Por: Sanjuana Martínez - julio 1 de 2013 - 0:01
COLUMNAS, Daños colaterales - 9 comentarios
En México, el Presidente es como la Virgen de Guadalupe: intocable y puro. Desde que se sentó en “la Silla del Águila”, por obra y gracia de Dios, Enrique Peña Nieto se convirtió en inmune. Está por encima de la ley.
Y para ello, la Cámara de Diputados aprobó la reforma en materia de fuero constitucional. El PRI decidió que al Presidente se le tratará como jefe de Estado y sólo podrá ser juzgado por “traición a la patria”.
El señor Peña Nieto es distinto ante la ley que el resto de los ciudadanos, servidores públicos y representantes del Poder Legislativo y Judicial.
Dice el PRI para defender el fuero del nuevo inquilino de Los Pinos: “La Presidencia de la República es una institución que representa a la unidad nacional, la protección de interés supremo del País, es el representante del País frente a otras naciones y esta institución no puede ser vulnerada o expuesta por procedimientos judiciales dolosos o frívolos”.
El PRI nos ha regresado a los tiempos más oscuros del presidencialismo. A Peña Nieto no se le toca ni con el pétalo de una rosa. Y para ello, tiene a su disposición a una buena parte de la prensa. La línea es clara: contra el Presidente nada. Desde hace algunos meses no vemos noticias críticas en el duopolio televisivo, ni en la mayoría de los periódicos.
fueNTE: http://www.sinembargo.mx/opinion/01-07-2013/15594
'via Blog this'
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
#Dontriananews gracias por escribirnos