El presidente Enrique Peña destacó que uno de sus principales ejes de gobierno será involucrar a la sociedad en su proyecto para cambiar y renovar al país.
Ayer, en Mérida, aprovechó la culminación de un ciclo en el calendario maya —el llamado 13 Baktún— para pedirle a la sociedad que se involucre en las decisiones de gobierno, pero sobre todo, participe trabajando desde sus respectivas trincheras para cambiar el rumbo del país.
“Debemos mover los mitos y las creencias que han limitado nuestro desarrollo, nuestro país requiere cambios de conciencia, de actitud, de conducta, debemos transformar de fondo nuestra manera de hacer las cosas”, dijo.
Por primera vez, en los primeros 21 días de su sexenio, su esposa Angélica Rivera lo acompañó en una gira de trabajo y también estuvo presente su único hijo varón: Alejandro.
Ambos permanecieron a su lado en todo momento y por un instante, Alejandro provocó que su padre se pusiera nostálgico. “Los hijos a veces no saben lo importante que es para los padres y la alegría que nos dan el que en esta alta responsabilidad estemos acompañados y cerca de ellos. Pero alguna vez, cuando tengan sus hijos, lo van a entender mejor”, dijo mientras lo presentaba en uno de los eventos que encabezó ayer.
Y así lo demostró. El Presidente estuvo visiblemente contento durante su visita a esta ciudad del sureste mexicano; por ratos le hablaba a su esposa al oído y ambos reían. Al inaugurar el Gran Museo del Mundo Maya, a ella le dio frío y él la abrazó.
Vengo con mi esposa y uno de nuestros hijos, subrayó, para cubrirnos de la buena vibra que nos dejó el legado de nuestra cultura milenaria. Fue entonces cuando resaltó la sabiduría maya y mencionó que hoy en día los mexicanos debemos replicar lo bueno que nos dejaron.
“Para los mayas, el mundo, lejos de acabarse, se renueva. Los mayas se preguntaron de dónde vinieron, pero sobre todo, visualizaron hacia dónde quieren ir. Eso debemos hacer hoy los mexicanos. Trazar una nueva ruta, para transformar positivamente a la nación, porque más allá de las predicciones o alineaciones cósmicas, de nosotros depende el sentido y el rumbo que le demos a México para su futuro”.
Peña Nieto también lanzó mensajes de reconciliación nacional: “Debemos practicar los principios y valores de la paz, la tolerancia, el respeto y el entendimiento. Es tiempo de reconocer y valorar nuestra diversidad, para que a partir de ello, logremos una mayor felicidad y armonía social”.
En Mérida, Yucatán
Por primera vez, en los primeros 21 días de su sexenio, Angélica Rivera acompañó a Enrique Peña en una gira de trabajo. También estuvo Alejandro, el único hijo varón del Presidente.
Ayer, en Mérida, aprovechó la culminación de un ciclo en el calendario maya —el llamado 13 Baktún— para pedirle a la sociedad que se involucre en las decisiones de gobierno, pero sobre todo, participe trabajando desde sus respectivas trincheras para cambiar el rumbo del país.
“Debemos mover los mitos y las creencias que han limitado nuestro desarrollo, nuestro país requiere cambios de conciencia, de actitud, de conducta, debemos transformar de fondo nuestra manera de hacer las cosas”, dijo.
Por primera vez, en los primeros 21 días de su sexenio, su esposa Angélica Rivera lo acompañó en una gira de trabajo y también estuvo presente su único hijo varón: Alejandro.
Ambos permanecieron a su lado en todo momento y por un instante, Alejandro provocó que su padre se pusiera nostálgico. “Los hijos a veces no saben lo importante que es para los padres y la alegría que nos dan el que en esta alta responsabilidad estemos acompañados y cerca de ellos. Pero alguna vez, cuando tengan sus hijos, lo van a entender mejor”, dijo mientras lo presentaba en uno de los eventos que encabezó ayer.
Y así lo demostró. El Presidente estuvo visiblemente contento durante su visita a esta ciudad del sureste mexicano; por ratos le hablaba a su esposa al oído y ambos reían. Al inaugurar el Gran Museo del Mundo Maya, a ella le dio frío y él la abrazó.
Vengo con mi esposa y uno de nuestros hijos, subrayó, para cubrirnos de la buena vibra que nos dejó el legado de nuestra cultura milenaria. Fue entonces cuando resaltó la sabiduría maya y mencionó que hoy en día los mexicanos debemos replicar lo bueno que nos dejaron.
“Para los mayas, el mundo, lejos de acabarse, se renueva. Los mayas se preguntaron de dónde vinieron, pero sobre todo, visualizaron hacia dónde quieren ir. Eso debemos hacer hoy los mexicanos. Trazar una nueva ruta, para transformar positivamente a la nación, porque más allá de las predicciones o alineaciones cósmicas, de nosotros depende el sentido y el rumbo que le demos a México para su futuro”.
Peña Nieto también lanzó mensajes de reconciliación nacional: “Debemos practicar los principios y valores de la paz, la tolerancia, el respeto y el entendimiento. Es tiempo de reconocer y valorar nuestra diversidad, para que a partir de ello, logremos una mayor felicidad y armonía social”.
En Mérida, Yucatán
Por primera vez, en los primeros 21 días de su sexenio, Angélica Rivera acompañó a Enrique Peña en una gira de trabajo. También estuvo Alejandro, el único hijo varón del Presidente.
Enrique Peña
Presidente de México
“Debemos mover los mitos y las creencias que han limitado nuestro desarrollo, nuestro país requiere cambios de conciencia, de actitud, de conducta”
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