13 de enero de 2013

Vámonos a la Condusef - OJALA EL CHAQUETAS DI COSTANZO al menos trabaje bien

Vámonos a la Condusef:




Uno de mis propósitos de Año Nuevo es volver a mis andanzas
a la Condusef y tras mucho pensarlo, debo hacerlo. La verdad es que me había
hartado de verle la cara a un montón de funcionarios que sólo te dicen que se
debe negociar, reestructurar, y que si te molestan los despachos lo único que
puedes hacer es denunciarlos. ¿Soluciones? Ninguna.




Y que quede claro que nunca he pedido nada para mí. Ya me da
lo mismo que griten, que amenacen, que se tiren al suelo, que manden cartas a
montones. Los despachos, lo he dicho, sólo me causan risa. Pero hay muchísimas
personas que viven atemorizadas por las cartas, llamadas y palabras soeces que
usan esas empresitas fantasmas para conseguir, a costa de lo que sea, su mísera
comisión. Ellos han sido los que me preocupan y ocupan. De no preocuparme hace
mucho tiempo que hubiera dejado de escribir este blog. Total, yo ya me las
arreglé decidiendo no pagarle un peso a los despachos, que se las arreglen como
sea.


No puedo pensar así. Si viví una pesadilla cuando cometí la
torpeza de endeudarme, no puedo ser indolente ante la situación de millones de
familias. Sobre todo, porque sé que las cosas están mal. Me provoca náuseas ver
cómo las instituciones y clase política de este país han dejado desde siempre
desprotegida a la mayoría de la población. Me desespera ver sitios cibernéticos
con miles de falsos perfiles promoviendo “el pago justo”, cuando esto sólo
significa correr a regalarle tu dinero a los despachos de cobranza. Me enferma
leer que la Condusef promueve el pago de los créditos a través de las mal
llamadas reparadoras, cuando su deber es hacer que precisamente desaparezcan y
exista un arreglo directo entre deudor y acreedor.


A eso precisamente iré: a volver a plantear que no salgan ya
con su perorata de que los despachos tienen que ser bien portados y cobrar en
forma debida. Ese cuento ya fracasó . Los despachitos nunca han respetado el
dichoso Código de Etica y la única vía es su desaparición. Sé que para muchos
es un sueño guajiro, pero ese sueño me ha movido durante los casi cuatro años
que tengo escribiendo aquí. El día que no existan los despachos externos las
personas que realmente atraviesan una difícil situación económica, podrán tener
soluciones directas con el banco porque tienen intención de pagar, pero no cuentan
con los recursos. Ellas son presas fáciles de charlatanes,  abogados de pacotilla, usureros, reparadoras
e incluso de aquellos que dicen que te van a cobrar una membresía “por si te
llegan a demandar”. Ya basta de engaños a los deudores. Vamos a ver qué podemos
arreglar.








@Mar_Morales_


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