La mayoría de los feligreses apoya el uso de anticonceptivos y el aborto en ciertos casos, según encuestas no reconocidas por el clero
Por Mauricio Torres
Miércoles, 27 de marzo de 2013 a las 10:51
Más del 80% de la población mexicana profesa la religión católica, según cifras del Inegi (Cuartoscuro/Archivo).
(Los hábitos de los católicos) no corresponden, por ejemplo, en la moral sexual, a lo que normativamente pide la Iglesia, sino que hay una práctica diversa
Carlos Mendoza Álvarez, académico
CIUDAD DE MÉXICO (CNNMéxico) — Pese a que Alejandra López se considera una católica fiel a su religión, toma distancia de algunas posiciones de la Iglesia. Por ejemplo, se declara a favor del uso de anticonceptivos y, aunque dice que no se practicaría un aborto, piensa que las mujeres deben poder decidir.
"Las personas deben tener la libertad de escoger (...) La Iglesia podría ser un poco más tolerante", dijo la joven de 23 años, una estudiante universitaria que vive en la Ciudad de México.
López representa a los católicos mexicanos que difieren de los dogmas del catolicismo referentes a la educación y a los derechos sexuales y reproductivos. Según organizaciones civiles, como Católicas por el Derecho a Decidir (CDD), ese sector de la población abarca a la mayoría de quienes profesan esa religión.
En 2010, una encuesta entre 3,000 católicos de todo el país, elaborada por la empresa Beltrán y Asociados para CDD, concluyó que el 81% de los feligreses respalda el aborto: el 57% en determinadas circunstancias —como que el embarazo fuera causado por una violación, que la vida de la mujer esté en riesgo o que pueda contagiar de VIH al bebé— y el 24% si la mujer así lo decide.
La cifra aumentó respecto del estudio que CDD encargó en 2003 a la compañía Estadística Aplicada, cuando el porcentaje fue del 69%: el 60% en algunos casos y el 9% por elección.
En cuanto al uso de anticonceptivos, una práctica a la que también se opone la Iglesia, el 71% de los encuestados se declaró a favor en 2010, en tanto que el 72% respaldó que los adolescentes reciban educación sexual en la escuela.
Además, el 64% se manifestó en contra de que el clero intervenga en el diseño de políticas públicas relacionadas con los derechos de las mujeres, y el 59%, de que se permita la impartición de clases de religión en las escuelas públicas.
"(Los datos) demuestran la creciente brecha entre las posturas de la jerarquía católica y las actitudes y opiniones de la feligresía mexicana en todos los temas explorados. Los resultados también constatan que católicas y católicos mexicanos desean mantener una clara separación entre su Iglesia y el Estado", señaló CDD en su encuesta de 2010, que tuvo un margen de error de +/- 1.9 y un nivel de confianza del 95%.
Aunque el porcentaje de católicos en México ha disminuido desde 1970, ese grupo religioso se mantiene como el predominante en el país. En 2010, representaban al 89.3% de la población, mientras en 1970 eran el 97.7%, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Esas cifras hacen de México la segunda nación de América con mayor porcentaje de población católica, solo detrás de Paraguay, de acuerdo con una investigación reciente de los académicos Alejandro Díaz-Domínguez y Mitchell Seligson para el Barómetro de las Américas.
El sacerdote Hugo Valdemar, vocero de la Arquidiócesis de México, rechazó que el documento de CDD tenga valor científico, por lo que consideró que no merece "la menor atención" de parte de la Iglesia.
"Esas mujeres para empezar no son católicas. No puede decirse alguien que es católico cuando está contra la Iglesia, está contra el Papa, contra las enseñanzas morales. Son mujeres muy deshonestas que usan este nombre para combatir a la Iglesia. Segundo, sus encuestas no tienen ninguna seriedad metodológica", dijo en entrevista.
Fundada en 1994, CDD se define como una organización que defiende a las mujeres de "patrones culturales y religiosos" que considera perjudiciales para sus derechos. Según su página web, tiene presencia en Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, El Salvador, España, Nicaragua y Paraguay.
La libertad individual
Para Carlos Mendoza Álvarez, coordinador de la maestría en Teología y Mundo Contemporáneo de la Universidad Iberoamericana (UIA), sí existe un distanciamiento entre las posturas de la Iglesia y las opiniones y prácticas de los católicos.
El académico consideró que ese hecho forma parte de un proceso de "modernización" global, en el que la libertad del individuo adquiere más importancia.
"(Los hábitos de los católicos) no corresponden, por ejemplo, en la moral sexual, a lo que normativamente pide la Iglesia, sino que hay una práctica diversa, entre quienes siguen al pie de la letra la enseñanza moral del magisterio de los obispos y otros que apelan más a su conciencia", dijo.
Por ejemplo, según la encuesta de CDD de 2010, el 68% de los católicos mexicanos está a favor de que las personas vivan libremente su sexualidad, sin importar sus preferencias.
En contraste, la Iglesia rechaza las relaciones entre personas del mismo sexo. En 2010, el arzobispo Norberto Rivera calificó de "aberrantes" los matrimonios entre homosexuales y lesbianas, legales en la capital del país desde marzo de ese año.
Antes, Rivera se opuso a la aprobación del aborto durante las primeras 12 semanas de gestación.
"Para nosotros no fue un avance. Matar a un niño en el vientre de su madre es un crimen, eso no es un avance, ni el dar en adopción a niños a parejas homosexuales, no porque nosotros discriminemos a los homosexuales, simplemente por ley natural: el niño necesita a un padre y una madre", dijo Valdemar.
"Está legislado. Nosotros no tenemos, por desgracia, a nuestro favor a la Asamblea Legislativa (del DF) para derogar estas leyes", agregó.
El "mosaico" del catolicismo
En 2010, la encuesta de CDD indicó que el principal rasgo con el que se identifican los católicos es estar bautizado, con el 33% de las menciones. A esa característica le sigue creer en Dios, con el 24%, cumplir los 10 mandamientos, con el 22%, y solo el 13% consideró que asistir a misa es un elemento fundamental de profesar esa religión.
De los católicos mexicanos, poco más de la mitad, el 51.7%, acude a misa con regularidad, en tanto el 42% participa en grupos en su parroquia, según el Barómetro de las Américas.
Mendoza señaló que el sector de los católicos mexicanos no es "homogéneo", sino que su diversidad ha crecido en las últimas décadas. Para el académico, uno de los aspectos en los que eso se refleja es en las posturas hacia temas como el aborto o la sexualidad.
"El catolicismo para empezar es muy complejo, es un mosaico de opciones, no es uniforme. (...) En México tenemos hoy más conciencia de esa diversidad", dijo.
Al respecto, López comentó que es mucho más común que entre los jóvenes haya católicos partidarios del uso de métodos anticonceptivos o del aborto en determinadas circunstancias, que entre personas de mayor edad.
Para Mendoza, las diferentes maneras en que las personas ven y viven el catolicismo plantean a la Iglesia el reto de definir de qué forma acercarse a la ciudadanía y de cómo transmitirle sus ideas.
"No sólo es un asunto de tener adeptos sino qué tipo de adeptos, qué calidad de creyentes", dijo.
Valdemar coincidió en que la Iglesia tiene el reto de saber acercarse a la gente, en particular a los jóvenes, aunque consideró que no se trata de un desafío nuevo para el clero, sino que es el mismo que ha tenido en toda su historia.
"El reto que la Iglesia tiene ahora, y lo tiene desde hace 2,000 años, es evangelizar, es decir, hacer que el mensaje de Jesús permee la sociedad, las estructuras, la cultura, incluso las leyes, pero ese es un trabajo permanente", dijo.
Tania L. Montalvo contribuyó con este reporte.
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