¿Un ejemplo económico para México? Josefina Vázquez Mota defiende a Pinochet | Pulso Ciudadano

¿Un ejemplo económico para México? Josefina Vázquez Mota defiende a Pinochet | Pulso Ciudadano:

Un viejo artículo de Josefina Vázquez Mota defendiendo el modelo económico de la dictadura pinochetista en Chile muestra el verdadero perfil de una candidata que debe su carrera, su ideología y sus relaciones a la patronal mexicana, o COPARMEX, una institución en permanente lucha contra la educación pública, los sistemas universales de salud y las empresas parapúblicas.

Dictadura y desarrollo.

Fue en la tarde del lunes 5 de enero del 2012 que en Twitter se dio a conocer un artículo de 1998 dondeJosefina Vázquez Mota, candidata del PAN a la presidencia de la república, elogiaba las políticas económicas aplicadas durante la dictadura de Augusto Pinochet.

Josefina Vázquez Mota, defendiendo a Pinochet

El texto titulado Dictadura y Desarrollo fue publicado en el periódico El Economista y la entonces consejera de la patronal mexicana, o COPARMEX, valoraba positivamente la doctrina neoliberal aplicada, a sangre y fuego, por el régimen pinochetista:

Josefina Vázquez Mota, como propagandista y defensora de la visión empresarial, que fue siempre su fuente de trabajo, asume el postulado que pese a las violaciones de los derechos humanos, la chilena fue la única dictadura del cono sur que hizo los deberes económicos. Es decir, el apoyo irrestricto a la gran empresa por encima de los derechos de los trabajadores y el estado del bienestar:

¿Y quienes eran estos que son para JVM el modelo a seguir? Los Chicago Boys o lo discípulos del economista Milton Friedman que aplicaron la llamada doctrina del shock para destruir el estado del bienestar en Chile. Así lo cuenta Naomi Klein:

-¿Qué características hicieron de Chile el escenario perfecto para implementar un “neoliberalismo extremo”?

-Esto fue el resultado de diversas circunstancias históricas. Cuando se produjo el golpe, los Chicago boys estaban listos para imponer sus ideas ultraliberales, ya que los militares tenían la fuerza para derrocar al Gobierno, pero no sabían cómo manejar la economía. Fue así como Milton Friedman, el gran maestro de estos economistas, se transformó en asesor de Pinochet. Los Chicago boys hablaban el mismo idioma del dictador: querían restaurar el orden social y consideraban al socialismo como una enfermedad que iba en contra del orden natural. Para ellos, cualquier intento por regular el mercado era una forma de interferir y dañar ese orden.

-¿Cómo se relacionan la tortura y las desapariciones con la implementación de las políticas neoliberales?

-Mucho, ya que un aspecto fundamental para que esta estrategia tuviera éxito fue que la dictadura utilizó una tremenda fuerza represiva para deshacerse de cualquier tipo de oposición. Si alguien buscaba un lugar lo menos óptimo para imponer un libre mercado radical, ese lugar era justamente Chile, que había elegido a un Presidente socialista y donde existían una izquierda y un movimiento sindical muy potentes. Escoger este país era como intentar hacer una revolución obrera en Beverly Hills. Por eso se empleó el terror sistemático para enfrentar cualquier crítica al modelo. De hecho, en una carta de Milton Friedman a Pinochet en 1975, este economista habla del “tratamiento de shock” como la forma para imponer el libre mercado. Este comentario se hacía justamente cuando en la prensa internacional se hablaba de que se estaban dando tratamientos de shock a los torturados y desaparecidos chilenos.

-Una cosa iba relacionada con la otra.

-Exacto. El modelo neoliberal no se podría haber impuesto en Chile sin las violaciones de los derechos humanos. El propio Sergio de Castro dijo que se necesitaba mano dura. Y es un hecho que los militares no podrían haber realizado las reformas capitalistas si hubieran tenido que someterse a elecciones. No estoy diciendo que los Chicago boys estaban totalmente conscientes de que se necesitaban las torturas para introducir estas políticas, pero sin duda tomaron la opción de no saber, porque la información estaba.

-Cuando murió Pinochet, en el mundo se habló de estas dos caras de su Gobierno: las reformas económicas, por un lado, y las violaciones de los derechos humanos, por otro.

-Los ultraliberales son muy oportunistas y manejan la historia según les convenga; ni siquiera hablan del caso chileno, y dicen que la revolución capitalista empezó en los gobiernos de Margaret Thatcher y Ronald Reagan. Existe amnesia sobre lo que pasó en Chile en los setenta. Imagínese que acabo de entrevistar a Domingo Cavallo, el ex ministro de Economía argentino, y me dijo que él nunca había sido neoliberal. ¡La historia se altera!

Como asesora y funcionaria de la COPARMEX, una patronal furibunda encauzada hacía la lucha política contra los logros sociales de la revolución mexicana, entre los cuales la Ley Federal del Trabajo, el IMSS o la educación pública y gratuita, Josefina Vázquez Mota asume y difunde el discurso neoliberal que nació en Chile gracias a la dictadura de Pinochet que permitió convertir lo público en terreno fértil de grandes negocios privados, como la educación superior por ejemplo que provocó la rebelión estudiantil del 2011.

Chile es junto a EU un país donde la gran mayoría de estudiantes viven endrogados la mitad de su vida pagando créditos privados para realizar estudios de licenciatura pues la universidad pública ha sido desmantelada, o privatizada de facto.

Coparmex & Vázquez Mota: pacto de sangre (Foto: josefina.mx)

El Chile nacido de la dictadura es el país que Josefina Vázquez Mota asume como el mejor posible. Porqué los Chicago Boys, o los estudiantes chilenos becados en la Universidad de Chicago, semillero del neoliberalismo actual, como el IAM en México, tuvieron el control de las decisiones económicas:

Así pues, según la candidata panista, pese al genocidio contra las izquierdas, las detenciones, desapariciones y torturas masivas, el pinochetismo se slava por su tarea de destrucción del estado del bienestar en Chile que para la década de 1960 tenía un envidiable sistema de salud y educación pública. Los “principios de una economía de mercado” se consolidaron en Chile gracias al brutal trabajo de los militares.

Pinochet, ¿un modelo para JVM?

Y si algo queda claro es que para Josefina Vázquez Mota la dictadura chilena dejó “grandes lecciones” mientras que otras dictaduras, como la mexicana en tiempos del PRI, eran peores. Resumiendo su discurso sofista: mientras en Chile asesinaban a estudiantes y militantes para crear un modelo económico al servicio total de la patronal, la guerra sucia que se practicaba en tiempos del presidente Echeverría tenía su contraparte social: no se desmanteló el estado del bienestar, como en Chile, sino que encima nacieron universidades como la UAM, planteles como los CCH, hospitales del IMSS, grandes proyectos de siderurgia públicos, como Las Truchas en Lázaro Cárdenas, Michoacán, y el impulso a la reforma agraria que provocaron por aquel entonces la furibunda respuesta de COPARMEX y los grandes empresarios que desde 1988 dirigen los destinos de México.

Mientras la dictadura priista recibía a los exilados chilenos, la patronal mexicana, sus intelectuales y sus asesores, defendían el golpe de estado de Pinochet que puso fin a un sistema que consideraban una amenaza a sus intereses. Por eso JVM entiende la dictadura chilena y considera como algo mucho “más peligroso” el régimen autoritario priista. No por autoritario sino por defender un estado mixto donde el poder empresarial no era irrestricto, como si sucedió en Chile desde el 11 de septiembre de 1973:

Este es artículo que publicó Josefina Vázquez Mota en 1998. Fue en el diario El Economista y es la clásica defensa que todas las derechas latinoamericanas han hecho del pinochetismo: su baño de sangre fue útil para crear la democracia empresarial que ahora domina Chile y se expande por todo el continente.

Pinochet en el funeral del dictador Francisco Franco, noviembre 1975

Para recordar que este modelo que lleva años implementándose en México, pese a algunos fracasos, como la fallida privatización de la UNAM, les dejamos con las palabras que escribió la hija del presidente Salvador Allende sobre los saldos de aquel golpe de estado que todo cambió:

El golpe del 11 de septiembre de 1973 significó no sólo la dolorosa pérdida de tantas vidas y violaciones sistemáticas a los derechos humanos, sino también un cambio profundo en la historia del país y en la vida de su pueblo.

Chile tenía un nivel aceptable en áreas de salud, educación y cultura, con las carencias propias de una nación que no era rica. Durante el Gobierno de la Unidad Popular se llegó a una distribución del ingreso en que los trabajadores obtenían más de la mitad de éste. Todo cambió abruptamente con el golpe de Estado. Nadie se sintió seguro. En cualquier momento, los servicios de inteligencia entraban a las casas y sus moradores eran detenidos por la sola denuncia de los vecinos. Asesinatos, torturas y desapariciones se convirtieron en realidad, en un país que los desconocía. Durante 10 años se impuso el toque de queda. Los allanamientos y las poblaciones cercadas militarmente se transformaron en escenas cotidianas al punto de marcar profundamente a la gente con un temor que aún hoy es posible encontrar.

La implantación de un modelo neoliberal extremo, amparado en las ventajas del autoritarismo, dejó como herencia más de cinco millones de pobres en un país de 12 millones de habitantes. Se desarticuló el sistema estatal de previsión social y de salud, se privatizó gran parte de la enseñanza y ésta dejó de ser gratuita y accesible para toda la población, se invirtió el proceso de reforma agraria y se privatizaron las empresas del Estado, en procesos poco transparentes, traspasadas a precios inferiores a los reales.

Todos los Gobiernos democráticos, que duraban seis años en el poder, podían exhibir muchos logros. La dictadura que se prolongó por 17 años, fuera de abrir el país a los mercados exteriores y diversificar las exportaciones, tiene muy poco positivo que exhibir: se deterioró la infraestructura, el país quedó culturalmente fuera del mundo y la distribución del ingreso bajo el régimen militar ha sido, sin duda, la más negativa que ha tenido Chile.

Para darse una idea: el artículo completo de JVM.

Josefina y Pinochet

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