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| Protesta COCEI AP frente a PEMEX (Photo credit: Wikipedia) |
Proponen transición de Pemex a la competencia
Esther Arzate
Martes, 11 de septiembre de 2012
Suárez Coppel detalla tres opciones para fortalecer a la paraestatal.
Sugiere esquema con autonomía de operación.
Primero funcionaría como Saudi Aramco, luego se abriría.
El director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Juan José Suárez Coppel, consideró que sería sano que la industria petrolera mexicana transite por una reforma que lo conduzca hacia un sector abierto a la competencia pero con una compañía estatal fuerte e instituciones regulatorias maduras.
Detalló tres opciones que podría seleccionar el país para consolidar a Petróleos Mexicanos (Pemex) como una empresa fortalecida y con recursos para invertir y competir. En la primera fase propuso llevar a Pemex hacia un esquema en el que opere como el Banco de México, es decir, con autonomía de operación.
No hay ninguna razón por la cual no se puedan hacer cambios para llevar a Pemex al estatus del Banxico, "es más, yo diría que se haga de inmediato", señaló, y dijo que para darle autonomía presupuestaria no se requieren modificaciones constitucionales.
Ante empresarios, servidores públicos, académicos, estudiantes y especialistas de la industria petrolera que asistieron al Congreso Mexicano del Petróleo (CMP), el titular de Pemex planteó que si operara como un organismo autónomo como el Banxico, tendría saneamiento financiero, gobierno corporativo, estaría fuera del presupuesto federal y tendría bonos ciudadanos.
De hecho, planteó la creación de bonos ciudadanos no como instrumentos de deuda como los aprobó el Congreso de la Unión en 2008, sino como acciones para capitalizar a la empresa, pero sin que los propietarios de los bonos tengan derechos corporativos.
Una segunda fase u opción para la reforma energética, citó, sería convertir a Pemex en empresa tipo Saudi Aramco, lo que significaría que dejaría de ser paraestatal (reforma al Artículo 28 constitucional) porque esa condición jurídica la sujeta a reglas de presupuesto y operación que le hacen impracticable operar como empresa.
Camisa de fuerza
Dijo que el secretario de Hacienda es miembro de consejos de administración de 150 organismos, acorde a la ley de paraestatales, entre ellas Pemex. Ser paraestatal es una camisa de fuerza, y el dejar de serlo le permitiría operar como Saudi Aramco, el primer productor de petróleo del mundo, de Arabia Saudita, que opera como una empresa, propiedad del Estado pero acorde al derecho mercantil.
Dejar de ser paraestatal significaría que las contrataciones de Pemex no estarían sujetas a la Ley de Obra Pública y a la Ley de Adquisiciones; tendría autonomía en materia de control y remuneraciones, la facultad para establecer alianzas y emitir acciones.
La tercera opción, comentó, implicaría abrir la industria a la competencia por concesiones, lo que sería equiparable al esquema de Petrobras, con un régimen de concesiones y un mercado de productos abierto.
El directivo insistió en que Pemex tenga un régimen fiscal menos agresivo, porque los impuestos y derechos que paga a la Secretaría de Hacienda son los más elevados del mundo: en 2011 representaron el 96 por ciento de sus utilidades.
Señaló que con el régimen que aplica Venezuela, Pemex habría pagado 85 por ciento de sus utilidades al fisco; con el de Noruega el 73 por ciento; en Brasil 66 por ciento y en Estados Unidos el 51 por ciento.
Suárez Coppel manifestó que Pemex tuvo el año pasado una pérdida de 90 mil millones de pesos, en parte por los subsidios: "le pegan a Pemex porque aparecen como parte de sus pérdidas". Los subsidios deben ser parte de la política de Estado, pero no a cargo a Pemex, consideró.
Solución al gas, en un año
En referencia a los problemas de escasez de gas registrados en los últimos meses -y que ha causado molestias entre industriales por caídas en su producción-, Suárez Coppel recordó que Pemex no tiene la obligación legal de suministrar gas natural, como ocurre con la gasolina y el diesel.
Estimó que México tendrá capacidad de transporte y producción en alrededor de un año: "llegaron los cuellos de botella sin haberlos visto", ya que la demanda creció por encima de la oferta del energético, por lo que, calculó, llevará un año normalizar el abasto de gas, cuando entren en operación nuevos ductos y suba la producción.
La subsecretaria de Planeación Energética y Desarrollo Tecnológico de la Secretaría de Energía (Sener), Verónica Irastorza, señaló que la inversión de Pemex en exploración pasó de siete mil millones de pesos en 2001 a 37 mil millones en 2012, un crecimiento de más de cinco veces
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