Como líder natural del PRD y de MORENA de Tabasco, habló ayer Andrés Manuel López Obrador en Telerreportaje.
Esa es la connotación que hay que darle a sus palabras. No como una amenaza o expresión irrespetuosa al gobierno nuñista. AMLO refrendó su confianza en Arturo Núñez Jiménez, porque lo "considero una gente honesta, con experiencia en la administración, en lo político, va a entregar buenas cuentas". En el caso de Andrés Granier, intuye que Núñez "debe estar sintiendo algunas presiones del gobierno federal, sobre todo de Enrique Peña Nieto".
AMLO está seguro que EPN protege a Granier y por eso no ayuda a Núñez con la Unidad de Inteligencia Financiera de la SHCP para enjuiciar a Granier, como si lo hizo para encarcelar a Elba Esther Gordillo. Los malquerientes del gobierno de Núñez pensaron que AMLO satanizaría al gobierno del cambio. No fue así.
AMLO considera que el desencanto con el nuñismo lo genera la mala relación que tiene con los medios locales y la gran corrupción que dejó el priismo. Por eso pide a tabasqueños ser racionales, hay todo un año para esperar el cambio.
Advierte que hoy hay pregoneros que fueron momias durante el saqueo. AMLO dejó en claro que el gobierno nuñista tiene que apoyar a la población vulnerable y tiene que "despachar" a los funcionarios ineficientes; si no lo hace, "entonces vamos todos a planteárselo, a pedirlo".
En síntesis, AMLO habló como líder político, por lo que su opinión no se tiene que ver como una amenaza o irrespetuosa, toda vez que los tabasqueños eligieron a Núñez como gobernador, precisamente por las cualidades personales que rewsalta AMLO.
FUSIL: Cuesta $5 mil el voto de un transbusero para perpetuar el saqueo en el Transbus.
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