2 de julio de 2013

Salinato, cómplice de COCA COLA para envenenar a jóvenes mexicanos

<p class="MsoNormal" style="mso-margin-top-alt: auto; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify; line-height: normal; background: white;"><span style="font-size: 12.0pt; font-family: Arial; mso-bidi-font-family: Arial; mso-ansi-language: ES;" lang="ES">En México ha disminuido el consumo de frutas y verduras, y se incrementó considerablemente el de refrescos y bebidas azucaradas. El país es el segundo consumidor de refrescos del mundo, con casi 152 litros al año por persona.</span></p>Nos enferma y mata la ausencia de una política de Estado | Proyecto sin fin - Yahoo! Noticias México:
Por Enrique Pérez Quintana | Proyecto sin fin – lun, 1 jul 2013
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Los políticos tienen la tendencia a mantener sobrevalorados los apoyos que reciben de los grupos de poder, entre los que se encuentran los originados en la industria trasnacional relacionada con la industrialización de alimentos y bebidas, en todas sus formas de presentación, para el consumo humano.

Lo anterior implica la escasa disposición del gobierno para regular la oferta que estas empresas hacen de sus productos aplicándoles un impuesto proporcional al mal que ocasionan en la salud de los individuos que por su dimensión ha terminado por convertirse en un importante problema de salud pública que debe ser atendido por el Estado.

Especialistas en salud pública y nutrición señalan que el problema de obesidad que existe en México, afecta a siete de cada 10 adultos y a uno de cada tres niños, por lo que en su opinión el gobierno federal debe establecer políticas de Estado para combatir lo que ya se considera es una epidemia que lentamente avanza y amenaza la vida de millones de mexicanos de todas las edades y condiciones socioeconómicas.

El costo del problema ha ido aumentando, el Centro de Investigación en Nutrición y Salud del Instituto Nacional de Salud Pública, advirtió que de no tomar medidas, la sociedad pagará en los siguientes treinta años montos exorbitantes de dinero para atender este problema.

La epidemia del sobrepeso y la obesidad se ha convertido en un problema de gran magnitud que experimenta un crecimiento a gran velocidad, en México. Actualmente no existe reglamentación federal alguna para el tipo de alimentos y bebidas que se sirven y venden al interior de las escuelas.

De acuerdo a datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), una parte importante de la población mexicana padece sobrepeso u obesidad. Informa que entre los países que la integran el primer lugar en obesidad lo ocupa Estados Unidos con 32.2 por ciento de su población con este problema, en tanto que México ocupa el segundo lugar con 30.2 por ciento y propone gravar con un impuesto del 15% a frituras empaquetadas, golosinas, dulces y caramelos, y alimentos con altos niveles de grasas, sales y azucares, y poca o nula cantidad de proteínas, vitaminas y fibra.

La alimentación en países como México incluye la ingesta excesiva de más calorías de las requeridas, lo que aunado a una vida sedentaria y poca actividad física conduce a la obesidad, que a su vez genera diversas complicaciones y enfermedades.

El cambio en los hábitos alimenticios no será fácil por el tipo de cultura que tenemos, por otro lado, empresas como Coca Cola, Sabritas y demás que están detrás de diversos establecimientos conceptualizados como de comida rápida, por ejemplo cadenas especializadas en la oferta de hamburguesas, hot dogs, pizzas, tacos, tortas, y otros no los quitaran del mercado tan fácilmente.

La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición realizada por el Instituto Nacional de Salud Pública, en el 2012 señala que hay alrededor de 5,664,870 niños en edad escolar con sobrepeso y obesidad en México.

Señala que 34.4% de los niños que tienen entre 5 y 11 años presentan sobrepeso (19.8%) y obesidad (14.6%). La prevalencia entre las niñas es de un 32%, mientras que en los niños es casi 5 puntos porcentuales mayor, 36.9%.

El sobrepeso y la obesidad aumentan el número de las enfermedades crónicas no trasmisibles como son: diabetes mellitus, hipertensión arterial, otras enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares e incluso el cáncer.

Enfrentar este problema implica realizar acciones definitivas porque estas enfermedades concentran el mayor costo para los servicios de salud pues al no ser curables requieren medicamentos de por vida, terapias complementarias, causan discapacidades, y su resultado es disminución de la calidad de vida y en muchos casos muerte prematura.

Las causas de esta epidemia contienen factores sociales, económicos, culturales y de infraestructura, que interactúan entre sí e influyen en el estilo de vida. En México ha disminuido el consumo de frutas y verduras, y se incrementó considerablemente el de refrescos y bebidas azucaradas. El país es el segundo consumidor de refrescos del mundo, con casi 152 litros al año por persona.

Es importante que los mexicanos seamos provistos de un marco normativo que regule la oferta de alimentos poco nutritivos y que son ofertados apelando a su sabor y no a sus cualidades nutritivas. Se considera que el problema de la obesidad es mayor y más letal que el tabaquismo, por ello decimos que nos enferma y mata la ausencia de una política de Estado y sabemos que los políticos no la hacen por temor a las empresas productoras de alimentos y bebidas que los apoyan. Pero, usted qué opina.
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