La contrarreforma laboral - Laura Itzel Castillo

La contrarreforma laboral - Columnas:

De consumarse la contrarreforma laboral, recurriremos al amparo, señaló ayer de manera enfática Andrés Manuel López Obrador ante los legisladores del PRD, PT y Movimiento Ciudadano, en la reunión sostenida en uno de los salones del nuevo y controvertido recinto del Senado de la República. Sin duda, la reforma a la Ley Federal del Trabajo significa un retroceso para la nación. Profundizará aún más la descomposición social, la inseguridad y la espiral de violencia que padecemos los mexicanos. Por ello, en su aprobación general, con una mayoría de 100 votos a favor, contra 28 que representa la izquierda en la Cámara de Senadores, se dio el aval a la regresión que encarna el arribo de Enrique Peña Nieto a la Presidencia de la República.
Con la incorporación de la figura del outsourcing, o subcontratación, se legalizará la intermediación. En la actualidad las empresas del ramo de la construcción, las de servicios de limpieza, las de seguridad, las farmacéuticas y las bancarias, entre otras, en su mayoría no paga seguridad social, pero sí se queda con una parte del salario de los trabajadores. Por lo tanto, se ratificará una de las peores prácticas fraudulentas que existen en la materia.
Es falso que la reforma preferente, enviada por Felipe Calderón, promueva el empleo y apoye a los jóvenes. Todo lo contrario, va a abaratar la mano de obra, facilitará los despidos de los trabajadores, limitará los salarios vencidos a un año; utilizarán los contratos temporales, a prueba y para capacitación, para no contraer ningún compromiso patronal. Es más, para la realización de la notificación del despido, éste podrá hacerse a través de un simple correo electrónico. Así, frente a esta realidad lacerante, fueron reelectos dos líderes charros: Carlos Romero Deschamps, a la cabeza del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) y Elba Esther Gordillo en la dirección del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
En el contexto de la aprobación de la Ley Federal del Trabajo, durante el pasado fin de semana, estas dos reelecciones surgen como señal ominosa para la soberanía energética y para la educación.
Mientras que para la izquierda la democracia, la transparencia y la rendición de cuentas en los sindicatos representa parte fundamental de su ideario, para la derecha en México estos temas representan la puerta de entrada para la intromisión en la vida de las organizaciones gremiales, con el objetivo de promover su desaparición.
Al momento de enviar este artículo aún no estaba concluida la votación en lo particular en el Senado, sin embargo, se avizoran tiempos aún más difíciles. La contrarreforma laboral es parte de las tres reformas estructurales anunciadas por el PRI, desde antes de su arribo a la LXII Legislatura. Tiene en la mira la reforma energética y la hacendaria, por eso estaban reunidos Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto por cuarta ocasión el día de ayer. Afilando la daga para las últimas estocadas al pueblo de México.

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