Pan y circo en épocas de pri y corruptelas. *:
por Los Atractivos de la Noche (Notas) el miércoles, 29 de mayo de 2013 a la(s) 3:09
por @Vegdelanoche
En el panorama impera el poder fáctico y mediático de una televisora de quinta, que se yergue como monumental instrumento de dominación de los jodidos, partiendo del principio de que jodidos son todos los que no son ellos... y ellos son tan pocos.
Desde su pretendida altura, desde su pedestal inalcanzable, tal poder nos mira desde donde lo harían los dioses y con idéntico desprecio, sirviéndose de un vulgar campeonato de fútbol, nos embarra en la cara su desprecio y nos dice: “Para que nos odien más”.
Y la expresión va más allá de las dimensiones de una cancha, más allá del aforo del estadio más grande del mundo, para sonar y resonar en todos y cada uno de los rincones de nuestra patria y su conciencia.
Sí, “para que nos odien más”, dice un descamisado y alterado Emilio Azcárraga refiriéndose supuestamente al campeonato ganado por sus águilas, pero remitiéndonos a otros asuntos; por ejemplo: la imposición de Peña Nieto en la presidencia y sus consecuencias, beneficiadoras sólo de los poderosos que han secuestrado al Estado Mexicano; por ejemplo: la condonación de impuestos por tres mil millones de pesos a televisa, empresa de la que también es dueño Emilio, el soberbio.
“Para que nos odien más”, dice el magnate como quien dice, “me vales madre, miserable”.
Pero no. Díganle al tal Emilio que nosotros no odiamos. Yo hubiera preferido que ganara el Cruz Azul, pero no voy a odiar a nadie porque ganó el América, vamos ni siquiera porque la secretaría de hacienda condonó a televisa tan estratosférica y ofensiva suma.
Racionalmente los despreciamos. Y lo que nos mueve a quitarlos de en medio y transformar el país no es el odio. Respetamos profundamente a México y ello nos motiva. La dignidad es nuestro motor. Y también el amor. No el odio. Tenemos principios y ellos son los medios con los que lograremos nuestro fin: Rescatar a México y convertirlo en un país respetable y respetuoso.
No, no nos mueve el odio, pero sabemos la clase de truhanes que son ellos y lo que se merecen: no nuestro odio, sino nuestra invicta voluntad, para hacerles saber una y mil veces mil mil veces, que el sitio que merecen es el basurero de la historia y, por supuesto, la cárcel.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
#Dontriananews gracias por escribirnos