Protestas derriban el mito del Brasil pujante, próspero...

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Más de un millón de personas salió a las calles para exigir mejores servicios de salud, educación, seguridad; la policía enfrentó a manifestantes; hay un muerto
Escrito por Tomado de Diario La RazónTamaño del texto
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Brasil.- Brasileños de decenas de ciudades tomaron las calles en los últimos días para protestas contra los aumentos en el pasaje. En medio de las manifestaciones —algunas con actos de violencia— fue anunciado el miércoles un freno en las tarifas, lo que significó una primera victoria, pero ahora los ciudadanos levantan nuevas banderas contra la corrupción, los elevados impuestos, las deficiencias del sistema educativo y de salud.

La presidenta Dilma Rousseff heredó una economía floreciente, que crecía al 7.5 por ciento anual, pero en 2011 el crecimiento se desaceleró a un todavía estimable 2.7 por ciento, y al 0.9 por ciento el año pasado.

Y es que las medidas sociales iniciadas por su antecesor, Luis Ignacio Lula da Silva, y continuadas por el gobierno que preside Rousseff no son suficientes para hasta un 71% de la población que, según la encuesta de Hello Research, consideran que los altos índices de corrupción no permitirán que mejore la situación.

Los altos impuestos del país contrastan con desvencijadas escuelas, hospitales y otros servicios públicos. Una gran diferencia si se compara con los 15 millones de dólares que el gobierno brasileño destinó para la celebración de la Copa Confederaciones y el mundial de futbol de 2014.

Además la economía brasileña lucha contra el alza de precios, con una inflación que es ya de 7 por ciento y que se prevé va a seguir aumentando.

“Estamos siendo masacrados por los impuestos del gobierno, y aún así, cuando salimos de casa a trabajar por la mañana, no sabemos si volveremos a casa, por causa de la violencia”, dice a la agencia AP una ciudadana que se sumó a las protestas. En Brasil la tasa de homicidios es una de las más elevadas de Sudamérica: 27 muertes violentas por cada cien mil habitantes.

Por ello una marea de más de un millón de personas inundó ayer la principales ciudades de Brasil. Cerca de cien localidades se sumaron a las protestas y se batió un récord de asistencia a las manifestaciones, ya roto el lunes, cuando se congregaron 230 mil personas.

Las protestas ya cobraron su primera víctima. Ayer un conductor atropelló a doce personas en Sao Paulo, incluido Marco Delefrati, de 18 años, quien falleció tras el impacto del automóvil.

“No queremos mundial, queremos salud y educación”, “No viajo en autobús, pero quiero respeto”, eran las frases que se podían leer entre el mar de gente.

Todas estas demandas ponen en duda el modelo socioeconómico que por muchos años fue referencia de América Latina porque, como señaló Gerardo De la Concha, articulista de La Razón (17/06/2013), “La primavera brasileña está derrumbando el mito”
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