Ciudad de México | Lunes 13 de mayo de 2013
Ruth Rodríguez | El Universal
22:05
México vive una situación de alarma en su alimentación, coincidieron expertos internacionales y nacionales, pues se ha convertido en el mayor consumidor de refrescos y de los principales en sopas instantáneas y botanas en el mundo.
Además, en los últimos 50 años se ha modificado la composición física de los mexicanos. Ahora, tienen más grasa que antes, aseguran.
Al asistir al Foro Internacional sobre Políticas de Combate contra la Obesidad, convocado por la Alianza por la Salud Alimentaria, los especialistas en nutrición coincidieron que para frenar la epidemia de la obesidad que se vive en México, es necesario aplicar impuestos a la llamada "comida chatarra", regular la publicidad y mejorar el etiquetado de los productos.
En su oportunidad, Enrique Jacoby, asesor regional en Alimentación Saludable y Vida Activa de la Organización Panamericana de la Salud, en Washington, alertó que los mexicanos están comiendo demasiadas botanas, situación que en tan sólo 20 años han remplazado a la comida tradicional.
Desde su experiencia, a la llamada comida chatarra se le tiene que atacar en tres frentes: precio, accesibilidad e imagen.
"No pueden seguir teniendo precios, al cual puedan acceder hasta el más pobre en la más remota sierra de cualquier parte de nuestros países de América, y que tengan la imagen de seducción para su consumo y la accesibilidad total; basta estirar un brazo a la izquierda o derecha y alcanzamos cualquiera de estos productos", mencionó.
El especialista evidenció la constante presión de la industria para evitar que leyes que han sido aprobadas en distintos países de América Latina hayan sido detenidas.
"Las compañías se han resistido agresivamente para evitar que se regule la exposición de los niños a la comida chatarra: siete países han pasado legislaciones a través de sus congresos para esta exposición y uno a uno la industria ha encontrado manera de derrotarlos", destacó.
A su vez, Michael Jacobson, co-fundador y director ejecutivo del Centro para la Ciencia en el Interés Público (Center for Sciense in the Public Interest), dijo que mientras en Estados Unidos el refresco más grande que se vende es de dos litros, en México es de tres litros.
El especialista -cuya organización civil ha sido clave en la lucha contra la obesidad en Estados Unidos- llegó a México para asistir a este foro, pero lo primero que hizo es recorrer diversas tiendas de autoservicio para ver el etiquetado de los productos.
"Su etiquetado es una broma, porque realmente nadie entiende el contenido de las etiquetas. Además tienen letras muy pequeñas e información confusa", señaló.
En tanto, Matthew Myers, presidente de la Campaña para Niños Libres de Tabaco (Campaing for Tobacco Free Kids), señaló que las empresas que producen alimentos procesados, utilizan las mismas mentiras que las que en su momento utilizaron las empresas de tabaco y alcohol.
Estos cuatro mitos -explicó- son: que ellos no son la causa del problema; que nunca han hecho anuncios para niños y niñas para provocar el consumo de sus alimentos; que confíen en ellos porque son parte de la solución y, finalmente, que son buenos ciudadanos corporativos y que por eso realizan aportaciones de todo tipo, cuando en realidad lo que quieren es influir a las autoridades para evitar que los regulen.
Juan Rivera Dommarco, director fundador del Centro de Investigación en Nutrición del Instituto Nacional de Salud Pública, alertó sobre cómo ha cambiado la composición física del mexicano y en los últimos 50 años la obesidad y el sobrepeso ha derivado en otras enfermedades como la diabetes y la hipertensión arterial.
Por ello, añadió, debe modificarse la información, la disponibilidad de los alimentos y bebidas, y modificar el marco regulatorio para evitar que siga creciendo esta epidemia que afecta a 7 de cada 10 adultos y 3 de cada 10 niños.
Eduardo Jaramillo, director general de Promoción de la Salud de la Secretaria de Salud, anunció que en fechas próximas el presidente Enrique Peña Nieto presentará la Estrategia Nacional para la prevención y el control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes, la cual será una política pública integral de prevención, promoción de salud y de atención médica de acceso efectivo a servicios a la salud.
"También contempla aspectos importantes de política pública que tienen que ver con la regulación sanitaria de la publicidad y con el etiquetado de alimentos", dijo.
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