Casi desapercibida, la visita del mexiquense: Casi desapercibida, la visita del mexiquense
POLÍTICA • 21 SEPTIEMBRE 2012 - 2:57AM — MIRIAM CASTILLO
Los rigurosos protocolos brasileños impiden recepción de visita oficial al mandatario que aún no asume el poder.
Foto: Claudia Guadarrama
EL PRESIDENTE ELECTO, SU ESPOSA Y EQUIPO DE TRABAJO, CON DILMA ROUSSEFF.
Brasilia • Brasil y su protocolo pusieron hielo en la gira de Enrique Peña Nieto por Centroamérica. En contraste con la calidez de las otras naciones que hasta ahora había identificado a las visitas del ex gobernador mexiquense como presidente electo, el recibimiento carioca fue frío.
El argumento de la embajada en Brasil fue lo estricto de los protocolos, que no permiten un despliegue de visita oficial a los mandatarios que aún no están en funciones.
Por ello, en el cierre de la gira por este país, el mandatario electo apareció sólo frente a los medios, pues la mandataria brasileña, Dilma Rouseff, no pudo ofrecerle una recepción oficial.
En contraste con otras naciones latinoamericanas, la recepción para Enrique Peña y su comitiva fue mucho más discreta y pequeña.
Así, el despliegue del protocolo brasileño se reservó para la visita oficial como presidente en funciones.
La delegación mexicana fue recibida por una puerta alterna del Palacio de Planalto, donde el mandatario electo subió directamente a las oficinas, pero no entró por una de las rampas que da a la calle principal que siguió custodiada sin alteraciones por cadetes de la escuela de infantería, uniformados con un traje blanco y una chaqueta azul claro.
Quedó en las bodegas el despliegue de banderas en las calles e incluso en uno de los hoteles donde se efectuó un almuerzo con empresarios.
Las astas banderas quedaron ocupadas por las banderas chinas que se colocaron para recibir a una delegación de inversionistas que se hospedaron en el mismo hotel.
En la capital brasileña, de unos ocho millones de habitantes, la visita pasó casi desapercibida; en los diarios no apareció la noticia en primera plana y las menciones se limitaron a citas en la agenda de los diarios de circulación nacional.
En el discurso, el presidente electo pidió que se deje atrás el afán de rivalidad entre las naciones con mayor economía de América Latina.
Insistió en varias ocasiones en que la construcción de la relación entre ambos países deberá ser casi de un bloque.
El mensaje conjunto y la recepción en la casa presidencial brasileña tendrán que esperar. Los protocolos frenaron cualquier gesto de amistad más allá de la apertura que se tuvo para recibir a las comitivas.
Sin embargo, en el intercambio de despedidas, los embajadores e integrantes del gabinete dejaron claro que la siguiente será una visita distinta.
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