Primer Debate, primeras consecuencias | Ricardo V. Santes Álvarez

Primer Debate, primeras consecuencias | Plumas libres:

MATICES. Por Ricardo V. Santes Álvarez*

El primer debate entre los candidatos a la presidencia, de este domingo 6 de mayo, ya tiene consecuencias. Me ocuparé de una que juzgo como relevante, aunque sé que no pasará del anecdotario, y de otra que definitivamente ha de causar fuerte impacto en el rumbo del proceso electoral de nuestro país.

En una contienda donde hay cuatro aspirantes, uno de ellos, por iniciativa propia, marca diferencia y nos asegura que se trata de una elección entre tres políticos y él, que se presenta como “un ciudadano más”. Pues bien, aunque el Sr. Quadri de la Torre parece no notarlo, incurre de inmediato en dos contradicciones. La primera es que él no es un ciudadano como la mayoría de los mexicanos; se trata de alguien “estudiado”, de un Ingeniero Civil por la Universidad Iberoamericana, así como Maestro en Economía y aspirante a Doctor, o PhD, por la Universidad de Texas-Austin. Pronto formará parte de un grupo privilegiado, de un piso selecto donde poquísimos mexicanos llegan pues, como él mismo lo dijo durante el debate, en México hay apenas un Doctor por cada diez mil habitantes. El investigador Carlos Elizondo afirmó que, durante su vida como estudiante, el Ing. Quadri no conoció la escuela pública: “[...]por su extracción socioeconómica, no conoce la educación pública, viene de un origen socioeconómico muy distinto”. No es por tanto un ciudadano cualquiera. Está bien preparado académicamente y ayer lo demostró de manera excelente.



La segunda contradicción es que, al declararse no político, el Ing. Quadri justifica su pretensión de representar a los ciudadanos de México, no a los políticos. Pero entonces uno se pregunta qué es lo que está haciendo en una contienda presidencial que por definición es política, en la que se aspira al mayor cargo político de México al cual solamente puede llegarse siendo postulado por un partido político. Alguien debería recordarle al ingeniero que, por el momento, es el abanderado presidencial del Partido Nueva Alianza (Panal), el mismo que, se dice, es propiedad de la Sra. Elba Esther Gordillo.

Dicho lo anterior, no es extraño que el Ing. Quadri fuera quien mejor desempeño tuvo en un debate “a la mexicana”, donde se buscó a toda costa que “lo político” no dañara la imagen del supuesto puntero en las preferencias electorales, el Sr. Peña Nieto. Fue un evento acartonado, con preguntas consensadas por los contendientes, cuyas respuestas debían limitarse a lo técnico y lo concreto. ¿Más concreto y más técnico que alguien como el ingeniero? Pero lo importante es el resultado: Quadri no será presidente y lo que hizo no pasará del anecdotario; sin embargo, con su actuación logró que su patrocinadora saliera triunfante. Esto es lo relevante del asunto; no es cosa menor y no debe perderse de vista: conservando su registro y haciéndose de más adeptos, la Sra. Gordillo sí que sabrá vender caros sus haberes.

Paso a una consecuencia del acontecimiento de ayer que sí tendrá impacto. Y muy fuerte. El Sr. Peña Nieto tuvo un mal desempeño. Consignaré el mayor error que cometió: hacer caso y quedar inmerso en la diatriba donde lo encajonó, de inmediato, la Sra. Vázquez Mota. Es algo que no deja de sorprender, porque si el Sr. Peña Nieto ya sabía que iba a ser blanco de ataques, y por ello afirmaba en sus promocionales que a cada ataque de sus adversarios iba a responder con propuestas, pues da la casualidad que fue el primero en olvidar “su compromiso”. Sabía también que el Sr. López Obrador le arrojaría uno que otro señalamiento de corrupción o mala gestión, y aun así el candidato del PRI escogió la vía menos recomendable, la de intentar medir con similar vara al político mexicano que más investigaciones ha soportado durante los últimos años, y a quien directamente nada le han podido hallar.

Lo peor para el Sr. Peña Nieto es que ya puso en la agenda del debate de junio próximo el tono de la música que se tocará: las acusaciones y contra-acusaciones. Si eso es lo que quería evitar, ahora ya no hay vuelta atrás. En mi opinión, el Sr. Peña Nieto fue el gran perdedor de este primer encuentro de los aspirantes presidenciales, mientras que el Sr. López Obrador fue el político ganador. Poco rescatable queda de la campaña de la Sra. Vázquez Mota; salvo que algo realmente extraordinario ocurra, parece que ya llegó a un límite de sus capacidades y, algo lamentable para ella, que su partido la abandonó desde hace tiempo.

Ricardo V. Santes Álvarez*

Investigador

El Colegio de la Frontera Norte

Tijuana, B.C.

http://twitter.com/RicSantes

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