15 de abril de 2012

Sigue la impunidad de la IGLESIA CATÓLICA con casos de curas pederastas

Ignoran a víctima de cura pederasta
FUENTE REFORMA.COM
Jesús Romero Colín

Sin colaboración de la Iglesia para sancionar a su agresor y sin justicia penal, Jesús Romero Colín buscó a Benedicto XVI

Dalila Carreño

Ciudad de México  (15 abril 2012).- A los 11 años de edad, Jesús Romero Colín aspiraba a ser monaguillo. Su deseo se cumplió. Pero Carlos López Valdés –en ese entonces párroco de la Iglesia de San Agustín de las Cuevas, en Tlalpan– terminó con su sueño abusando sexualmente de él durante cinco años.

Romero Colín, hoy de 29 años, quiso denunciarlo ante el Papa Benedicto XVI en su reciente visita a México, pero la Nunciatura Apostólica le dijo que el Santo Padre no tenía planeado reunirse con ninguna víctima de abuso sexual. Su caso se narra en el documental Agnus Dei, Cordero de Dios , de la cineasta Alejandra Sánchez.



La historia de Jesús y el padre Carlos López Valdés –denunciado ante la Procuraduría del Distrito Federal en 2007– es una entre decenas de violaciones cometidas por parte de sacerdotes de la Iglesia Católica en México.

Pero el Papa no trató el tema en su visita del 23 al 26 de marzo pasados, a diferencia de las reuniones con víctimas que sí ha sostenido en viajes a Australia, Estados Unidos, Francia, Alemania, Irlanda y Portugal.

Un mes antes de la llegada de Benedicto XVI a México, Romero Colín comenzó a buscar la forma de que tanto él como otras víctimas fueran recibidas por el máximo representante de la Iglesia Católica.

Y para eso, junto con Joaquín Aguilar Méndez, director en México de la Red de Sobrevivientes de Abusos Sexuales de Sacerdotes (SNAP, por sus siglas en inglés), redactó una carta en la que solicitaban reunirse con él.

El viernes 16 de marzo ambos acudieron a la Nunciatura, a entregarle el documento al Nuncio Apostólico en México, Cristophe Pierre; pero sólo pudieron dejarle la misiva al policía del lugar.

"En nuestro carácter de víctimas de abuso sexual cometidos por sacerdotes católicos y con el antecedente de que su Santidad Benedicto XVI se ha reunido con víctimas en los países que ha visitado, por su conducto, Joaquín Aguilar Méndez, José Bonilla Sada y Jesús Romero Colín, solicitamos una audiencia con S.S. para hacer de su conocimiento los casos de pederastia clerical en México", señala la carta.

Pero no hubo respuesta. Aún así, Romero Colín no se dio por vencido y el 23 de marzo, día en que el Papa llegó a Guanajuato, viajó hasta allí con la intención de que, a última hora las víctimas fueran recibidas.

Ese mismo día encabezó un foro sobre pederastia y al siguiente acudió a la presentación del libro La voluntad de no saber , escrito por Alberto Athié, José Barba y Fernando M. González, y en el que se da a conocer que el Vaticano conocía la forma de actuar del pederasta Marcial Maciel desde los años cuarenta.

"Es muy lamentable que el Papa no nos diera la cita. Era la última esperanza puesta de que algo cambiara en la Iglesia mexicana, pero otra vez hubo silencio. Es muy triste ver que las víctimas de México no les interesan y lo preocupante es que dejan en la indefensión a los feligreses, a las familias y los niños", dice Romero Colín.

'Te pedimos que te atendieras'
En una carta firmada por las autoridades de la Arquidiócesis Primada de México en septiembre de 2007, la Iglesia Católica le sugirió al sacerdote Carlos López Valdés que atendiera la problemática generada por las acusaciones de abuso sexual que enfrenta y que fueron interpuestas por Jesús Romero Colín, de quien el padre comenzó a abusar al año de convertirse en monaguillo.

"Se te entregó la amonestación canónica para que cambies de conducta y evitar el escándalo y volví a recomendarte que te presentaras con Monseñor Marcelino Hernández para tu atención médica... Debes asumir y responder ante las respectivas autoridades, eclesiástica y civil", le recomendó el entonces obispo auxiliar de México, Jonás Guerrero Corona, en una misiva fechada el 13 de septiembre de 2007.

También le propuso asistir a terapia para que se atendiera a nivel psíquico y emocional, lo que le ayudaría a su vida sacerdotal.

"El 2 de abril en las oficinas de esta VI Vicaría fuiste confrontado por S.E.R. Mons. Marcelino Hernández y por tu servidor, en la que aceptaste la realidad de tus conductas inadecuadas y nuevamente te pedimos que te atendieras", dice el documento firmado por Guerrero Corona.

La autoridad eclesiástica le sugirió acudir a Casa Damasco, sitio que trata a sacerdotes con problemas de adicción, con su vida afectiva o depresión.

Romero Colín se enteró de que finalmente López Valdés ya no tenía permiso de ejercer como sacerdote y quiso conocer las causas, por lo que le solicitó a la Arquidiócesis una carta en la que le explicaran las razones.

Pero en el documento firmado por el presbítero Alberto Pacheco Escobedo, vicario judicial de la Arquidiócesis Primada de México, no le especificaron los motivos.

"Por medio de la presente hago constar que con fecha 8 de enero del año 2011 la Congregación para la Doctrina de la Fe decretó la dimisión del Estado Clerical contra el Pbro. Carlos López Valdés.

"La resolución es inapelable en virtud de haber sido emanada por la Suprema Autoridad de la Iglesia", dice la carta fechada el 25 de febrero de 2011.

En una tercera misiva firmada por Pacheco Escobedo, y que también fue dirigida a Jesús Romero Colín, se admite que las autoridades de la Iglesia estaban enteradas de las acusaciones de abuso sexual cometidas por el padre López Valdés desde 2007.

Por ello, dice la carta, le suspendieron las licencias para actuar públicamente en funciones eclesiásticas.

Sin embargo, todavía en abril de 2010 seguía oficiando. Así lo descubrió el equipo de producción del documental Agnus Dei, Cordero de Dios , en la iglesia Corazón Inmaculado de María, de la delegación Coyoacán.

Las imágenes forman parte de la cinta que se estrenó en México el 10 de octubre de 2011 y un mes después en 10 ciudades francesas, incluida París.

Y aunque también existe una denuncia en contra de Carlos López Valdés en la Fiscalía de Delitos Sexuales de la Procuraduría de Justicia del DF, tampoco ha sido llamado a declarar.

David Peña Rodríguez, abogado de Romero Colín, lamenta que, a pesar de que el Ministerio Público concluyó su investigación y le ha solicitado al Juez 55 penal del Reclusorio Preventivo Oriente la orden de aprehensión en contra de López Valdés, ésta ha sido negada.

"Desde la presentación de la denuncia hasta ahora se ha consignado tres veces el expediente, es decir, se ha pedido en tres ocasiones la orden de aprehensión contra del sacerdote y el juez la niega. Nos preocupa y entristece porque nosotros vemos que sí hay elementos suficientes para poder consignar.

"Hay pruebas, testimonios, hay un cúmulo probatorio que podría ayudar a la consignación de este sujeto y meterlo a la cárcel que es lo que buscamos. Es triste que teniendo los elementos y sabiendo quién cometió los ilícitos, la autoridad se resiste a investigar", explica Peña Rodríguez.

Desestiman imágenes de abuso
La película Agnus Dei... presenta fotos en donde el sacerdote aparece en escenas de explícito contenido sexual y que Romero Colín tiene como pruebas.

Pero de poco le han servido tanto las imágenes como el hecho de que el propio López Valdés aceptara su conducta frente a monseñor Marcelino Hernández y el obispo Jonás Guerrero.

"Yo pensé que con las pruebas que tenía, las autoridades iban a actuar de una manera apegada a la verdad y a lo que debe de ser, que es proteger a la ciudadanía de hombres como él (López Valdés).

"Desgraciadamente me di cuenta de que no, de que la Iglesia Católica tiene mucho poder en la política, en lo legal, en todo, y que al menos en mi caso están metiendo influencia para que no se proceda más. No me imaginé que iba a ser tan complicado", lamenta Romero Colín.

Considera inaudito que las autoridades desestimaran las imágenes.

"Ante la Fiscalía de Delitos Sexuales y ante el juez esas pruebas no sirven, me dijeron que necesitan el archivo original, un peritaje para saber si no es un fotomontaje, pero en la Fiscalía me dicen que ellos no tienen ese programa y que no pueden hacer el peritaje, que necesitan encontrar la computadora de donde se sacaron las fotos.

"Pero es una computadora que ahorita ya tiene más de 10 años de antigüedad, más bien yo creo que son trabas para ayudar a que esté libre el padre", precisa.

Un padre escurridizo
Alejandra Sánchez, directora de Agnus Dei, lamenta la actuación de las autoridades en torno al caso:

"Es muy fuerte. Cuando se exhibió la película yo pensé que, de alguna u otra forma, la autoridad tendría que dar una respuesta a la sociedad porque el caso ya se hizo público no sólo en medios sino en pantalla grande y resulta que la Procuraduría de Justicia del DF asume exactamente la misma postura que la Iglesia: un rostro de silencio".

Cuando filmó el documental, a la cineasta le llamó la atención que las autoridades aseguraran que no habían llamado a declarar al padre porque no sabían dónde localizarlo.

"Lo más sorprendente es que el cura no ha sido llamado a declarar porque argumentan que no lo encuentran, ¿cómo es posible que un equipo de cine dé con el agresor (lo filmaron mientras oficia misa) y ellos, que tienen todo un aparato de inteligencia policiaca, no sean capaces de encontrarlo?

"La Iglesia está enterada y no se trata de un delito menor. Está asumiendo que hay abusos sexuales en contra de niños y su obligación legal es denunciar al sacerdote", indica Sánchez.

Sin embargo, José de Jesús Aguilar, vocero de la Arquidiócesis Primada de México, dice que como la Iglesia ya retiró a López Valdés sus derechos como clérigo no pueden hacer nada más, que ahora toca a las autoridades civiles, pues ellos ni siquiera saben dónde está.

"Hay que recordar que la Iglesia no tiene un equipo tipo CIA, que esté controlando a todo mundo: ni quien está casado, quien está divorciado... Las iglesias están abiertas y, en general, hay buena confianza para que entre quien sea.

"Si este sacerdote celebra en algún lugar, se supone que ya lo está haciendo fuera de la ley, con engaños y evidentemente con una intención totalmente distinta a la que tiene que tener un sacerdote totalmente sano", dice.

Para Romero Colín es increíble que, pese al conocimiento que tanto la Iglesia como las autoridades tienen del caso, López Valdés no sea sancionado.

"Me da mucho coraje que siga libre, como si nada, porque ha de seguir dañando a más niños. Me da mucha tristeza y dolor que llegue un hombre como este tipo y les joda la vida. Ya hay una denuncia y la Iglesia y la justicia no han hecho nada, es muy triste.

"A las autoridades les diría que hagan su trabajo, que no estén protegiendo a estos hombres por intereses ajenos y a la Iglesia que obre conforme a lo que predican. Se supone que están para cuidar al pueblo, entonces que no quieran evitar escándalo. Si hay un sacerdote pederasta en sus filas, que lo denuncien", señala.

La autora de Agnus Dei relata que la actuación de las autoridades causa mucho asombro en los escenarios internacionales donde se ha presentado su historia.

Hasta el momento, se ha exhibido en festivales de cine de Suiza, Taiwan, Polonia, Francia, Argentina, Cuba, Brasil, Canadá, Chile, Ecuador, Grecia y España.

"Al final de la película preguntan que si ya se exhibió en México, que qué ocurrió, y lo que pasa es que no ocurrió nada porque vivimos en un sistema absolutamente de impunidad y de indolencia frente a las víctimas", detalla.

'Todo empezó con manoseos'
Cansado de seguir ocultando el abuso sexual del que fue objeto desde los 11 y hasta aproximadamente los 16 años, Jesús Romero Colín no sólo quiso denunciar su historia ante las autoridades civiles y eclesiásticas, sino que también la contó en la pantalla grande.

"Hablé por todo el dolor que sentía. No podía ser cómplice de eso, no podía quedarme callado y tuve que denunciar. Lo tenía que sacar, ya no podía cargarlo. Seguirlo callando tal vez me hubiera llevado a la muerte. Cuando se lo conté a mi mamá (a quien le hacía mucha ilusión que su hijo se convirtiera en sacerdote), se vino abajo.

"En un principio para mi familia fue muy fuerte, ellos reaccionaron no queriendo denunciar ni hacerlo público. Pero yo ya estaba decidido y no tuvieron de otra más que aceptarlo y apoyarme, al grado que aceptaron participar en el documental", explica.

Los ocho años que lleva en terapia le han servido para darse cuenta que él no tuvo la culpa de lo que vivió.

"Todo empezó en Cuernavaca con manoseos y aquí en la Parroquia de San Agustín de las Cuevas, en Tlalpan, es donde pasó todo lo demás, en la casa parroquial", recuerda.

Una vez que se enfrentó con López Valdés, escenas que se incluyen en el documental, Jesús se vio envuelto en un torbellino de emociones.

"Es bien complicado explicarlo... sentí tristeza por su persona, por lo que había pasado, también anhelo de que hubiera sido diferente... coraje, era como un sube y baja de emociones, pero ahora por este hombre siento sólo indiferencia", explica.

Al preguntarle qué fue lo que más le impactó de ese encuentro, Jesús afirmó que la falta de respuestas del padre López Valdés.

"Poder comprender que para un asunto de este tipo no hay una respuesta concreta, y que uno como víctima busca esa respuesta, pero no la vamos a encontrar. Más bien lo que hay que hacer es aceptarlo, construir algo bueno de eso y seguir tu vida adelante, no quedarte atorado en esa cosa rara en donde estos abusadores sí están atorados.

"El padre decía que (se portó así con Jesús) por exceso de cariño. Eso fue lo que contestó y a mí me parece una tontería, es más bien un exceso de maldad", reprocha.

En cuanto a las fotos donde aparece desnudo, Jesús recuerda que López Valdés se las tomaba mientras dormía o cuando nadaba en la alberca de la casa que el padre tiene en Morelos.

"Cuando hacía algunas tareas en la computadora de la casa parroquial (de la iglesia San Judas Tadeo), enfrente de la UAM Xochimilco, de repente se puso en stand by y como protector de pantalla empezaron a correr imágenes pornográficas, lo que me sorprendió mucho.

"Revisé la computadora y me di cuenta que había un CD como con 800 imágenes con pornografía que se veía que había bajado de internet, de él (López Valdés) con más chavos y algunas mías. Decidí sacar ese disco y me di cuenta que más bien era como su hobby tomar esta clase de fotos, de él mismo posando", narra.

#AMLO2012

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