ha aplicado contra los maestros. No tengo duda de que los maestros están enraizados en la defensa de sus derechos después de verlos 34 años batallando dos o tres meses por año y, en 2013, nueve meses plantados en el DF, desde que estuvieron en la plaza Tolsá. Pero tengo confianza que a partir de 2014 las luchas se van a elevar con la mayor participación de los electricistas, del EZLN, de Lópezobradoristas y los estudiantes. Ahora la CNTE buscará ser más contundente para evitar que su movimiento se canse y deteriore, tal como espera el gobierno. (31/XII/13)
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