18 de septiembre de 2012

Las raras aritméticas demográficas del @IFEMexico BOLÍVAR HUERTA MARTÍNEZ

Las raras aritméticas demográficas del @IFEMexico | SDP Noticias:

BOLÍVAR HUERTA MARTÍNEZ




@bolivarhuertam
mar 5 jun 2012
Con base en información del IFE, publicada anteriormente en www.ife.org.mx (Archivo de 20 MB disponible), existen dudas razonables con relación al número de votantes y casillas electorales, según el tipo de población, urbana o rural.

El Censo de 2000 del INEGI arrojó que la población urbana era 75% y la rural 25%. Diez años después, el Censo 2010 del mismo INEGI arroja que la población urbana es 78% y la rural 22%.



Lo anterior implica que, según el propio INEGI, en los últimos 10 años la población urbana aumentó un 3% y por tanto la rural decreció en la misma proporción.

En general la dinámica poblacional mundial, y la de México no es la excepción, consiste en que la población urbana ha crecido considerablemente en las últimas décadas y la población rural ha disminuido. Esto es explicable desde el punto de vista socioeconómico.

De acuerdo con el crecimiento poblacional, el IFE con toda razón, aumentó el número de casillas electorales. Pasaron de 131 mil en 2006 a 143 mil en 2012.

Sin embargo, contrariamente a los datos del INEGI y a las tendencias mundiales, el IFE ha dispuesto, con respecto del 2006, un mayor número de casillas rurales. El número de casillas urbanas no se modifica significativamente. En el caso del listado nominal sucede algo similar. El IFE reporta un ligero incremento de los votantes urbanos y un muy importante crecimiento de votantes rurales.

Esto es, según la base de datos en nuestro poder, en 2012, el 64% de las casillas son urbanas y el 36% rurales. Esto significa que de las 143 mil casillas totales, 91,520 son urbanas y 51,480 son rurales.

En 2006, una vez que se verificó la base de datos de entonces, tenemos que se instalaron 131 mil casillas totales, de las cuales el 70% fue urbana y el 30% rural. Por lo que el IFE instaló 91,700 casillas urbanas y 39,300 rurales.

Al realizar la comparación de las casillas en ambas elecciones, obtenemos que este año se instalarán cerca de 12 mil casillas rurales más respecto del 2006. En el caso de las casillas urbanas se instalarán casi 200 menos, respecto al 2006. En general, se mantienen las mismas casillas urbanas.

Lo que arroja la información sobre el número de casillas es que, debido a que no se ha modificado la legislación electoral y en cada casilla están inscritos 750 votantes o menos en casillas contiguas, entonces en 2012 podría haber hasta 9 millones más de votantes en las casillas rurales extras, respecto a 2006.

Analizando el listado nominal por tipo urbano o rural, las estimaciones presentadas anteriormente se consolidan.

El listado nominal en 2012 es de 79,455,333 votantes. De los cuales, 53,290,789, el 67%, es población urbana y 26,164,544, el 33%, es población rural.

Con base en PREP 2006, descontando las casillas con anomalías, que el mismo IFE decidió excluir del conteo, se tenía un listado de 65,402,655 votantes. De estos, había 49,380,741, el 75.5%, en casillas urbanas y 16,021,914, el 24.5%, en casillas rurales. Una vez sumadas las casillas con anomalías se tiene alrededor de 52,000,000 de empadronados.

Comparando ambos datos del listado nominal tenemos que, en 6 años, la población votante urbana creció de 52 a 53 millones y la rural creció de 19 a 26 millones. Es decir, la población votante urbana casi no cambió, mientras que la población votante rural aumentó en 7 millones.

Como conclusión van tres observaciones:

1. Los números no mienten. Datos del IFE son contradictorios con los datos poblacionales del INEGI. El IFE tiene un listado nominal y casillas electorales que contravienen la dinámica poblacional nacional e internacional. Según el IFE el campo tiene 7 millones de nuevos votantes en tan solo 6 años. Más de 1 millón de nuevos votantes por año. Lo cual no es creíble.

2. Al no existir nuevas secciones electorales, pues se agregan caslllas contiguas o especiales a las secciones ya establecidas, se descarta entonces un acomodo para reubicar geográficamente las casillas.

3. De la elección del 2006 se desprende que la coalición de partidos que postuló a AMLO, mantuvo un porcentaje similar en voto urbano y rural. No así el PAN y el PRI. Para el primero, el voto más alto fue el urbano. Para el segundo el voto más alto fue el rural. Especulando, se puede señalar que el rearreglo de casillas puede ser benéfico para el PRI. Ahora tiene 7 millones mas de votantes en esas casillas. Habrá que demandarle al IFE que verifique si esos 7 millones de votantes son reales o fantasmas.

Epílogo. La solicitud es muy clara. El IFE tiene que explicar con detalle las inconsistencias que presentan su listado nominal y el número de casillas según el tipo de población. La dinámica poblacional que ha descrito el INEGI no puede ser errónea. Que el IFE informe a la sociedad para abonar a la certidumbre electoral.

Nota: el IFE maneja la categoría población urbana y no urbana. Así que el texto puede leerse sin modificaciones con esta variación.

Con información y análisis de:

Víctor Romero Rochín

romero@fisica.unam.mx

Luis Mochán

@wlmb

mochan@fis.unam.mx

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1 comentario:

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