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Campaña de AMLO sigue sin despegar | El Economista:

Ciudad de México. Cuando Andres Manuel López Obrador perdió la elección presidencial por un estrecho margen, en el 2006, acusó un fraude.

Sus partidarios salieron a las calles y los más fervientes bloquearon la avenida Paseo de la Reforma durante semanas.

Ahora, el exjefe de gobierno de la ciudad de México regresa para una segunda vuelta, esta vez, como un candidato menos conflictivo que llama a una “República amorosa”, mientras busca colocarse a sí mismo como el sabio tío que México necesita para el siglo XXI.

Pero su campaña no logra encenderse.



Lo cual plantea una de las preguntas más interesantes en América Latina: ¿por qué un candidato de la izquierda moderada no es más popular en México, un país en desarrollo que lucha con un gran número de desposeídos y una profunda brecha entre ricos y pobres?

Moderados de centro-izquierda han resultado electos en Brasil, Perú, Argentina, Chile y El Salvador en los últimos años. Los votantes en esos países son cada vez más inclinados a creer que el crecimiento económico puede ser apoyado por activistas políticos reformistas, que están abiertos con los negocios, pero impulsan programas sociales para aliviar la pobreza.

En Brasil, más de 20 millones de personas salieron de la pobreza extrema durante los dos términos presidenciales de Luiz Inácio Lula da Silva, y el país es ahora la octava potencia económica mundial y la envidia de la clase política de México.


Entonces, ¿dónde está el amor para AMLO?

López Obrador está atorado con 20% de los votos a pocas semanas de las elecciones del 1 de julio, mientras que el otrora autoritario PRI es líder en las encuestas de mano de su candidato, Enrique Peña Nieto.

“A la vista de los ejemplos de Chile y Brasil, creo que López Obrador perdió la oportunidad de presentarse como un moderado de centro- izquierda. Mucha gente no cree su transformación hacia una izquierda amorosa”, expuso la académica Denise Dresser.

Pero en una elección en la que los votantes mexicanos dan señales de que buscan el cambio, menos votantes parecen estar comprando la versión de AMLO.

De alguna manera, López Obrador también puede ser en parte una víctima de su éxito en el pasado, dicen los analistas.

AMLO inició programas para ayudar a los ancianos y madres solteras. En ese momento “fue criticado como populista. Pero ahora todos los gobernadores tienen programas para ayudar a los ancianos, e incluso el Presidente”, manifestó el analista Roy Campos.

“Se han robado su tema. Se podría decir que ya ha tenido éxito, porque ha causado que todo el mundo adopte los programas sociales para ayudar a los pobres, sin importar su partido”, abundó.

Sin embargo, sus logros se ven ensombrecidos por un “problema de imagen”, dijo Campos.



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